Revista CRóNICA10.

viernes, 31 de octubre de 2014

El Eme Ochoa y su portada

La publicidad para el Eme
¿Quién pompó, quién pompó?
Por Aureliano Rincón


En el ocaso de una sesión de Cabildo, donde no hubo tema que generara mayor polémica, de pronto la regidora Mirna Coronel le “pone sabor al caldo” al cuestionar el proceder del secretario de Desarrollo Social, Emeterio Ochoa Bazúa, quien según la panista, se gastó 90 mil pesos al contratar la portada de la revista Gente y Negocios.
A como están las necesidades en la comunidades de Cajeme no están los tiempos para esos lujos, expone la edil albiazul, por lo que “exigimos que se aclare si la publicación se pagó con recursos públicos o lo pagó de su bolsa”. El espíritu curioso de Chico Ché ronda por la sala de Cabildo y no precisamente porque se acerca el Día de Muertos.
La sospecha viene porque en el número 34 de la revista se utilizaron escudos oficiales,  remarcó la regidora Mirna –muy al estilo Coronel-  de ahí que es necesario que se investigue porque los recursos de Desarrollo Social deben ser utilizados para apoyar a grupos vulnerables y no publicaciones con tinte electoral.
Silencio sepulcral y nadie de los regidores priistas sale a la defensa del ex dirigente municipal del Frente Juvenil y funcionario “consentido” de la administración, hasta que el Alcalde de Cajeme toma el micrófono.
De entrada Rogelio Díaz Brown se deslinda, al afirmar que “de mi parte no existió ninguna autorización, además que no hay ninguna relación comercial” y después le concede el beneficio de la duda: “quiero pensar que o pagó de su bolsa”, lo que provoca murmullos entre los miembros del cuerpo colegiado.
Luego instruye al secretario del Ayuntamiento, doctor Antonio Alvídrez Labrado para que se haga una investigación sobre el caso de la publicación, donde además de la portada, le dedican 4 páginas con fotos en eventos, recuadros con cifras y declaraciones.
 “Emeterio Ochoa, la juventud por la justicia social”, dice el título de la entrevista, donde habla de su trayectoria política y el desempeño al frente de la dependencia, que desde el miércoles 29 el funcionario compartió a los más de 6 mil de contactos de su cuenta de Facebook.
Termina la sesión, pero el tema sigue por los pasillos de Palacio Municipal, mientras varios regidores se dirigen hacia el estacionamiento.
“Usted ya juntó los 90 mil pesos regidora”, le pregunta un reportero a Denisse Navarro Leyva, otro de los prospecto del PRI para el Distrito XVII, junto con el multicitado funcionario municipal. La edil apenas esboza una sonrisa, mientras la alcanza uno de sus homólogos para confiarle.
“Pues yo ya salí en la portada de Gente y Negocios y no pagué nada, también saldré en Socializando y tampoco me va costar”, presume René Arturo Rodríguez, presidente del Club Yaquis, a donde seguramente llegan las facturas para promover su imagen.
A unos metros, un grupo de panistas bromean: “pues vamos a tener que hacer una rifa entre los regidores para juntar esa cantidad y salir en portada”. Algunos hasta piensan en pedir por adelantado el Fondo de Aportaciones de Retiro de Funcionarios para hacer la “vaquita”.
Y es que de ver dan ganas, más en los tiempos previos a la definición de candidaturas y saben bien que como sentencia el refrán: “Santo que no he visto no es adorado”. Pero la pregunta queda en el aire y sin respuesta, como en la guapachosa canción del oriundo de Azcaptozalco, "quién pompó esas cositas quén pompó... ♪ ♫"

jueves, 30 de octubre de 2014

Difunto no tuvo apoyo del DIF.

No le dan cristiana sepultura. 

Lo velaron tres días en la banqueta.

Fueron los vecinos quienes pagaron servicios al DIF


Por Fabiola Navarro.


Como de película, el cadáver de Francisco Monge, duró velándose tres días en la banqueta del que fuera su domicilio en la colonia Benito Juárez, porque el DIF argumentó no poder prestar el servicio en el panteón, debido a que no se había pagado el terreno, pero sí el costo del ataúd y la fosa.
El hombre de 82 años de edad, vivía solo en su domicilio ubicado por las calles Obregón y 6 de abril; luego de convalecer 8 días en el Hospital General, falleció y su cuerpo fue entregado a los vecinos, ya que sus familiares no lo reclamaron.
Un vecino que omitió su nombre, pagó 1,750 pesos por los servicios funerarios en el DIF y 600 pesos más para el terreno en el panteón, al ver que el cuerpo permaneció más tres días en la banqueta, decidió pagar 750 pesos más a la dependencia para que fuera sepultado; sin embargo, en recibió una llamada de quien suponen fue nuera del anciano, quien pidió se le construyera una gaveta, lo que retrasó aún más el trámite.
María del Rosario Alcaráz Duarte, vecina de Don Franciso, narró que ella le llevaba alimento y el resto de los vecinos lo cuidada, por lo que su muerte les duele profundamente. Ellos mismos lo velaron los días que estuvo en la banqueta.
Por si fuera poco, pagaron la misa en la Iglesia Santa Teresita, pero como no había carroza que trasladara el cuerpo, pasaron los días y éste entró en estado de putrefacción, por lo que el sacerdote no puede recibirlo en el templo.
Además, durante las velaciones por las noches, se suscitó una pelea entre cholos, quienes querían robar las bases de metal, " también nosotros corrimos peligro de ser golpeados", expuso.
Se pagó al DIF la totalidad del servicio y el cadáver sería sepultado el mismo jueves.

lunes, 27 de octubre de 2014

Ayotzinapa y los invasores

Juárez y la intervención... en Ayotzinapa
Por Martín Velez 

Benito Juárez era un indio más cabrón que bonito. No tenía la apostura de Melchor Ocampo o Miguel Lerdo; no tenía los elegantes rizos de González Ortega (el metrosexual de la Reforma), ni tenía la habilidad discursiva de ninguno de ellos, como para que verbo matara carita. No tenía la claridad ideológica de Ignacio Ramírez “El Nigromante”, ni la palabra encendida de Guillermo Prieto o Rivapalacio. Era otro el atributo del chaparrito oaxaqueño.
Cuando el ejército francés por fin se impuso (mayo de 1863), y el gobierno de la república tuvo que abandonar la desde entonces muy noble y leal Ciudad de México; cuando la caravana republicana enfilaba rumbo a San Luis Potosí, aquel Juárez en retirada sabía ya el futuro de la intervención extranjera, pues el indio no era bonito, sino cabrón, y era dueño de la visión estratégica que nadie más tenía, como él, en aquel grupo de grandes que formaron los grandes de la Reforma.
Por eso pudo decir, ya en San Luis, “Reconcentrado el enemigo en un punto, como hasta ahora, será fuerte en ese punto, y débil en los demás; si se disemina en el territorio nacional, entonces será débil en todas partes”. En esas frases Juárez trazó la estrategia de lo que sería la resistencia republicana, que al principio fue guerrilla, y luego un ejército en forma que, dirigido por el Orejón Escobedo, pudo derrotar en Querétaro al ejército invasor. Paradójicamente, aquel ejército invasor estaba formado mayormente por mexicanos, pues los franceses de Napoleón, el chico, habían puesto ya sus pies en polvorosa.
Como paradójico es que en la actualidad los cuerpos de seguridad mexicanos, todos, asuman el papel de ejército invasor. Las matanzas que se suceden una tras otra, las violaciones sistemáticas de los derechos humanos, la absoluta insensibilidad mostrada frente al sufrimiento y los reclamos de la población así lo demuestran. El ejército mexicano, la marina, las policías todas, actúan como ejército invasor. Esta afirmación parece exagerada, sin embargo es real. Un hecho simple ilustra la precariedad operativa del moderno ejército invasor.
Sucedidos los trágicos acontecimientos en Iguala, que costaron la vida a medio centenar de maestros que ya no pudieron serlo, las Instituciones Nacionales mandaron un ejército de agentes, peritos, expertos, aviones, helicópteros, todoterrenos, perros (de varios tipos), etc. para ubicar a los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. Un mes después el resultado es que los maestros en ciernes no aparecen, y lo que apareció no sorprende a nadie. Porque el reguero de cadáveres, desde el macabro sexenio de Calderón, no puede asombrar ya ni siquiera a la delicada sensibilidad de la comunidad europea, menos a nosotros. El moderno ejército de instituciones invasoras, que nos cuestan miles de millones de pesos mensuales, resulta incapaz de generar un resultado aunque sea mínimo.
Entonces entra en escena el padre Solalinde (que nos sale gratis) y dice lo que le dijeron víctimas y testigos. Y lo que dice el padre nos acerca a la verdad, gratis, más que los miles de millones que derramamos en instituciones invasoras, inservibles, por lo demás. Porque una sola persona, en este caso el padre Solalinde, que goza de la confianza de la población, vale más que sagaces agentes, expertos peritos y fieros perros que invaden hoy Guerrero.
El carácter ocupacional de los cuerpos de seguridad gubernamentales se ha desarrollado en los últimos treinta años, cuando ha sido cada vez más evidente que lo que queda del estado nacional responde a intereses ajenos a los de la población. El gobierno y “las instituciones” están, en el mejor de los casos, para cuidad los intereses de un puñado de “mexicanos” que pertenecen a la élite política y económica; en el peor de los casos, los cuerpos de seguridad responden a intereses ajenos a México. Así es evidente cuando son lanzados contra poblaciones rurales que son despojadas de sus recursos por compañías mineras extranjeras.
Las actividades criminales de José Luis Abarca, el Chucho de Iguala (considérese que su esposa, también prófuga, es consejera nacional del PRD por la planilla de los chuchos), fueron conocidas meses antes de que sucedieran los trágicos acontecimientos que hoy enlutan a México y al mundo. Sus crímenes fueron expuestos incluso en Washington, en la Corte Interamericana. Pero Murillo, Osorio, Peña y Aguirre estaban muy ajetreados cumpliendo sus tareas de ocupación, de extracción de la riqueza nacional, como para darle importancia a las actividades delincuenciales del Chucho de Iguala.

Es mucho pedir que la gente confíe en “instituciones” que a todas luces defienden intereses que le son ajenos. Los mexicanos desconfían hoy de gobernantes, militares y policías, como en su tiempo desconfiamos de los franceses que invadieron México; por eso, como lo previó el más grande mexicano de todos los tiempos “si se concentran en un punto (Michoacán), serán débiles en los demás; si se diseminan en todo el territorio, serán débiles en todas partes”. Es que para efectos prácticos son un ejército de ocupación, cuya principal función, y esa sí la cumplen, es apropiarse de la riqueza nacional.

viernes, 24 de octubre de 2014

Focos Rojos para el Gobierno Federal. Ayotzinapa

SE ENCIENDEN FOCOS ROJOS EN TODO EL PAÍS 
EL CRIMEN DE LESA HUMANIDAD CONTRA NORMALISTAS.
Por Raúl Márquez Picos

La caótica situación política, económica y social que vive México, tiene su origen en los malos gobernantes que, desde hace 30 años,  se han alejado de satisfacer las necesidades de la población, que los eligió con ese fin. Dichos gobiernos se han empecinado en enriquecerse al amparo de la impunidad galopante que permea al país. Son excepciones los que hoy gobiernan lícitamente, muy pronto, los más abnegados teóricos políticos, los mejor intencionados, una vez en el cargo, sucumben ante el régimen de corrupción y privilegios, ante poderoso Caballero que es Don Dinero, ante el glamour que la publicidad enfermiza les endilga. La economía mexicana como la de otros países con gobiernos neoliberales, ha fracasado en sus planes de progreso bajo el cobijo de esta doctrina económica para el desarrollo, que los gobernantes, generalmente provenientes del PRI y del PAN  han adoptado sumisamente, obedeciendo la petición del Imperio Norteamericano, y con lo cual han privilegiado el enriquecimiento desmedido de unos cuantos, que obviamente incluye a la mafia política y a la oligarquía empresarial, perjudicando arteramente al resto de la población.
Ante ese desolador panorama, el pueblo despierta, se encienden focos rojos en todo el país, el último, la matanza de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Guerrero, y digo matanza porque, aunque no han aparecido los cadáveres, los hechos nos conllevan a una masacre de grandes proporciones cometida por policías municipales y apoyados por el Cártel de Guerreros Unidos, muy ligados a la pareja presidencial local, de Iguala,  José Luis Abarca y esposa, con la complacencia del Ejército Nacional. El crimen de lesa humanidad en contra de los normalistas, a pesar de la condena internacional, lleva visos de que, quedará impune. El crimen, de quedar sin castigo, acrecentará el descontento y la rabia del pueblo que hoy, más nunca, clama justicia. Son dos las líneas de investigación  que deben de ser revisadas, una de ellas está relacionada con el malestar de la esposa del Presidente Municipal, Abarca, que en la víspera de su informe ante el DIF, instruyó a su marido para que los reprimiera y evitara una protesta que se vislumbraba, durante el ofrecimiento de su informe, y la otra, que el  gobierno priista en turno, a la vieja usanza dinosáurica, la propició y gestó desde las altas esferas del poder para desprestigiar ahora a un Partido de izquierda, o lo que queda de él, el PRD, y así eliminar cualquier piedra en el camino que le permita ganar las elecciones federales el 2018. Ese foco rojo, es el más resplandeciente y día a día crece la inconformidad nacional en exigencia de que el gobierno entregue vivos a los estudiantes que aún no han sido localizados, y se haga justicia. 
Otro foco rojo lo representa las manifestaciones de protesta de los jóvenes estudiantes del IPN, que, lejos de aceptar que el Estado cree  carreras técnicas superiores, como pomposamente las hacen llamar, para producir Técnicos que cobren la mano de obra barata, al gusto de las compañías extranjeras que nos invadirán en el caso de no revertirse la Reforma Energética, limitando las licenciaturas; les molesta a los estudiantes, y con justa razón, que las Reformas Educativa y Laboral se hayan aprobado al gusto del Imperio. Los falsos cimientos en que están redactadas, irán desgajándose cada vez que se deban aplicar en los hechos. El movimiento nació grande y en el caso de mantenerse y crecer, puede ser otro detonante de una insurrección, indeseada pero inducida por los malos gobiernos, en aras de satisfacer sus deseos de poder económico, antes que los de satisfacer las necesidades de la población.
Existen muchos otros botones de muestra que causan nerviosismo en la cúpula política gubernamental, pues ven en riesgo sus planes perversos de seguirse enriqueciendo al amparo de la impunidad. Los casos del Doctor José Manuel Mireles, auténtico vocero de las Autodefensas Michoacanas y de Mario Luna, de la Tribu Yaqui, son el ejemplo de cómo reaccionará el gobierno en el caso de que alguien enarbole una bandera contraria a sus intereses. En ambos casos, las causas de su detención obedecieron a delitos que les fueron sembrados, convirtiéndolos de esa manera en presos . ¿Hasta dónde llegará la perversión de los poderosos en aras de seguir incrementando sus ingresos económicos y cotos de poder político?, en lo personal respondo: Hasta donde el pueblo lo permita.

jueves, 16 de octubre de 2014

Padrés y la Segob

Padrés y la Segob: Luna preso
                                          Por Alejandro de la Torre
La Secretaria de Gobernación (Segob) ese instrumento político de poder que somete y a la misma vez negocia, que controla la expresión en general y la libertad de cultos en particular, que espía a todos los sujetos políticos del país, y toma en el último momento la decisión de reprimir o “guardar” la seguridad del Estado con la violencia.
Ese aparato digno de las peores maquinaciones de Fouché para defender la figura presidencial, aunque sea pisoteando la Constitución, no puede hasta el momento controlar la devastación guerrerense y que irá al derrocamiento de Peña Nieto si no se conoce el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Ese ministerio del interior, herramienta obscena del poder, por si fuera poco, ha dejado reventar a los yaquis con gran cinismo y perversión, no ha intervenido para liberar a la carretera como debiera ser su misión y generar un nueva interlocución con el arrogante gobernador de Sonora, para flexibilizarlo y atender la demanda de parar el acueducto mientras se vuelve a rediscutir con usuarios del agua y con el derecho indígena  a preservar lo que considera al Padre Río que se está secando, y buscar una solución  y/o alternativa.
Con un trinar de dedos puede el Secretario liberar a los yaquis Mario Luna Romero y Fernando Jiménez Gutiérrez, pidiéndoselo formalmente al gobernador para que retire los cargos, pero cínicamente no lo hace. Podría alegar la Segob que es un caso del fuero común de competencia local, pero es desde luego hipócritamente un “me lavo las manos” provocando que el problema se alargue y se alargue también la burla contra el pueblo Yaqui.
Puede incluso ser más suave e intervenir disponiendo de instrumentos legales de apoyo para lograr que instancias del poder judicial federal atiendan la restitución de las garantías individuales de los presos y salgan de la cárcel, más cuando son indígenas y en el caso de Mario Luna es un comisionado del gobierno autónomo indígena que representa la interlocución del movimiento yaqui por defender el agua del Río Yaqui con cualquier otro gobierno.
Pero ese elefante blanco de Gobernación no interviene dejando que el problema se agudice más y tolerando la acusación del gobernador contra los yaquis y fabricándoles ese estúpido delito de privación ilegal de la libertad y la detención del vehículo que cargaba el presunto “secuestrado”, como robo, -y mucho tiempo después el 8 de septiembre, encontrado su cadáver-, ya que había sido liberado, por la guardia después de azotarlo y expulsarlo como castigo por su comportamiento que violó la ley yaqui y las disposiciones de la autoridad indígena.
De esta manera un problema interno de gobernabilidad que se da en el marco de la autonomía de la tribu yaqui así como se reconoce su territorio, su mando y su cultura por las leyes mexicanas, es aprovechado para apresar a los yaquis.
El Fiscal Carlos Navarro Sugich recibió órdenes del secretario de gobierno estatal, Roberto Romero López para hacerse cargo de la acusación penal contra Mario Luna, Fernando Jiménez y Tomás Rojo, desde finales de 2013, aprovechando el hecho en que “el secuestrado” y hoy finado Francisco Delgado Romo que abiertamente enfrentaba a los yaquis que han bloqueado la carretera para oponerse al acueducto, fue expulsado de la tribu por la autoridad tradicional de Vícam Pueblo por su mal comportamiento, también se le conocía por ponerse de parte del gobernador Padrés desde que inicio el movimiento indígena.
Pero en realidad la detención de Delgado Romo –supuesto secuestro– en junio de 2013, fue ordenada por el gobierno tradicional de Vícam y castigado con chicotazos como es la costumbre de penalidad y consecuente expulsión de cualquier rango o linaje yaqui.
Delgado Romo no fue el primero ni será el último castigado con las formas aplicadas por la autoridad tradicional yaqui, costumbres rituales antiguas que nunca atentan contra la vida pero si contra la vergüenza, el desprecio y la destitución del sancionado, rituales que se desarrollan principalmente en la cuaresma y en los actos religiosos tradicionales pero también ineludiblemente se aplican contra algún miembro indígena que violenta la vida de la comunidad.
Pero Delgado dice la PGJE desaparecido el 26 de agosto fue encontrado muerto el 8 de septiembre, -14 meses después del supuesto “secuestro”, semienterrado en una bolsa de hule negra, y atadas sus manos con cuerda de plástico con lesiones en cráneo y tórax y con un letrero escrito en un cartón.
El hoy occiso tenía además de sus vínculos con el gobierno del Estado y su choque con el movimiento indígena en contra del acueducto y su lideres yaquis, comportamientos oscuros que daban a la sospecha que lo envolvían en un escenario cada vez más agudo por las actividades ilícitas y el incremento lamentable en territorio yaqui del consumo de drogas y la existencia de narcotraficantes.
Por ello la Segob no procura atender la demanda yaqui para resolver el bloqueo de la vía federal y tampoco lo hará por deducción para liberar a los dos yaquis presos y desistirse de la persecución de otros más, que hace el gobernaitor Padrés.
Al contrario, para el PRI y su gobierno tenerlos presos es una palanca más para avanzar en el camino para recuperar la gubernatura de Sonora y provocar el rispamiento y aferrar al gobernador derechista en la medida de apresarlos, brindándoles a los senadores priistas precandidatos Gandara y Pavlovich un artilugio más de campaña electoral.
En vez de recuperar la estabilidad perdida que desea la población sonorense, como en Guerrero, la Segob se lava las manos y perversamente como Joseph Fouché duque de Otranto, el operador político de Napoleón en el siglo XVIII, deja que el problema reviente buscando la ganancia del pescador en el mar revuelto.
Por ello los senadores priistas no abogan con el gobierno federal por la libertad de Luna, fingen pedirla y al contrario, se benefician de la estupidez de los gobernantes panistas en Sonora.
Es el 26 de septiembre pasado cuando los abogados del Distrito de Riego del Rio Yaqui S. de R. L. Benito Ramos Rodríguez y Javier Medina Cisneros interponen el Amparo Indirecto que cae por turno en el Juzgado 10° de Distrito de Hermosillo para buscar la liberación de Luna quedando pendiente el amparo para Fernando Jiménez todavía no interpuesto después de 18 días de haber sido declarado su auto de formal prisión.
En estos recursos legales no se ha dado en ningún momento asesoría alguna, facilidades legales o herramientas de defensa proporcionadas por la Secretaria de Gobernación, cuyo titular es Miguel Osorio Chong o por lo menos, por su coordinador del noroeste del país, Adrián Manjarrez Díaz, para coadyuvar en la liberación de los indígenas.
Al contrario, el titular Chong aparece en los periódicos sonriente y rampante junto al gobernador Padrés hace unos días en un encuentro que no informa de ninguna novedad sobre la posibilidad de liberarlos.
Y aunque Benito Ramos director jurídico del distrito de riego, asegure que se concederá, enfátiza: “la resolución del Amparo de Luna tardará dos meses y medio en emitirse, o sea a mediados de diciembre”.
La lógica perversa de la disputa del poder político nos dice que no se le concederá el Amparo a Luna, a causa de los intereses electorales del PRI y de la estupidez política del PAN, y saldrán libres solo después de las elecciones, a menos que el pueblo decida otra cosa.
Y aún más los hechos de Ayotzinapa son prioritarios para el gobierno federal e indirectamente podrían ayudar sin querer al problema yaqui, si no se satisface el reclamo general de presentarlos vivos a los estudiantes o aunque sea muertos.
Si no se encuentran, el pronóstico es desgarrador para el proceso electoral en ciernes, ya que no habrá paz en el país.

lunes, 13 de octubre de 2014

Marcha libertad a Mario Luna

La marcha de todos
Por Rogelio Valenzuela Parada
…“El tubo”, o “Acueducto Independencia”, trasvase de las aguas del Río Yaqui, represadas en “El Novillo” o Presa Plutarco Elías Calles… Es la toma injustificada e innecesaria de esos caudales de vida, sin derecho ni fundamento legal o jurídico técnicamente correcto, sin fundamento social verdadero y sin legitimidad política, pese a las campañas oficiales, pese a la falsificación, desinformación, manipulación de la información y a la tergiversación de los hechos, en lo que debiera ser la presencia clara y manifiesta de una realidad común para todos, accesible y transparente, conforma a los principios constitucionales.
En grandes rasgos se puede decir, sin asomo de duda de que carecemos de unagobernanza para todos. De que el Gobierno de Guillermo Padrés no debe de continuar por ser contrario a los principios constitucionales, legales y morales que habían de tener vida bajo su mandato o ejercicio de gobierno. Ni de lejos estamos en contra de su persona o en contra de algo o de alguien. Si queremos, deseamos y estamos determinados a que las cosas sean bien hechas y de que haya y tengamos buen gobierno: responsabilidad, principios éticos, capacidad, seriedad, sinceridad y eficiencia. Tampoco estamos en favor de alguien lo particular, tampoco para partir o dividir, o para hacer partidos y política, conforme a la nefasta práctica establecida.

LOS YAQUIS, EN DEFENSA DE SU GENTE, DE SU TERRITORIO Y SUS RECURSOS, LÁSTIMA QUE SE ESTÁN DEJANDO MANIPULAR POR INTERESES PERVERSOS Y MEZQUINOS... (Epígrafe y Foto de Miguel Valdéz).

En todo caso, si se quiere ver así, hacemos parte de lo que se podría llamar unaizquierda social, como la intención de transformación positiva -ideal de progreso y perfeccionamiento- y la puesta en marcha de alternativas absolutamente en favor de todos, partiendo de la desigualdad hacia la equidad. También podría decirse, si se desea ver así, que hacemos parte de la derecha social, reconociendo la necesidad de un orden y establecer sana y positivamente principios valores y reglas, por la educación y la cultura enfocada en el Desarrollo Humano Integral  (sin canalizar ni domesticar las mentes) y que dentro de la libertad permitan el progreso y oportunidades para todos. Oportunidades para compartir, para cooperar, para la solidaridad. Oprtunidades para caminar y hacer juntos por el bien de todos.
Buen gobierno para todos. Eso es lo que queremos. Si es necesario que G. P. se vaya o que sea procesado, juzgado y castigado, para este servidor en lo personal eso es secundario. Nosotros, la gente, las personas, las comunidades, las familias, muchos de entre nosotros, queremos al frente de la sociedad y de la vida pública a personas con inteligencia y sensibilidad, con sencillez y naturalidad, con visión y sentido de conjunto, dispuestos a servir (no a  servirse) y que vivan esa entrega de un modo sincero, limpio, responsable.
El que tiene el poder, autoridad o representación  ha de ser el servidor de todos y ver a la población toda como a su  familia, como una misma comunidad, en medio de diferencias y diversidad, en medio de tensiones y contradicciones. En medio de retos, problemas y complicaciones.
Quien está en ejercicio de la función pública, ha de ser un servidor del pueblo, de la población, de los intereses y necesidades de la gente, ha de ser el servidor de todos, de las comunidades y familias, no solamente de las mayorías o de los más necesitados, los que desde luego han de tener prioridad en lo inmediato, por razones de equidad.
El gobernante de hoy  ha de ser, como lo fue en la antigüedad “como un buen padre de familia” que sin excepción vela cuida y trabaja por el bien de cada miembro de la su familia. Es una gran responsabilidad, amplia, profunda e incluyente.
-----Es necesario y central ubicar el proceso en marcha y el panorama de esta experiencia central (Agua Sur Sonora) para la vida y continuidad del  Sur de Sonora, para  la vida y permanencia de la población y Cultura de los  Pueblos Tradicionales de la Nación Yoeme y hacia abajo, abrazando el horizonte feraz, hermoso y perdurable del Valle del Yaqui, nuestra matria o Tierra Madre, con seis municipios cuyas poblaciones, quehacer y futuro están en peligro -no en lo inmediato- frente al trasvase de las aguas del Río Yaqui a la Cuenca del Río Sonora para saciar “la sed de Hermosillo”, conforme al decir falso, irresponsable y demagógico del Presidente Calderón y del Gobernador Pedrés.. Si hay sed en Hermosillo, hay sed en sus élites, una sed desatada por hacer negocios y dinero, sin importar cómo, sed  por el control de la riqueza, y concentración de recursos y oportunidades
Si se nos permite y en la brevedad que nos sea posible, presentaremos a Ustedes algo más buscando el panorama y decir lo que no se está diciendo o que demasiado poco o casi nada se está tomando en cuenta.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Libertad al yaqui de tropa, Fernando Jiménez Gutiérrez, preso político de Padrés

Raquel Padilla entrevista a

Fernando Jiménez Gutiérrez


Por Raquel Padilla Ramos
Se presenta como soldado de tropa, pero Fernando es también miembro del kojtumbre, la costumbre yaqui, es decir la milicia religiosa que en carácter liminal toma el mando del pueblo durante la celebración de la Cuaresma. Por cuarenta días una vez al año, en su cargo de chapayeka o fariseo, Fernando duerme uniformado en el suelo, sin cobija debajo ni encima, mucho menos almohada; solo una poca de brasa ardiendo cerca de los pies en temperaturas a veces cercanas a los cero grados. Pero cuando el Sol se encuentra en el cenit, el calor también es una brasa, y es que en territorio yaqui por esas fechas cuaresmeñas, las noches son de invierno y los días de verano.
También durante la Cuaresma, Fernando, al igual que los otros chapayekas, debe permanecer en silencio la mayor parte del tiempo, y hacer caminatas de 4 o 5 leguas entre pueblo y pueblo, soportando varias desveladas y amanecidas seguidas. Pero “Fernando es yaqui por los cuatro costados”, según me dijo un yori (hombre blanco) de Vícam cercano a él, y ese detalle agranda su compromiso y enaltece su manda. Fernando, pues, está entrenado para el sufrimiento.
Su nombre completo es Fernando Jiménez Gutiérrez. Me explicó que muchos yaquis “cambiaron su apellido para su protección […] como en el caso de nuestro apellido debe ser Jinabacaumea y no Jiménez”. En jiak noki la terminación mea significa “matar”, y el apellido de Fernando quiere decir “el que mató al orador”, y es que “los apellidos yaquis vienen de logros y vivencias de guerra, me imagino que mi antepasado mató a un orador de otra tribu”.
Fernando es topógrafo para subsistir, pero es miembro del kojtumbre, sabe de historia, dibujo, ley yaqui y milicia yaqui, para VIVIR, o sea para SER. Y es que Fernando entiende bien la diferencia entre el deber y la devoción, entre el convenio y la convicción, entre la obligación y el tekipanoa que es el trabajo ritual yaqui. Desde que inició el movimiento por la defensa del Río Yaqui en 2010, Fernando se sumó a él, distinguiéndose como hábil operador, compañero fiel y una persona en cuyas manos se podían apostar complicadas comisiones. Conoce bien los linderos del territorio étnico, es bueno con la palabra y de maniobras arriesgadas, es como un soldado de infantería.
Hace un par de días, Jiménez Gutiérrez fue detenido en un operativo muy similar al que puso en cautiverio al vocero del movimiento y secretario de la autoridad tradicional en Vícam, Mario Luna Romero. Hubo variantes, por supuesto. Durante quince días Fernando permaneció oculto, viviendo a salto de mata y durmiendo en donde se podía. Tuvo que cambiar de hábitos y alternar rutas. Para ir a trabajar, por ejemplo, tomaba un sendero por el monte o la vía del ferrocarril. El día que decidió hacerlo por las calles de Vícam (simbólico 23 de septiembre), lo detuvo la Policía Estatal Investigadora. Sabe que bajó la guardia. Eran las 06.30 horas. Un amigo que iba en bicicleta vio todo y avisó a sus familiares casi inmediatamente.
Fernando fue encapuchado, lo insultaron y amenazaron con que se lo llevaría la que rima con jerga, y a lo largo del trayecto en una camioneta pick up de Vícam a Hermosillo, le golpeaban las costillas para obligarlo a denunciar a otros compañeros, el paradero de Tomás Rojo y la participación de los agricultores de Cajeme en el movimiento. Fernando estaba mentalizado y fuerte, de modo que cuando quisieron convencerlo de que otros miembros del movimiento lo habían inculpado, él no creyó nada. La camioneta en que viajaban era escoltada por varias patrullas adelante y atrás, como si se tratara de un capo de la mafia.
Esa mañana del 23, Fernando cargaba un regalo para su hijo del mismo nombre, que cumplía 14 años. Cuidó el obsequio más que a sí mismo y lo puso en manos de su abogado en cuanto lo visitó en el CERESO I de Hermosillo. A su madre y a su esposa les negaron el acceso ayer para verlo, pero el abogado consiguió que lo hicieran por espacio de cinco minutos.
Hoy, jueves de visita, fui a ver a mi amigo Fernando. Al principio me impidieron la entrada arguyendo algo que desde el año 88 me suena muy conocido: “Se cayó el sistema”. Cuando este fue restablecido, pasé a una salita, luego una ventanilla donde me tomaron mis generales, fotografía y huellas dactilares. Al enterarse de que Fernando de la Tribu Yaqui era el preso a quien visitaría, la encargada tomó mi credencial de elector y se la llevó a un hombre; al parecer era el comandante. Se acercó y me dijo que Jiménez no podía recibir visitas. Le pedí entonces que le diera un recado. “No tengo contacto con Fernando”, contestó, a lo que yo argüí: “Pero tiene contacto con alguien que tiene contacto con él; solo dígale que vino Raquel a verlo, es todo”.

No sé si fue por piedad, pero entonces quien supongo era el comandante, decidió que yo pasara. Crucé ese laberinto material y simbólico que es la cárcel, transité por áreas de miradas intensas y de sellos en la piel, por cuartos de revisión y pasillos eternos, por recovecos guadalupanos y rejas de dolor. Fernando salió al patio de visita vestido con overall naranja, llamado chetín en el argot carcelario y que es la indumentaria que deben portar los reos peligrosos. Eso lo tenía muy enfadado pero le comenté que era mejor así, para que los presos no se metieran con él. Me hizo ver que el trato que ha recibido en general es bueno, que la yegua (comida) es horrible y que los VIP eran llamados maiceros. Comparte espacio con gente joven que le dicen “el papá” y orgullosos le llaman a gritos cuando sale en la televisión alguna noticia suya.
Su celda es la “carraca” 23 y según indica el uniforme, él es el preso número 26. Fernando sonríe y es optimista, sabe que no hay elementos jurídicos para mantenerlo en el CERESO, pero está consciente también de que lo suyo es una prisión política y que pueden tenerlo allí más tiempo para desestabilizar el movimiento. Me pidió le llevara un cuaderno y una pluma para escribir, y que lo ayudara a esparcir el siguiente mensaje:
“Sé que mi sacrificio no es en vano, sé que mi prisión, como la de Mario, puede ayudar a recomponer y fortalecer el movimiento. Hay muchas cosas por las que los yaquis debemos sentirnos orgullosos y una de ellas es nuestra historia de defensa del territorio yaqui y el agua. La lucha no la detiene nadie.” Yo con esto confirmo que es con sus palabras que Fernando Jiménez o Fernando Jinabacaumea puede matar a un orador o hasta a un gobernante, y así como matar, puede dar vida a un movimiento indígena surgido para la salvaguarda de un pueblo digno y persistente.