sábado, 21 de junio de 2025

La jueza que no sabe nada, Celaya Alegría

 A un año de vencer al poder judicial y al gobernador corrupto de Sonora.

Juzgadoras y Fiscales tendrán que resarcir el daño causado al abogado Vázquez Borja.

Por Alejandro De la Torre D.

El 19 de junio de 2024 llegó la noticia en voz de su hija Celina, "mi apá ya está libre, le dieron la libertad al ganar la apelación", en la Segunda Sala Penal del Supremo Tribunal.

Me quedé atónito, sin creer. A las dos horas el licenciado Florentino ya se encontraba en casa. Lo salude efusivamente. Lo alce del suelo con fuerte abrazo y me dio gusto y a toda su familia que estuviera libre y absuelto por el delito inventado de Extorsión, después de luchar y denunciar durante 8 meses y 26 días de su injusta prisión preventiva decretada por la inepta jueza Alejandra Celaya Alegría, que obedeció como buena vasalla, la consigna del oscuro poder fáctico dentro de esa entidad de poder judicial, una de las dos juezas demandadas junto a varios agentes del Ministerio Público, que ya llevaron su declaración por escrito para contestar la demanda interpuesta en contra de ella con el expediente 637/2024, por cometer falta administrativa grave.

La otra jueza corrompida es Angélica Fernández Calles 


En las dos contestaciones, “las juezas demuestran que son ignorantes, ineptas, que no conocen de la ley, que hacen una defensa fuera de lugar, una y otra vez caen en errores, no conocen del proceso legal y son juezas, por que las ponen por favores y padrinazgos al interior del poder judicial de Sonora, no por capacidad y competencia judicial, asi lo demuestran al procesar a inocentes y también a darles prisión sin objetividad, aplicando un criterio personal, abusando del poder como jueces, sin basarse en la ley, violentando absolutamente el derecho a la sagrada presunción de inocencia”.

Exonerado el abogado sin ninguna culpa por la sentencia de tres votos a favor de los magistrados de esa sala superior que ordenaron que lo liberaran el 17 de junio de 2024, y lo limpiaran de los cargos fabricados por Rómulo Salas con la orden política de reprimirlo de Alfonso Durazo Montaño, en una lucha sin tregua, con una voluntad de hierro del abogado de 55 años de edad y que ha demandado al Estado, a la Fiscalía, al poder judicial y a las juezas, que dicen que no tienen ninguna culpa, que no faltaron en nada a su deber y que “no le asiste la razón al demandante”.

La jueza Celaya Alegría “es tan ignorante que no supo ni escribir un alegato en su contestación”, afirma Florentino Vázquez, recordando que en la audiencia del 27 de septiembre de 2024, le preguntó a la jueza Celaya ya que alegaba aspectos que no se referían a la temática del debate, que le contestara lo que era un interdicto, a lo que la jueza con tres o cuatro palabras debió responder automáticamente, pero que demostró que no sabía lo que era.

Cinco yerros son los que comete la Jueza Alejandra Celaya Alegría en su respuesta al Tribunal de Justicia Administrativa, que solo reflejan su gran ignorancia en la ley y dolo con el que actuó para castigar con la prisión declarándolo culpable antes de demostrarlo.

 El primero de ellos causa verdadera risa, aduce que no es competencia del Tribunal de Justicia Administrativa y que debe decretarse el sobreseimiento, alegando que el responsable es el poder judicial y no ella contestando que no va a pagar ningún cinco.

La segunda gran estupidez es alegar que se presentó la demanda ante la instancia incorrecta, o sea debió interponerse ante el mismo organismo jurisdiccional que ella condujo, cuando la existencia misma del Tribunal de Justicia Administrativa es la única adecuada sin ponerse en duda, de tal forma es que no se negó la radicación que fue dirigida a su domicilio mismo y recibida por ella misma.

El tercer yerro garrafal es que alega que al interponer varios amparos no le dieron la razón al abogado y por lo tanto ella hizo lo correcto, cuando los amparos no fueron contra sus resoluciones.

El cuarto burrismo lo comete al decir que el Tribunal tenía dos días para presentar la demanda ante el ente público, cuando eso es una mafufada ya que la ley de justicia administrativa otorga hasta 30 días de oportunidad para presentar demandas por responsabilidades patrimoniales cometidas contra particulares a partir del día siguiente en que surta efectos la notificación del acto que se impugna, esto es el día en que  se resolvió la absolución.

Y para cerrar con broche de oro se delata su fascismo como servidora pública judicial, la jueza todavía cree que su proceder y la prisión preventiva que decretó para el licenciado Florentino Vázquez fue correcta y que sus determinaciones asegura, no pueden ser cuestionadas, que no le causó daño alguno por que actuó correctamente a pesar de que la sala superior contradijo todo lo que resolvió burdamente contra el perjudicado.

Además de esta cínica respuesta de Alejandra Celaya Alegría, está también la respuesta todavía peor de Angélica Fernández Calles que fue la jueza que rechazó cambiarle la medida cautelar de prisión preventiva en dos ocasiones al licenciado Florentino Vázquez Borja la cual revisaremos en una próxima entrega.

Las dos juezas tendrán que contestar el pliego de posiciones en sobre lacrado, de forma personal, en privado y sin tener abogado que las asesore durante el tiempo necesario para contestar los cuestionamientos sobre sus ilegalidades.

“Ganaré el fallo incuestionablemente” asevera Florentino Vázquez Borja.

Estas fulanas no debieron de llegar a desempeñarse de juezas nunca, lo peor de todo es que siguen ejerciendo.


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