Después de
una campaña bipartidaria de compra de voto, manipulación, exceso de gasto electoral, pero
con números constantes y sonantes que eso a fin de cuentas es el referente de
las leyes electorales de este país para darle el gobierno al beneficiario, el próximo gobierno
municipal que será presidido por Rogelio Díaz-Brown tiene que ser puesto en la
caldera de la sal y la mantequilla para darle sabor.
Serán 105
días que sobrellevará con reducido presupuesto, con la proliferación de baches en las calles
destruidas por las ultimas lluvias, con una decena de obras que deberán ser concluidas
por los nuevos funcionarios, con una
estela de homicidios imparable y la posible destitución de mas de 300 elementos
policiacos que no pasaron el examen de valuación y confianza.
Y
finalmente y lo más peliagudo, la anunciada operación del acueducto independencia, prueba del acido para el nuevo alcalde: La
postura que deberá asumir para relacionarse con el gobernador
que tratará de inaugurar el acueducto.
Esta
situación política genera posturas encontradas; primero con respecto a los
cabezas priistas federales Peña Nieto y Beltrones que han demostrado sutilidad en
el trato que mantendrían con el mismo gobernador panista; segundo con respecto a
la tolerancia del acueducto de las corrientes priistas en Sonora, la concertadora
del norte y la contraria del sur; y por ultimo con respecto a la firmeza del Movimiento
Ciudadano en Cajeme, -que influyó sobremanera para darle el voto de castigo al
PAN y favorecer a Díaz Brown y al resto del PRI-, de oponerse al acueducto, y
que ha sufrido en carne propia el autoritarismo y la represión del gobernador
del “nuevo” Sonora.
El próximo
ayuntamiento de Cajeme encabezado por Díaz Brown, se enfrenta a dos posibilidades.
Una, podría asumir el cargo el 16 de septiembre, después de inaugurado el
acueducto, y lavarse las manos; y dos, oponerse fehacientemente como autoridad
municipal como ese fue su compromiso, si todavía no lo echan andar el acueducto,
después de tomar posesión.
El dilema
es preocupante, y la reacción política más que institucional marcará la tendencia
subsecuente del gobierno municipal priista de los cien mil votos.
Gabinetazo braunista
La integración
del anterior gobierno priísta en Cajeme que tuvo como alcalde al renegado
Panchito Villanueva, que se pintó de colores, puede dar la tónica del perfil de
la próxima administración braunista 2012-15.
La férula
de obediencia al cacique mayor el contador público archi millonario Ricardo
Bours delineará nuevamente las plazas y los proyectos.
Recordemos
que el trienio 2000-03 presidido por Bours no cumplió la expectativa, el
municipio fue conducido en el desastre y la falta de recursos.
Luego
vino el huevito de Ricardo, “el palillito” que toleró le acomodaran a casi todos
los funcionarios y planes de conducción presupuestal, a excepción tal vez de su
tesorero y secretario particular.
De esos
años se vienen arrastrando a los ahijados del hermano del exgobernador, ellos
son: Abel Murrieta, Gabriel Baldenebro, Roberto Tapia Chán, René Barranco,
Isaac Apodaca.
También del área administrativa y servicios a Francisco
Encinas, Héctor Barnetche, Gilberto Cornejo Clark, Lorena Gómez, Sergio Pablos,
Alejandro Olea.
Por ello,
con algunas variaciones, tres áreas podrían ser determinadas por los
alumbramientos de Bours: Secretaría del Ayuntamiento: Alejandro Olea o Gabriel
Baldenebro; Jefe de seguridad pública: Isaac Apodaca o René Barranco, y en
Oomapasc el regreso de Sergio Pablos.
También
sería el regreso en la secretaría de imagen urbana y servicios públicos del experimentado
Gilberto Cornejo Clark tan aludido por su desempeño desde el trienio de Raúl
Ayala.
Tesorería,
Oficialía Mayor y Desarrollo Urbano se mantienen en la inopia, pero algo tendrá
previsto la negociación del nuevo alcalde, como el caso del traumatólogo Antonio Alvídrez Labrado ex director del hospital del Issste en Cajeme, que se oye su nombramiento como funcionario.
Allegados
de Rogelio son Emeterio Ochoa, Rodolfo Verduzco y Armando Alcalá que ocuparían cargos al
interior de la presidencia.
De lado
de Desarrollo Social podría jalarse al maestro Paulino Cuamea o al exregidor Armando Alcalá.
Pero todas
siguen siendo especulaciones, en contados días mas se sabrán los nombres,
aunque eso solo serán, nombres.
Lo importante
aquí es la conducción de cabildo.
Los
ciudadanos no pueden soportar otro cabildo donde los regidores no sirven pa
nada, solo para llevarse más de 420 mil pesos mensuales a la bolsa y obedecer
ciegamente la línea del alcalde o del partido al que se deben.
La
gobernabilidad democrática del nuevo ayuntamiento será clave para brindar
nuevos esquemas de colaboración con los ciudadanos.
Los
grandes problemas sociales como la contaminación y la basura, el graffiti y el
vandalismo, la pésima regulación vial, las fugas de agua y drenaje, el servicio
horroroso de transporte público, la mala y mordelona policía, la colaboración de
los vecinos en el mejoramiento urbano, etcétera, no se resuelven con pesos, se
resuelven cuando los ciudadanos son tomados en cuenta como pieza fundamental en
su solución.
Las
herramientas participativas si no se aplican en la práctica, minan la capacidad
de cualquier gobierno para atender las demandas de servicios y obras.
Para la construcción
de obra urbana, de pavimentación, de la aplicación de programas sociales y la
eficiencia en la prestación de los servicios públicos se requieren de proyectos
ciudadanos y hasta el momento el futuro alcalde los tiene ocultos o no los
tiene.
La relación
con el alto nivel de gobierno panista puede conducir a el maltrato y la
incapacidad para atender un gobierno que no es de su partido.
La intolerancia
al acueducto que llevará agua a Hermosillo de la cuenca del río yaqui bajo administración
de una sociedad de agricultores usuarios del agua de riego, puede acarrear conductas
reactivas perjudiciales de un gobierno del estado que ya ha demostrado subdesarrollo
político para dilucidar y tratar con visión imparcial, los intereses grupales
y hoy de regiones.
Por ello
si solo hay nombres y no hay proyectos, como se mantiene sin definir la
administración que entrará a mediados de septiembre genera desconfianzas y
afronta sus primeras dificultades.
Rogelio Díaz
Brown sobrino de Manlio Fabio Beltrones y con lazos con Bours Castelo también
tiene otra dificultad que para el es ventaja, ser seguidor de Enrique Peña
Nieto.
Aunque el
probable presidente del país obtuvo mas de 60 mil votos en Cajeme, tiene una
animadversión no pasiva, si no muy critica de mas de 50 mil votos otorgados al
impugnador de la elección, Andrés Manuel López Obrador.
El
activismo y la simpatía de miles de jóvenes de Cajeme del Yo soy 132 puede
convertirse a la postre para Díaz Brown en una cuña y afectarlo en el desempeño
de su gobierno si confía que ante un gobernador mañoso que no es de su partido,
puede tener el respaldo de Peña Nieto como un presidente de la republica de su
partido. Esto puede quedar en la lejanía por los acotamientos del presupuesto
federal y la concertación beltronista, por ejemplo, con Padrés Elías.
La gente
pide empleo y no lo habrá en el corto plazo. Pide detener los homicidios por la
destrucción de la tranquilidad publica y no se conoce el plan de seguridad de Díaz. Pide baja tarifa de agua potable y parece regresarán ex funcionarios. Pide policía
eficiente y servicial y se barajean viejos nombres. Pide transporte digno y el
gobierno municipal parece se lavará las manos ante el problema. Pide ingresos y
unos cuantos acaparan el mercado y las empresas.
Veamos
pues cual será el mensaje del nuevo alcalde en su toma de protesta el próximo 16 de septiembre y esperemos haya
una luz en el horizonte.
Saldos
postelectorales:
A
la calle, casi cien comunicadores
del Nuevo Sonora
Por Arturo Soto Munguía
Cerca de cien empleados del área de Comunicación Social del gobierno del estado serán despedidos de sus trabajos, en cumplimiento al Decreto de Austeridad publicado recientemente.
Hasta ayer, iban
alrededor de 80 que ya estaban seguros en la lista negra, pero la cifra puede
aumentar para este viernes.
Se trata de
personal que labora en las distintas dependencias estatales y organismos
descentralizados, bajo las órdenes de los llamados ‘Enlaces de Comunicación’.
Casi todos esos
‘enlaces’ fueron ‘jalados’ por Morales Borbón a la burocracia estatal, desde la
cantera de el imparcial, donde se formaron como reporteros, bajo las órdenes
del mismo señor Morales, que después del proceso electoral se encuentra bajo la
lupa de importantes personeros del grupo compacto del gobernador Guillermo
Padrés Elías, no sólo por los escandalosos manejos financieros en la dependencia
a su cargo, sino por el fracaso de la política de comunicación, puesta al
servicio de los candidatos del PAN en la pasada elección.
Tanto el
secretario General del PAN, Adrián Espinoza, como el secretario de Gobierno,
Roberto Romero López han declarado públicamente que los malos resultados
electorales para el gobierno del Nuevo Sonora se debieron a la incapacidad para
comunicar.
Los ladrillazos
pegaron directo en la frente de Morales Borbón. Éste, por su parte, ha
difundido por lo bajo, que el fracaso electoral se debió a la desaseada e
ineficiente operación política.
Lo cierto es que a
ninguna de las partes en conflicto les falta razón.
La guillotina está
siendo afilada por un personaje muy cercano al titular de la Secretaría de
Comunicación Social, Jorge Morales Borbón. Se trata de César Rodríguez Rubio,
quien además es su compadre.
Rodríguez Rubio
fue asimismo Secretario Particular del senador Alfonso Elías Serrano y
participó en aquél polémico recorte de personal en la administración de Eduardo
Bours Castelo, que resultó carísimo debido a la cantidad de demandas laborales
interpuestas contra su administración, todas ganadas por los quejosos.
Ahora, aduciendo
experiencia acumulada, Rodríguez presume que tiene controlado el asunto de las
demandas laborales y está a cargo de la elaboración de un programa de
redimensionamiento que trae con el Jesús en la boca no sólo a los que serán
despedidos, sino a quienes se quedarán en los cargos como ‘Enlaces’.
Pero lo mismo
pasará en cada una de las Secretarías y en los organismos descentralizados,
donde laboran alrededor de 150 empleados que hoy deben estar recogiendo sus
cosas.
Los despidos son
una parte del problema. Lo otro es el previsible caos que se avecina a partir
del replanteamiento estructural de la Secretaría de Comunicación Social.
Y es que este
programa de redimensionamiento incluye también una restructuración en el
organigrama de la Secretaría, según la cual serían creadas cuatro o cinco
instancias tipo Direcciones Generales, algunas de las cuales ya se tienen pre
asignadas para personas muy, muy cercanas a los afectos del Secretario y del
subsecretario, Luis Enrique Montejano.
Los (y las, desde
luego) titulares de esos nuevos cargos, serían los ‘enlaces’ con los ‘enlaces’,
en este galimatías que deberá ser presentado a las de ya, para comenzar a
operarse en los días venideros.
El Decreto de
Austeridad publicado recientemente, faculta a los Secretarios del gabinete
padrecista y al Jurídico del gobierno estatal, a presentar en un plazo de 15
días contados a partir de la publicación del decreto, los programas de
redimensionamiento para ‘ahorrar’ unos 370 millones de pesos.
Este viernes 17 de
agosto deberá ser entregado el ‘estudio’ ordenado por el secretario de
Comunicación Social del gobierno del estado, Jorge Morales Borbón, para
redimensionar el área a su cargo.
Lo que el personal
hoy en vías del despido sostiene -y algunos que ya han causado baja-,
sostienen, es que la restructuración sólo golpeará a la gente que sí trabaja,
pero deja intocables a un pequeño ejército de privilegiados que por lo demás,
incorporará a sus filas a nuevo personal, que ganará muy bien.
Es decir, el
supuesto ahorro no será tal, y lo que sí va a suceder, temen, es que el trabajo
se acumule y presente mayores deficiencias, lo cual sería mucho decir,
considerando la debacle que en materia de Comunicación Social, ha provocado la
dupla Morales-Montejano.
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