A un año de vencer al poder judicial y al gobernador corrupto de Sonora.
Juzgadoras y Fiscales tendrán que resarcir el daño causado
al abogado Vázquez Borja.
Por Alejandro De la Torre D.
El 19 de junio de 2024 llegó
la noticia en voz de su hija Celina, "mi apá ya está libre, le dieron la
libertad al ganar la apelación", en la Segunda Sala Penal del Supremo Tribunal.
Me quedé atónito, sin creer. A
las dos horas el licenciado Florentino ya se encontraba en casa. Lo salude
efusivamente. Lo alce del suelo con fuerte abrazo y me dio gusto y a toda su
familia que estuviera libre y absuelto por el delito inventado de Extorsión, después
de luchar y denunciar durante 8 meses y 26 días de su injusta prisión
preventiva decretada por la inepta jueza Alejandra Celaya Alegría, que obedeció
como buena vasalla, la consigna del oscuro poder fáctico dentro de esa entidad
de poder judicial, una de las dos juezas demandadas junto a varios agentes del
Ministerio Público, que ya llevaron su declaración por escrito para contestar
la demanda interpuesta en contra de ella con el expediente 637/2024, por
cometer falta administrativa grave.
La otra jueza corrompida es Angélica Fernández Calles
Exonerado el abogado sin
ninguna culpa por la sentencia de tres votos a favor de los magistrados de esa
sala superior que ordenaron que lo liberaran el 17 de junio de 2024, y lo limpiaran
de los cargos fabricados por Rómulo Salas con la orden política de reprimirlo
de Alfonso Durazo Montaño, en una lucha sin tregua, con una voluntad de hierro
del abogado de 55 años de edad y que ha demandado al Estado, a la Fiscalía, al
poder judicial y a las juezas, que dicen que no tienen ninguna culpa, que no
faltaron en nada a su deber y que “no le asiste la razón al demandante”.
La jueza Celaya Alegría “es
tan ignorante que no supo ni escribir un alegato en su contestación”, afirma
Florentino Vázquez, recordando que en la audiencia del 27 de septiembre de 2024,
le preguntó a la jueza Celaya ya que alegaba aspectos que no se referían a la temática
del debate, que le contestara lo que era un interdicto, a lo que la jueza con
tres o cuatro palabras debió responder automáticamente, pero que demostró que
no sabía lo que era.
Cinco yerros son los que
comete la Jueza Alejandra Celaya Alegría en su respuesta al Tribunal de
Justicia Administrativa, que solo reflejan su gran ignorancia en la ley y dolo
con el que actuó para castigar con la prisión declarándolo culpable antes de
demostrarlo.
El primero de ellos causa verdadera risa,
aduce que no es competencia del Tribunal de Justicia Administrativa y que debe
decretarse el sobreseimiento, alegando que el responsable es el poder judicial
y no ella contestando que no va a pagar ningún cinco.
La segunda gran estupidez es
alegar que se presentó la demanda ante la instancia incorrecta, o sea debió
interponerse ante el mismo organismo jurisdiccional que ella condujo, cuando la
existencia misma del Tribunal de Justicia Administrativa es la única adecuada
sin ponerse en duda, de tal forma es que no se negó la radicación que fue
dirigida a su domicilio mismo y recibida por ella misma.
El tercer yerro garrafal es
que alega que al interponer varios amparos no le dieron la razón al abogado y
por lo tanto ella hizo lo correcto, cuando los amparos no fueron contra sus
resoluciones.
El cuarto burrismo lo comete al
decir que el Tribunal tenía dos días para presentar la demanda ante el ente
público, cuando eso es una mafufada ya que la ley de justicia administrativa otorga
hasta 30 días de oportunidad para presentar demandas por responsabilidades patrimoniales
cometidas contra particulares a partir del día siguiente en que surta efectos
la notificación del acto que se impugna, esto es el día en que se resolvió la absolución.
Y para cerrar con broche de
oro se delata su fascismo como servidora pública judicial, la jueza todavía cree
que su proceder y la prisión preventiva que decretó para el licenciado
Florentino Vázquez fue correcta y que sus determinaciones asegura, no pueden ser cuestionadas, que no le causó daño alguno por que actuó correctamente
a pesar de que la sala superior contradijo todo lo que resolvió burdamente contra
el perjudicado.
Además de esta cínica respuesta
de Alejandra Celaya Alegría, está también la respuesta todavía peor de Angélica
Fernández Calles que fue la jueza que rechazó cambiarle la medida cautelar de
prisión preventiva en dos ocasiones al licenciado Florentino Vázquez Borja la
cual revisaremos en una próxima entrega.
Las dos juezas tendrán que
contestar el pliego de posiciones en sobre lacrado, de forma personal, en
privado y sin tener abogado que las asesore durante el tiempo necesario para
contestar los cuestionamientos sobre sus ilegalidades.
“Ganaré el fallo incuestionablemente”
asevera Florentino Vázquez Borja.
Estas fulanas no debieron de
llegar a desempeñarse de juezas nunca, lo peor de todo es que siguen ejerciendo.
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