Ni
tanta planeación, ni tan democrática
Por
Alejandro de la Torre
El
pasado 16 de enero se venció el plazo para los municipios –que marca la Ley de
Planeación del Estado de Sonora– para publicar un ”Plan Municipal de Desarrollo”
entregado al Congreso del Estado y oficializado en el Boletín del Gobierno del Estado.
Si
no se hubieran entregado en tiempo estos planes, ¿Qué sanciones se aplicarían a
los ayuntamientos? No están especificadas en la Ley de Responsabilidades de los
Servidores Públicos, ni en la Ley de Hacienda del Estado, pero de cualquier
forma son sanciones de amonestación, no graves.
Sin
embargo en la sesión de cabildo del 8 de enero fue aprobado por los miembros
del ayuntamiento de Cajeme, con la llamarada de petate de los regidores
panistas con expresiones como: “Usted se merece más señor presidente” (Pedro
Contreras), “Este documento carece de
mucho” (Omar Romero), “Es un documento muy pobre” (Alfredo Ramírez), “Tiene
muchas deficiencias” (Myrna Coronel) y que al final a pesar de tanta alharaca terminaron
votándolo a favor.
En
realidad el documento no dista mucho de diferenciarse de los planes presentados
por Manuel Barro, Francisco Villanueva o Jesús Félix, que mas por cumplimiento
legal que por compromiso de trabajo, los elaboraron hace 3, 6 y 9 años atrás.
Fueron
gruesos libros de 200 páginas que contenían mas los propósitos de un solo ideólogo
que de una retroalimentación al interior de la administración municipal y mucho
menos tomando en cuenta aportaciones fuera de ella.
Plan
viene de plano. Un plano es un diseño elaborado por los primeros arquitectos
para construir paso a paso iglesias y edificios en los siglos XIV y XV, en una
mesa plana. En un plano se proyectaba la geometría euclídea por que el mundo no
se concebía como redondo. Hasta que la geometría cartesiana estudió volúmenes,
medidas y figuras, tridimensionalmente.
Por
eso los planes actuales del gobierno se proyectan con el mismo razonamiento
matemático de hace 5 siglos, hechos en una superficie sin dimensiones.
Debido
a la diversa problemática internacional y nacional, todos los planes
gubernamentales con plazos delimitados, para poder ser efectivamente
concretables deben ser tridimensionales y abarcar proyección de espacio, tiempo
y recursos; y tomar en cuenta en esa proyección igualmente las dimensiones
global, del país y del entorno local. Pero lamentablemente los planes se hacen
al vapor, solo para cumplir con lo que dice la ley, aunque no sean realizables.
Se
hacen trianual o sexenalmente, solo tomando en cuenta los propósitos políticos
partidarios de los gobernantes para perpetuarse en el poder.
Se
hacen sin tomar en cuenta los recursos reales y a las personas afectadas en
tales planes.
Y
se hacen desequilibradamente, solo unos cuantos se benefician, unas pocas
regiones se privilegian y unos cuantos sectores se aprovechan.
Pueblo,
comunidad y progreso para todos, nunca resultan ser los objetivos, al
contrario, el partido, la empresa particular y los cacicazgos resultan siempre los
principales beneficiarios.
El
Plan Municipal de Desarrollo 2012-15 de Cajeme, suscrito por el presidente
municipal Rogelio Díaz Brown, confeccionado por la Tesorería municipal, su
dirección de programación y presupuesto y con las ideas de diversos
funcionarios municipales, también contó con las aportaciones de unos 60
ciudadanos en un Foro de Consulta realizado el 13 de diciembre de 2012 con dos
horas de duración y dividido en 5 mesas de discusión.
Presuntamente
las conclusiones de este Foro público al cual tuvieron conocimiento los
regidores panistas, sirvieron de base además de un primer ejercicio con los
funcionarios, para confeccionar el plan municipal.
Y
el documento oficial aprobado de 40 hojas no peca de insuficiente, a pesar de
no contar con objetivos específicos que puedan ser evaluados en cantidad y
calidad.
Es
un documento sintetizado, concreto, pero no es pobre y es un plan de todo el
ayuntamiento no solo del presidente Díaz Brown.
Le
hace falta desglosar plazos y mediciones para poderle dar seguimiento a su
cumplimiento, pero igualmente los planes del pasado tampoco los tuvieron.
En
este Plan Municipal de Desarrollo hay cinco objetivos, teniendo como prioridad
la seguridad pública, las obras y servicios públicos, el desarrollo económico,
el desarrollo social-humano y un gobierno eficiente y honesto.
Pero
tiene tres carencias muy importantes:
1.- No toma en cuenta
las adaptaciones que debe realizar la administración pública municipal en los próximos
meses para cumplir con la Ley de Contabilidad Gubernamental aprobada por el
Congreso de la Unión, para modernizar y lograr la armonización contable
municipal.
2.- No se enmarca
tampoco en los próximos tres años dentro de los preceptos que dicta la Ley de
Participación Ciudadana donde debe aplicar como una práctica, la consulta
vecinal, los presupuestos participativos y si son necesarios los plebiscitos.
3.- No incluye
tampoco el plan de endeudamiento público municipal que en este año anunció se
licitará una solicitud de crédito a los bancos, por 163 millones de pesos para
realizar obra pública muy necesaria y atender demandas sociales y tal vez para
2014 se pretenda solicitar otro crédito.
Fuera
de ello tiene aspectos dignos de mencionar: Como el fortalecimiento a la
seguridad pública para disminuir los índices delictivos y tomar en cuenta a los
ciudadanos como la formación de Consejos y comités, la cultura de la denuncia,
prevención entre jóvenes, capacitación y honestidad de los elementos.
En
Servicios y Obras Públicas es importante resaltar el enfoque hacia mejoramiento
de vialidades, la recolección de basura, reciclaje, el barrido de calles,
alumbrado, y mejorar la atención pública del organismo de agua potable al
consumidor.
Igualmente
la prioridad de espacios deportivos y la pavimentación de colonias. Otros
aspectos importantes son el urbanismo a futuro, el ordenamiento territorial, la
reforestación, el uso del suelo, la vialidad y el transporte urbano, y la participación
ciudadana para mejorar la imagen urbana.
En
el área de desarrollo económico es importante recalcar la relación internacional
de negocios que se pretende, el impulso a las empresas y a las cadenas
productivas y la atracción de inversiones y exportaciones.
Punto
fundamental del Plan Municipal de Desarrollo 2012-15 es la primera estrategia
en el área de desarrollo personal, familiar y social: “Promover la organización
vecinal como eje” y sus dos más importantes acciones: Crear y operar un
programa de participación comunitaria “que permita un vinculo permanente para
la solución de las principales problemáticas en las colonias con un enfoque
global”, y con un programa de capacitación de los representantes vecinales.
Esto
es básico. Todas las actividades de la labor municipal terminan por agolparse
como olas en la costa ciudadana y estas se devuelven con el oxigeno obtenido de
la comunidad.
Si
no se concreta en la intervención ciudadana, la seguridad pública, las obras y
servicios, el empleo y las empresas, el desarrollo humano y el gobierno
eficiente y honesto, tendrán resultados pero muy limitados.
La
Organización y Participación Ciudadana son básicas en la concreción de un Plan
y el cumplimiento noble de un municipio son su sinónimo, que es la comunidad.
El
gobierno no lo puede todo ni son suficientes los recursos, por más esfuerzo que
haga. Pero si el gobierno municipal se gana la confianza ciudadana, esta
participará y se organizará, y los problemas urbanos, sociales y municipales de
los próximos tres años pero también del mañana, serán resueltos.
La
tenencia y el Manco de Celaya, recontrapropuesta
Por Martín Vélez
El general Álvaro Obregón tenía fama de bromista y
dicharachero. Hacía bromas de todo tipo, algunas muy negras, como aquella que
una vez hizo sobre el cadáver del sonorense Francisco Serrano, que en otra
ocasión comentaremos. Ni él mismo escapaba a la acidez de su humor.
Conocida es aquella expresión de que los mexicanos
podían confiar en él más que en ningún otro político, pues al carecer de la
mano que le fue arrancada en la batalla de Celaya, él robaba menos que los
demás. “Yo soy más honrado, tengo sólo una mano”, así puede resumirse el
concepto de honradez expresado por el oriundo de Huatabampo.
Menos conocida es la historia que contaba el propio
Obregón, sobre la manera en que fue encontrado el brazo que fue cercenado por
un cañonazo villista, en la batalla celayense, que definió el rumbo de la
Revolución Mexicana. Contaba el propio general que el brazo había quedado
enterrado en un montón de escombros, sus ayudantes lo buscaban sin encontrarlo
(quién sabe si para rapiñarle los anillos, o para rendir a aquel brazo los
mismos honores patrios que le fueron dispensados a la pierna de Santa Ana).
Como removían escombros y el brazo no aparecía, el propio Obregón les indicó
como encontrarlo: “Avienten una moneda de oro al aire”, les dijo a sus
desesperados oficiales. Así hicieron. Entonces el brazo salió como relámpago en
pos de la preciosa moneda, cayendo al suelo con el puño apretando la moneda.
Sirva esta breve digresión histórica para que este
tecleador emita una recontrapropuesta sobre el asunto del cobro de la tenencia
vehicular en Sonora. Se llama así, recontrapropuesta, porque antes hubo una
propuesta, de parte del diputado Javier Neblina, que fue contestada con una
contrapropuesta, de parte del diputado Carlos Navarro (el del PRD, no el del
PAN).
Propuso Javier Neblina que, si eran tan machitos,
los diputados que dicen oponerse al cobro de tenencia acepten reducirse el
sueldo a la mitad, para contribuir con ello al ahorro de recursos públicos.
Entonces Carlos Navarro contrapropuso que se bajaran a la mitad los sueldos de
los funcionarios de los tres poderes, empezando con Guillermo Padrés, el gober
gravoso.
A juicio de este tecleador ambas ideas, la
propuesta de Neblina y la contrapropuesta de Navarro, se quedan cortas. Lo que
hay que hacer es cortarles una mano a todos los funcionarios, de los tres
poderes, de los tres niveles de gobierno. En eso consiste la recontrapropuesta:
con una mano menos, robarán menos. El general Obregón, desde su tumba en el
Monumento a la Revolución, aplaude a rabiar esta recontrapropuesta (en dado
caso de que los muertos pudieran aplaudir, sobre todo aquellos con una sola
mano).
Si nos ahorramos la mitad de lo que se roban, nos
ahorraremos más que con la mitad de su sueldo. Pongamos sólo un ejemplo: El
primer año del programa, los uniformes escolares “gratuitos” fueron pagados a
un precio no menor a $380.00 pesos cada uno. En otra entidad federativa, los
mismos uniformes (pero incluyendo sueter, que aquí en Sonora no se necesita)
costaron $150.00 pesos. Eso quiere decir que, por cada uniforme, se pagó un
sobreprecio no menor a $230.00 pesos. Multiplique Ud. ese número por medio
millón de uniformes y tendrá una idea del tamaño del robo, del tamaño de la
voracidad gobernante.
Cortarles una mano, esa es la recontrapropuesta.
Desde el Gober Gravoso hasta el último regidor, pasando por diputados,
ministerios públicos, y hasta chotas armados con alcoholímetro o pistola de
robar, perdón, de radar. Testigo de que esto sí funciona es el general Obregón,
que aquí en Sonora tiene bronces por doquier.
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