Revista CRóNICA10.

martes, 25 de febrero de 2014

Campbell, maestro del reportaje



Federico Campbell, in memoriam (1941-2014)
GABRIELA OLIVARES TORRES
 El escritor tijuanense deja un acervo que incluye novela, cuento, ensayo, periodismo y traducción. Océano reeditará “Padre y Memoria”, en tanto, el FCE publicará el título póstumo “La Era de la Criminalidad”. “Yo pienso que estamos entrando a algo que podría denominarse la edad del crimen, porque nunca antes el crimen organizado había desafiado al Estado-nación”, advirtió a ZETA apenas en 2009
El sábado 15 de febrero, Baja California, y en especial Tijuana, perdió a una de sus principales voces literarias. Federico Campbell falleció ese día de 2014 en la Ciudad de México, a causa de un derrame cerebral, como desenlace del contagio del virus AH1N1 que mantuvo al intelectual en terapia intensiva durante dos semanas, en el Hospital Mocel de la capital de la República.
Aunque la letal influenza fue eliminada por el tratamiento que le dio el doctor Jorge Salas, el virus dejó a su paso por el organismo de Federico Campbell insuficiencia renal, arritmia, espasmos bronquiales, paro cardiaco y un debilitamiento general que desembocó en una muy lamentable ausencia.
Luego del fallecimiento del autor tijuanense, la familia Campbell informó que la biblioteca del escritor se donará al Centro Cultural Tijuana (CECUT), y sus cenizas serán esparcidas en algún lugar del desierto de Sonora.
Se fue el amigo, maestro y colaborador de ZETA, pero queda su obra que incluye novela, cuento, ensayo, periodismo y traducción, legado literario con raigambre sonorense y al mismo tiempo, capaz de dibujar a la ciudad de Tijuana que lo vio crecer con el detalle de una mirada aguda, una pluma sensible, una mente inquietante y una riqueza narrativa que sus lectores atesoran.
Federico Campbell se fue en el peor momento para sus lectores, en un México donde la crítica agoniza, la corrupción prolifera, las simulaciones gobiernan, la criminalidad se impone, el silencio duele y la capacidad de un autor como él para interpretar la realidad desde sus entrañas, tanto se necesita.

Periodismo y literatura
La pasión de Federico Campbell Quiroz por las letras tuvo sus orígenes en el oficio de telegrafista que ejercía su padre, el señor Alejandro Campbell Quijada, originario de Magdalena, Sonora.
Durante la Feria del Libro en Español de Los Ángeles (LéaLA) de 2013, Federico recordó en una charla que amablemente concedió a este Semanario, y a propósito de la  compleja relación entre padre y memoria -tema que ocupó sus últimos años de creación-, anotó:
“Mi papá a los cinco años ya no tenía papá, quiere decir que cuando él se va de telegrafista a Guaymas, muy jovencito, desde los 13 años a los 19 años, pues era un chavo que no tenía de dónde agarrarse, que sufrió la ausencia del padre”.
En esa entrevista, Campbell contó cómo su padre telegrafista influyó en su predilección por la palabra escrita, por medio de cartas que le enviaba a finales de los 50, mismas que resultaron determinantes en su vocación de escritor:
“Cuando yo estaba en Hermosillo mi mamá me mandaba 400 pesos mensuales para la casa de asistencia, y mi papá nunca fue capaz de mandarme un peso porque no tenía, mi papá atravesaba a pie todo Tijuana porque no tenía con qué pagar el autobús; se bebía lo poquito que ganaba como telegrafista y no había alimentos en la casa. Sin embargo, de pronto me mandaba a Hermosillo una carta muy larga, a mano, de 2, 3, 4, 5, 6, 7 páginas, en la que me decía que no escriba jabón con ‘v’ chica, esos detalles; entonces por ahí hubo puntos de identificación muy determinantes a la larga”.
Y aunque entre 1960 y 1965 realizó estudios de Filosofía y Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), descubrió que lo suyo era el periodismo y la literatura. De hecho, en 1967 obtuvo la beca de The World Press Institute en Minnesota y realizó una estancia de trabajo en The Hartford Courant en Connecticut; y en 1969 fue corresponsal en Washington de la Agencia Mexicana de Noticias.
Entre la década de los 60 y 70, colaboró en medios mexicanos como El DíaExcélsiorSiempre!; y en publicaciones sudamericanas como MarchaAmaru y El Nacional de Venezuela, hasta que en 1977 se incorporó a la plantilla de periodistas fundadores de Proceso, revista semanal en la que laboró como reportero hasta 1988.
Autor de la columna “La Hora del Lobo”, en 2013 Federico Campbell también explicó cómo su periodismo lo convirtió en literatura:
“Mira, yo siempre he tenido muchas dificultades para la concentración continuada, y por tanto, el hecho de hacer artículos a mí me ha hecho hacer libros después con los artículos, porque a lo que no puedo fallar es a un compromiso periodístico”.
Además, en su labor tanto periodística como literaria antepuso la emoción a la información:
“Yo escribo solo bajo presión. Ahora me han encargado un largo artículo sobre Julio Scherer y no puedo hacerlo, no tengo fecha de entrega, llevo una semana y no puedo escribirlo cuando sé que podría escribir algo, entonces no quiero escribir a partir de la información, sino a partir de la emoción”.
Y fue la manera de entender el periodismo a partir de la emoción, lo que llevó a Campbell perfeccionar títulos como “Pretexta o el Cronista Enmascarado” (FCE, 1979), “Todo lo de las Focas” (UNAM, 1982), “Tijuanenses” (Alfaguara, 1997) y “Transpeninsular” (Joaquín Mortiz, 2000).
Incluso, su obra ensayística estaría también determinada por el mismo binomio:
“La hechura de artículos me permitió hacer mi libro ‘Máscara Negra’ y ‘La Invención del Poder’. En ese tipo de libro, que es un libro como ‘Post scriptum triste’, que es un libro como de reflexión, generalmente son libros ‘on writing’, o sea, acerca de escribir. Muchos escritores, algunos escritores, tienen su libro del oficio del escritor, por ejemplo Stephen King tiene uno que se llama ‘On Writing’, es de los mejores. Marguerite Duras uno que se llama ‘Escribir’, ‘Ecrire’, yo colecciono ese tipo de libros”.
Estado, poder y crimen organizado
El poder, el crimen organizado y la decadencia del Estado también fueron temas en su obra, sobre todo en la serie de ensayos “La Invención del Poder” (Aguilar, 1994), “Máscara Negra” (Joaquín Mortiz, 1995) y “La Era de la Criminalidad”, que publicará el Fondo de Cultura Económica.
Gran conocedor de la obra de Leonardo Sciascia, Elías Canetti y Norberto Bobbio, Campbell analizó el poder en los cimientos de la descomposición del sistema político mexicano desde esa tenue línea donde la literatura y el periodismo se encuentran.
En entrevista en 2013, el escritor tijuanense advirtió:
“Yo he estado escribiendo sobre el desvanecimiento del Estado en nuestro tiempo, y una de las características del actual Estado mexicano es su fragmentación, porque ya hay zonas del territorio nacional en las que el Estado no ejerce, o sea, hay Estado pero no está; también hay organizaciones de facto, grupos que cobran impuestos como extorsión, por el derecho de piso, y ésa es otra de las funciones del Estado que han sido usurpadas por ciertos grupos de la delincuencia organizada. Entonces, hay zonas del país donde el Estado es inexistente”.
De igual manera, lamentó la inexistencia del Estado en el país: “El Estado es la Ley, es la Constitución, pero no solo una Constitución de papel, sino es la Ley que se cumple; entonces estamos ante un Estado muerto, un Estado sin vida, un Estado inexistente”.
Antes de su visita a Tijuana para ser reconocido como “Creador Emérito 2009” por el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), Federico Campbell sesudamente puso el dedo en la llaga:
“Estamos viviendo en México algo que podría tener características semejantes a la de una revolución armada. Son cosas inéditas en la historia: nunca antes en la historia el crimen organizado había sido tan poderoso, tan fuerte y con tanta capacidad de lo que llaman movilidad; movilidad es una noción militar, y con tal capacidad de fuego”.
Luego, en febrero de 2013, Campbell habló sobre el poder de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera:
“El hampa organizada que desafía al Estado, no es un movimiento político armado, o sea, no es un movimiento de motivación política, es simplemente delincuencial, no aspira a la toma del poder, pero desafía militarmente al Estado y tiene capacidad para desafiarlo, ése es un problema gravísimo. Si ‘El Chapo’ Guzmán fuera un líder guerrillero ya lo hubieran atrapado, si tuvieran un carácter político estas organizaciones, ya hubieran arrasado con ellas”.
Y cuando empezaron a proliferar las policías comunitarias o grupos de autodefensa en estados como Michoacán y Guerrero, explicó a propósito de la fragmentación del Estado:
“Esto de los grupos de autodefensa en el Estado de Guerrero, Michoacán, no es más que un indicio más de que el Estado mexicano está muy fragmentado, de que no alcanza a proteger a los ciudadanos y de que ya hay zonas del país donde el Estado mexicano no controla, y ésa es una situación muy grave, muy preocupante, y podríamos hablar de que existe otro estado ilegal, aunque parezca una contradicción en los términos; el otro Estado es ese Estado de facto, compuesto por las organizaciones criminales que desafían al Estado constitucional; y la fuerza legítima del Estado, que es el Ejército y la Policía, no alcanza a abatir a esos grupos”.
Asimismo, Campbell consideró que el gobierno de Enrique Peña Nieto tiene “cierta ilegitimidad”:
“En términos de difusión mediática el discurso se ve bien, se oye bien, pero no tiene mucha credibilidad, creo que en general la gente no le cree a Enrique Peña Nieto, por lo que significó su campaña, es un Presidente compra-votos, es muy triste que un Presidente tenga que comprar votos para que lo elijan, entonces desde ahí viene cierta ilegitimidad, y la falta de credibilidad”, sentenció de una vez por todas.
La memoria y el padre
La memoria y la figura del padre fueron también algunos de los temas abordados por Federico Campbell en su literatura y, por supuesto, en sus disertaciones, por cierto, incluidas en “Padre y Memoria” (Ediciones sin Nombre, 2009).
El 26 de julio de 2013, el intelectual ofreció la conferencia magistral “El Mandato del Padre” en la Sala de Usos Múltiples del Centro Estatal de las Artes (CEART) de Tijuana, donde disertó:
“Ahora que regresé de mi viaje por Europa me encontré una libreta entre todos los papeles y desorden de mi escritorio, con una frase que me hizo recordar que el hijo siempre desea acabar la obra inconclusa del padre. Esta reflexión viene a mi mente por el libro que escribí, ‘Padre y Memoria’, obra que no he reeditado y necesito terminar”, expuso en aquella ocasión sobre el título que reeditará Océano.
Unas semanas antes de su participación en el CEART, Campbell encabezó la delegación literaria de Tijuana como ciudad invitada de honor a la Feria del Libro en Español de Los Ángeles (LéaLA), sucedida entre el 17 y 19 de mayo de 2013 en la ciudad angelina.
Durante el acontecimiento literario, el escritor concedió otra entrevista donde el tema fue el padre y la memoria. De nuevo en este diálogo se dejó escuchar:
“Una vez, yo era muy niño, iba a haber a mediodía un desfile del 16 de septiembre, en la Avenida Revolución, y vivíamos por ahí por el Toreo, por la Pensador Mexicano, enfrente. Yo me bañé y me puse ropa limpia, yo estaba esperando a que ellas se terminaran de arreglar para irnos todos a ver el desfile del 16 de septiembre.
“Mi papá no estaba -continuó Campbell narrando-, estaban mi hermana Sarina, Silvia niña y mi mamá. Yo las estaba esperando en el patio de la casa y me ensucié los pantalones de lodo, no sé por qué, entonces mi mamá se enojó muchísimo, y me dijo ‘no vas a ir al desfile, te vas a quedar castigado por sucio, cochino’, y se fueron ellas solas al desfile. Yo me quedé en la casa todo triste y de pronto apareció mi jefe, mi papá, el alcohólico, el crudo, ‘qué pasó m’ijito, qué onda’; ‘no pues me iban a llevar al desfile y dijeron que siempre no, que porque me ensucié mucho’. ‘¡Cómo chingados que no!’, entonces me agarró y me llevó cargando hasta la Avenida Revolución, caminando porque no tenía para el camión que pasaba por el bulevar, y fuimos a ver el desfile ahí a toda madre.
“Dicen los psicoanalistas, como los Lacan, que el padre es el que se interpone entre la madre y el hijo, es el que se mete entre los dos y no deja hacer algo a la madre que cree que es injusto o que no quiere que sea, entonces como que el padre es la ley, es un orden, mi psicoanalista argentina en México dice, ‘donde no hay ley hay locura’, es una idea como muy lacaniana. Siendo una psicoanalista mujer yo le decía: ‘y por qué la ley no está en la mujer, por qué no en la madre’. ‘Así es’, me dijo, ‘te lo digo yo, que soy mujer y que soy psicoanalista de toda la vida’, pero la ley está en el padre. O sea, no es machismo psicoanalítico, ¿no?”.
Un ensayo inédito
“La Era de la Criminalidad” es el ensayo de Federico Campbell que el Fondo de Cultura Económica (FCE) publicará de manera póstuma.
Se trata del tercer título que completa la serie iniciada por “La Invención del Poder” (Aguilar, 1994) y “Máscara Negra” (Joaquín Mortiz, 1995).
“El libro que tengo ya contratado se llama ‘La Era de la Criminalidad’, sería el tercero, ‘La Invención del Poder’, ‘Máscara Negra’ y ‘La Era de la Criminalidad’, y todo esto forma parte de un libro de más de 500 páginas que contiene los tres libros”, dijo.
Campbell adelantó:
“Yo sí creo que históricamente nunca el mundo había vivido un índice de criminalidad como el de ahora, y lo que sucedió fue que al democratizar algunos instrumentos tecnológicos, se vino a beneficiar no solo la vida democrática, sino también a la organización criminal”.
El intelectual argumentó:
“El teléfono celular y el internet han sido muy instrumentales para la actividad criminal, de tal manera que hay ahora grupos criminales que son más poderosos que muchos estados nación, en términos financieros y en términos yo diría militares, de capacidad de fuego, en cuanto a poder de armas. Ése es un fenómeno nuevo en la historia de la humanidad, no había sucedido nunca antes”.
Cuando fue nombrado “Creador Emérito 2009” por el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC), el ensayista tijuanense compartió su visión a futuro:
“Tengo la idea de que estamos entrando en la era de la criminalidad, o en la edad del crimen, porque nunca antes en la historia había tenido el crimen organizado tal profusión, tal tamaño. Así como hubo la edad de piedra, la edad de la información, que es la que estamos viviendo según ciertos teóricos, yo pienso que estamos entrando a algo que podría denominarse la edad del crimen, porque nunca antes el crimen organizado había desafiado al Estado-nación”.

lunes, 17 de febrero de 2014

Cambiar el Código Electoral en Sonora

Una Reforma Electoral no corrupta
Por Alejandro de la Torre

Los Gándaras, Pavlovich, Figueroa, Astiazarán, López Caballero y etcétera, realizan soterradamente campañas electorales y también dan abiertas declaraciones de que quieren ser candidatos a gobernador, tan es así que pagan espacios a diferentes medios impresos y digitales para que les abran cancha rompiendo el equilibrio y el reglamento electoral, faltándole al respeto al buen criterio ciudadano que advierte un pobre desempeño previo y sus excesos en sus pretensiones políticas personales.
Esto delata que son tan codiciados el poder público y todos los beneficios que ocasiona a quienes lo ejercen que es el principal instrumento para enriquecer personas y empresas en este país. En vez de existir una economía virtuosa donde el progreso sea mucho mayor afuera del poder público que contrarreste esta avaricia por quedarse con los puestos de gobierno y sus influencias.
El dinero con el que opera el gobierno se produce con la fuerza de trabajo de obreros y empleados que generan la renta y el valor de empresas y mercancías, a los cuales se le imponen tributos para mantener la burocracia y a los gobernantes.
El gobierno vive del trabajo de los demás y no de su propio trabajo. Vivir de una economía prospera debiera ser la aspiración de todas las personas, pero en México esto es al revés. Los únicos sujetos que viven holgadamente son los que se dedican a una de cuatro actividades o a las cuatro simultáneamente: Las actividades ilícitas como el narcotráfico; segundo de la usura y la especulación como las empresas de crédito, prestamistas o empeño; tercero, de la venta de vicios como expendios, cantinas y casinos; y por ultimo quienes viven del gobierno. En cambio los que se dedican a vivir de su trabajo o a actividades productivas no les va bien.
Por ello vivir del gobierno se vuelve un vicio en vez de convertirse en un deber delegado por la gente y una función honoraria desempeñada por quienes les gusta servir y no robar. Los que han gozado de los altos ingresos como diputados o funcionarios y de las ganancias fáciles que obtienen como rebote del ejercicio del poder se envician en querer ascender en la escala política y seguir contando con altos privilegios.
Esta es la plataforma de causas que nos explica por qué son tan disputadas y tan adelantadas las ambiciones de los políticos de querer proyectar a sus personas de forma permanente y de emprender labores que vayan fincando el camino para obtener futuras candidaturas y ganar el mercado político, aún y cuando se esquiven o rompan las reglas electorales, pero más descarado es cuando compran costosos espacios en los medios de comunicación destapando sin el menor recato sus ambiciones políticas.
Para cambiar este sistema son necesarias tres reformas sustanciales que debe parir la conciencia ciudadana y convertir a los futuros procesos electorales en confiables, ya que hasta la fecha estos han entrado en una crisis y un quebranto de credibilidad con un sistema bipartidista corrupto y viciado que genera malos gobernantes.
Las campañas negras, -PRI contra PAN, PAN contra PRI-, provocan un clima de enfado y peste que la mayoría ciudadana detesta pero que tiene que soportar ante la carencia de un nuevo sistema político y la incapacidad por alcanzarlo.
Primera Reforma.- Debe regularse la calidad de la sustancia de ideas y capacidad de las opciones, esto es, las pruebas palpables del desempeño profesional y político precedente. La demostración de la capacidad intelectual y técnica y su debida comparación y el perfil psicológico, moral y formativo. Esta demostración y su comparación debe hacerse ante foros públicos los más amplios posibles que ahorraría costos y reducirían tiempos. (Reforma sustancial al Libro Cuarto “Del Proceso Electoral”, y el Capitulo VII “De la campaña electoral” correspondiente al Título Tercero, del Código Electoral)
Así el más voraz o el más rico de la contienda no se adelantará porque con un solo foro le ganaría el más audaz y el más asertivo, y el tonto rico perdiera así como el voraz inmoral también.
Contemplar en la Ley electoral el fondo sustancial como la prioridad de una campaña inhibiría a los adelantados e incluso los tiempos y costos para realizar actos y propaganda se redujeran para centrar la contienda en la comparación de ideas, capacidades y perfiles de los contendientes y no en comerciales repetitivos hasta el hartazgo, como ese comercial de un hotel con el apellido de dos políticos que además son parientes y de partidos políticos distintos.
Segunda Reforma.- Debe abrirse y ampliarse sustancialmente el registro de candidatos sin partido político, facilitando tajantemente la participación de estos en la contienda, así como el registro de Partidos estatales, regionales o municipales que compitan por los ayuntamientos y las diputaciones locales que le conciernan, esto es que los requisitos para participar a estos partidos debe flexibilizarse y facilitarse y un punto adicional de fondo para la reforma es el equilibrio del financiamiento público de cada partido partiendo de una igualdad de 0 en el gasto electoral de campaña, -No es una competencia de igualdad que un corredor calce spikes Nike y con 10 metros de ventaja contra un corredor descalzo y con obstáculos a su paso, deben empezar en la misma línea y con las mismas condiciones-.
Debe abrirse un mínimo de 10 por ciento de las curules en el poder legislativo y de los espacios en los cabildos de los ayuntamientos a estos candidatos sin partido. Así como existen diputados y regidores “plurinominales” debe haber diputados y regidores ciudadanos. (Reformar el Título Tercero “De la Elección” en sus Capítulo I “De la Elección del Congreso del Estado”, el Capítulo III “De la Elección de los Ayuntamientos” y agregar el Capítulo VI –hoy derogado–  “De las candidaturas independientes” y el Libro Segundo, Titulo Primero “De los Partidos Políticos Estatales”, Capítulo II, artículos 12, 16 y 17 y otros. Todos del Código Electoral para el Estado de Sonora)
Tercera Reforma.- Los organismos electorales deben reformularse. Actualmente todas las funciones y actividades del CEE y del TEE, están enmarcadas en la desconfianza.
En vez de estar basificados en la confianza y en el respeto, operan y toman sus decisiones invadiéndolos y oprimiéndolos la desconfianza en el proceso, en la función, en los competidores, con otros, entre sí mismos y en sí mismos, y así no se puede.
Se desconfía de los dados cargados, en el fraude electoral y el irrespeto al voto, en la desigualdad de la contienda y en la corrupción del poder público y los poderes facticos que intervienen para influir en el resultado. (Reforma al Título Primero. Capítulo II. Artículos 86, 88, 98,99 y otros. Código Electoral).
Debe voltearse la pirámide y los ciudadanos tomar el poder. La base en la toma de decisiones y operaciones deben asumirla los ciudadanos que participan en la labor de promoción cívica y en las casillas electorales y los ciudadanos que ocupan los consejos deben únicamente finalizar la actividad sumando y sintetizando los resultados. Pero actualmente esto es al revés.
Los 5 consejeros electorales estatales asumen una función autoritaria y déspota que les faculta el poder político del gobierno y ganan enormes emolumentos de un millón de pesos anuales cada uno, más estímulos económicos y son los que deciden de principio a fin el rumbo y sentido de la función y operación electoral y he ahí la base de la desconfianza en ellos por que terminan sirviéndole al poder y no a los ciudadanos.
Esto debe cambiar y debe formarse una base de participación que asuman los ciudadanos que hacen la elección, se pongan en la cabeza, y tomen las decisiones. Que los consejeros estatales surjan de estos ciudadanos que generan, promocionan, operan casillas y el voto y que no tienen percepciones ni cobran sueldos por ello.
Reformar el Código Electoral de Sonora adaptando los artículos que lo estipulan bajos estos tres apartados de modificaciones legales será la única salida para encontrar la igualdad de oportunidades para competir en una elección, mejorar la calidad de la contienda y formar buenos gobiernos eficientes y honrados y le sirvan al pueblo y no como hoy ocurre que los procesos electorales siguen sin ser creíbles, están marcados por el fraude, el dinero sucio, la intromisión del gobierno y al final llegan al gobierno ladrones y déspotas.

miércoles, 12 de febrero de 2014

12 de diciembre Yaqui

Danzas y ceremonias Yaquis para celebrar su Resistencia
Por Guadalupe Duarte Espinoza



Sonora. Una de las fiestas del año de la tribu yaqui es la que celebran el 11 de diciembre para recibir el Día de la Virgen. Al caer la tarde comienza la danza de venado, paskolas y matachines, intercaladas con rezos durante toda la noche. Antes de iniciar se postran los danzantes ante la imagen esculpida, así como las autoridades tradicionales, ancianos, mujeres cantoras y hombres -algunos con cargos-. Esta vez, muy en lo alto tiraron al cielo luces de bengala de colores luminiscentes que al caer alumbraron los rostros sonrientes de la gente del pueblo, en su muy merecido gozo.

Tiempo atrás, esa manifestación de vehemente adoración a la virgen morena que existía por todo México, llegó como el viento a esta región y fue aceptada por la tribu, ya que en ellos no hay fronteras cuando se trata de venerar al espíritu femenino, la madre naturaleza, madre tierra. En las creencias que pasaron de generación en generación, plasmadas después en textos de Santos Garcia Wikit, dice: “Juku Jeeka (viento de lluvia) es una antigua deidad que fue querida y respetada; ella interpretó las predicciones del árbol del profeta y es quien se casa cada cien años para defender a la humanidad yaqui de la escasez, ella vuelve y con su presencia surgen las flores”.

En su cosmovisión, los Yaquis comprenden más allá, su entendimiento se extiende en una percepción del espíritu íntegra y profunda. Imprimen una fuerza original a sus actos, ciertamente la solidez de su fe la hace más intensa a diferencia de nosotros los de la ciudad que en la mayoría de las veces tenemos fe dogmática o nos atoramos en conceptos con los que construimos muros.

Al día siguiente por la mañana, 12 de diciembre, comienza el rezo a cargo de las autoridades religiosas. Es un escenario sobrio, con la Virgen de Guadalupe al centro, cuyos ojos miran hacia abajo como efigie viviente observa a la tribu que le ofrenda.

Las cantoras entonan su rezo con una tristeza dulce, sus voces se mezclan con el ruido de la lluvia de esa mañana fría. El entorno endurece la garganta. Los yaquis han luchado desde hace siglos contra la desmedida ambición de conquistadores, hace décadas contra la extinción y exilio, hace años en defensa de su agua, y hace muchos meses en la resistencia por medio del bloqueo carretero. Por eso, todas las actividades de la tribu adquieren otra dimensión, que es de subversiva trascendencia.

Tras la fiesta de la noche anterior, El Conti se ve desolado y lluvioso. El bloqueo carretero está a 15 minutos, en un lugar donde la tribu yaqui sembró su estandarte en la tierra, ahora de asfalto, y volvió a trazar la raya Ania-baha-lute (aquí termina el universo) como con Diego de Guzmán centenas de años atrás. Hoy este trazo quizá no se ve, pero sí su rigor, presenciado por incontables viajeros que convergen de norte a sur y de sur a norte desde el día 28 de mayo de 2013. Ahí, en ese suelo, se encuentra un integrante imprescindible en esta brigada de lucha: la mujer yaqui, que provee de alimento en ese lugar a la tropa.

Existe una frase escrita del profesor Palemón Zavala sobre los guerreros yaquis, donde menciona: “Fue la influencia de las madres yaquis quienes levantaron una generación de yoremes que habrían de asombrar a la nación entera”. ¡La mujer yaqui, qué admirable e incansable es! Ella aviva la lumbre de día y de noche, ella aparte de nutrir la fuerza con su alimento, también lo hace con su visión, esa de linaje inextinguible que siempre ha sustentado a la tribu.

Hace unos días mi prima originaria de Etchohuaquila, un antiguo pueblo situado al sur de Sonora, me relató que su anciana abuela contaba cómo antes de la Revolución en su niñez, los antiguos mercenarios pasaban en caballos por ese pueblo. Eran numerosos y cada uno llevaba unos sacos o morrales colgados y dentro llevaban muchas orejas que les cortaban a los cadáveres de yaquis que asesinaban, para cambiarlas por dinero. Así les pagaban las vidas. Fue una cacería inmunda y el conteo macabro era en grandes cantidades.

Innumerables testimonios de ese tiempo quedaron sin registro. Son muy pocos los que llegaron a escribirlos, ya que estaba por encima la aplastante y funesta dictadura de PorfirioDíaz, al que le llamaban “El Triturador” con su nauseabunda frase: “no hay mejor yaqui que el yaqui muerto”. Los originarios de esta región escuchamos historias narradas por nuestros abuelos, y ellos a su vez de nuestros bisabuelos, sobre la infamia cometida contra la Tribu Yaqui por décadas.

En ese valle del Jiac Bat-ue (mucha agua que hace ruido) Jiac, Hiaquimi, Hiaqui, que fue testigo de sus luchas, la tribu yaqui hoy se encuentra en medio del ojo del huracán. Le rodean jaurías completas que quieren devorar su espíritu inquebrantable, entretejiendo artilugios con fines arteros para ofrecerles vida con características trasnacionales pero que, ellos lo saben, lo ven, sólo es muerte.

Con nobleza los yaquis contemplan con alerta y sabia paciencia a esos hombres yorizados. La tribu sabe que la traición está latente y que es algo inherente a la lucha. Saben de sus pasos andados en los siglos y que hoy caminan sin descanso, hoy que uno a uno los meses se suman en la cuenta de su histórica lucha ahora por su agua.

Su tierra lo es todo. La tribu yaqui está sembrada en ella, la semilla de sus ancestros florece en su garganta, en sus manos, en su sangre. Su madre es la tierra, su padre es el río.

En la Semana Mayor, sus actividades dan cohesión a la tribu. Realizan procesiones con marchas interminables que guardan seriamente. ¿A dónde van cuando marchan incansablemente por días enteros? ¿Qué recorren, tan inmersos? ¿Será que en su cosmogonía recorren la vía láctea?

Los danzantes matachines giran y giran como los astros, y su danza alucinante los lleva lejos. No están solamente aquí, pareciera que en su trance transitan al ritmo del universo.
Su venado danzante, con penacho de ocho cuernos -uno por cada pueblo-, los lleva del crepúsculo a la aurora. En los serios rostros yaquis brilla su mirada cuando presencian su misteriosa danza.

Esta danza interpretada genuinamente por la tribu, debiera ser también legado cultural mundial, en tanto sea comprendida por lo ancestral, pura y solemne que es. Con la escasez de agua estará en peligro de extinción por no poder ser interpretada en su forma original, con todos los elementos rituales de la naturaleza que la conforman -vegetales y fauna- y que son esenciales.
Los danzantes y músicos deben ser yoremes de conocimiento, integrantes de la tribu viva. La pantomima creada por la coreógrafa Amalia Hernández no la comprendió en absoluto. Hubo mera ignorancia de este ritual, adaptado a los pasos de ballet para representar los movimientos del venado en forma muy elemental, sólo como argumento de caza. Es como si de un libro únicamente viéramos la carátula y jamás lo abriéramos, dando por hecho que no hay más contenido.

La Danza del Venado es una prueba de cómo una danza ritual sagrada para la tribu es tergiversada, para mostrarla como espectáculo a la gente yori. El precio que pagan por verla no solamente es monetario, sino que se pierde un conocimiento que aviva el espíritu. Es como si alguien inventara una versión coreográfica para entretenimiento de algún culto religioso, eso sería con seguridad considerado una blasfemia.

Pero las versiones vanas no perjudican a la danza ritual del venado. La original no necesita de aplausos. Pueden estarla danzando con la misma intensidad a las cuatro de la madrugada sin ningún espectador porque lo hacen inmersos en el poder inescrutable de la creación y así es ofrendada.

La sabiduría de la tribu yaqui es ancestral. Sus ye-mastames, maejto o maestros son depositarios que custodian el conocimiento de su universo. Dicen que esta raza proviene de los Surem, seres de altísima sabiduría que en los albores de los tiempos poblaron esta tierra, antaño llamada Pusolana -que comprendía desde Arizona, Estados Unidos, hasta Mazatlán, Sinaloa.

Los que nos asomamos a su historia quisiéramos darles un puñado de triunfos presentes. ¿Qué podemos ofrecerle a la tribu que brilla con luz propia? Solidaridad. Como sociedad nos iremos dignificando conforme comprendamos la riqueza misma de su existir. El sol de la tribu yaqui nunca se ocultó. Sigue su brillo interminable, a pesar de sus nefastos y rastreros enemigos siempre apuntando con voraz ambición a las riquezas de su tierra. Todo lo soportaron con estoica resistencia, todo lo sobrevivieron, siempre resucitando de cada golpe sangriento. El dolor los templó como se forja al fuego la espada.

Fueron llamados los espartanos de América, y están vivos. Los yoremes de hoy vuelven a escribir la historia con determinación, pero la diferencia es que ahora no están solos. Hay conciencias que están listas para corresponder a su espíritu invencible. Las de nosotros, los que somos de cualquier lugar de Sonora, los que somos de cualquier lugar del país, los que somos de cualquier lugar de la tierra.