Por Francisco J. Covarrubias B.
Pero, ningún salto mortal más lesivo para el pensamiento, que usar el nombramiento gubernamental en beneficio propio.
En nuestro país, el ejecutivo en el ámbito federal y los ejecutivos de los Estados, en sus respectivos territorios, son los únicos que pueden investigar e iniciar un juicio para castigar o evitar robos, peculados, desperdicio de recursos, proliferación de puestos innecesarios e ineficiencia del área de gobierno, institución o dependencia que se trate.
Cierto, existen organismos especializados en vigilar que el manejo del dinero se haga correctamente, pero...sin ninguna vigilancia sobre los vigilantes, con excepciones, hasta ahora, se tiende a establecerse una amplia red de complicidades.
La contraloría “civil”, externa, independiente de los restantes organos de Gobierno, que los pueda revisar frecuentemente, con personal rotativo, e información transparente y abierta a la sociedad se ha planteado como solución: sean gobiernos, iglesias, instituciones de beneficiencia, cuerpos policiacos, procuradurías y partidos políticos. La propuesta de la Barra Mexicana de Abogados no es mueva ni descartable a priori.
CORRUPCIÓN, MODUS VIVENDI AL ALZA,
México es un país de corruptos y corruptores, según el informe Barómetro Global de la Corrupción 2013 de la organización Transparencia Internacional. Ninguna institución social o política estuvo cerca de ser calificada con bajos índices de corrupción. Los sectores más señalados son los partidos políticos, policías, funcionarios de los tres niveles de gobiernos y personal del Poder Judicial.
De acuerdo con el informe presentado por el mencionado Organismo No Gubernamental, mismo que analizó los niveles de corrupción en 176 países, ubica al nuestro como una de las naciones más corruptas de América, por debajo de países como Canadá, Barbados, Estados Unidos y Chile, los cuales incluso están colocados entre los mejores 20 evaluados. En nuestro país, señala, 91% de los habitantes considera que los partidos políticos son extremadamente corruptos, seguidos por los policías con 90 por ciento, a los cuales un 61% de los habitantes encuestados admite haber dado una “mordida”.
En el tercer sitio de corrupción se ubicó al 87 % de funcionarios gubernamentales. El 80% de los mexicanos considera corrupto al sistema judicial, en cuarto lugar. Los diputados y senadores que impulsan a los partidos desde sus filas al Congreso se ubican en el quinto lugar de los más corruptos con 83 %.. Los medios de comunicación ocupan la sexta posición de corruptos con un 55 % del puntaje. Las empresas privadas tienen le séptimo peldaño en orden de corrupción con un 51 %. Mientras que el sistema educativo, las iglesias y las asociaciones civiles se encuentran empatadas con un 43 % de tendencias corruptas. El sector salud y el ejército son los menos corruptos, con un 41 %.
L o cierto es que incluso el Foro Económico Mundial aplicó una encuesta a más de 12 mil directivos empresariales del mundo, quienes afirmaron que la corrupción es el segundo factor más problemático para hacer negocios en México.
Todo fuera como eso. Ya de por si muy grave. Lo peor es que la corrupción ha permeado a la ciudadanía. Misma que en las Encuestas Nacionales de Cultura Política (Encups) admite ser tan corrupta como las autoridades, pero casi nueve de cada 10 personas encuestadas señalaron que estarían dispuestas a actuar contra la corrupción.
Una de dos: Mentir se ha convertido en un deporte nacional, o de plano los mexicanos confundimos las enchiladas con los chilaquiles. La otra opción es que la dichosa encuesta se aplicó a los amigos de una tal Alicia en el país de las Maravillas.
El caso es que en la Encuesta Mundial de Valores, patrocinada por el diario Reforma el 97 % de los mexicanos asegura que la familia es muy importante en su vida y el 86% dice que el trabajo es de gran importancia. Y por si esto fuera poco el 91% del total se declara feliz.
Si la felicidad consiste en desintegrar familias, golpear mujeres, padecer el desempleo, vivir en la inseguridad pública, etc. luego entonces millones de quienes se encuentran por debajo de la línea de la pobreza y la marginación y experimentan en carne y hueso esos problemas, han reemplazdo sus valores por contravalores. Y esto es más grave todavía.
Corresponde al sistema educativo, a gran escala combatir la anomia social. La perdida de sentido: Difundir e internalizar los valores auténticos constituye una tarea primordial para abatir las tendencias a la corrupción individual y social.
La actividad de los educadores ha sido comparada con la del director de orquesta, quien armoniza una sinfonía; el escultor, quien golpea sobre la roca; el alfarero, cuya materia prima es el barro: con quien moldea, configura, delínea, redondea, pule, marca, ajusta las formas, y puede determinar cambios en la presentación y/o estructura del material que se confía a sus manos. La educación es capaz de recuperar el auténtico significado de los valores en los niños y los jóvenes.
EL HURTO DE MÁS DE 1000 MILLONES DEL FONDO DE PENSIONES Y JUBILACIONES DEL ISSSTESON. ¿Qué acciones y con cuales presupuestos vamos a reclamar el presunto desfalco de más de 1000 millones de pesos que el Gobierno del Estado tiene con el fondo de pensiones del ISSSTESON? Toda organización sindical que se vea afectada directamente por ese desfalco debe plantearse el problema de manera concreta. El Staus está buscando soluciones a los problemas de jubilación al 100 por ciento para sus afiliados, esta situación irregular debe abrir una puerta de participación entre los académicos, más allá de la visión administrativa de la propia Universidad, para conseguir lo que en justicia corresponde en relación a nuestra aportaciones y no conformarnos con menos. Esta última es la postura dada a conocer días atrás por el Maestro Juan Antonio Pavlovich, Secretario del Interior del nuevo Comité Ejécutivo Electo. Esperemos que así sea.
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