La Inversión.
Por Alejandro de la Torre. CRóNICA10
Se le llena la boca al gobernante neoliberal hablar
de atraer inversiones. Durazo es el más reciente ejemplo, como siempre lo han
hecho los anteriores gobiernos neoliberales, desde Salinas de Gortari que hizo
famoso el concepto, de ruindad capitalista: La Inversión.
¿Qué intentan al enjuagar el cerebro usando a
los medios convencionales para hablar de atraer inversiones?
¿Qué es la inversión o las inversiones? ¿quiénes
son los inversionistas?
Han de ser sujetos anónimos, escondidos tras
bambalinas, que ven todos los dias en su portal de internet, sus rendimientos
en intereses en los más grandes bancos, en el índice Nasdaq o la bolsa de Nueva
york, que presuntamente tienen mucho dinero, trasnacionales o gigantescos oligarcas
financieros con sus capitales en fondos, con bonos internacionales o acciones
en los consorcios internacionales, que estan a la expectativa para saber dónde
invertir, o donde “vertir” sus excesivos recursos económicos para sacar más
ganancias de las que tienen. De ahí viene la palabra invertir, de verter en.
Alfonso Durazo que es el gobernador de Sonora,
asi como lo hicieron sus antecesores Bours, Padrés, Pavlovich, habla y hablaron
de convertir al Estado en un magnifico lugar para la inversión, y si llegaron
inversiones en los 80, 90 y en estos últimos 20 años, se llevaron miles de
millones de dolares en ganancias pero dejaron malos salarios, explotación,
pobreza y servicios urbanos destruidos en las ciudades, como la Ford, Yazaki, Chamberlain,
Sonitronies, Pepsico, Constellation, Tetakawi, Lear, etcétera.
Durazo que dice que es de izquierda no se le
acaba el rollo al hablar de inversiones aquí y allá, se siente el paladín del
llamado mundial para que los inversionistas se fijen en Sonora, para que las
inversiones haciendo un estado con energías limpias haya megaempresarios,
consorcios y millonetas, dueños de grandes trasnacionales que van a traer sus
capitales y van abrir proyectos de explotación de litio, de baterías eléctricas,
de superconductores, de licuefacción de gas, de grandes plazas turísticas, de
cruceros, de maquiladoras, de fábricas automotrices hasta eléctricas.
¿Quiénes son estos inversionistas que estan al
acecho, que coquetean para se animen a hacer fábricas y empresas?, ¿por qué
tienen tanto dinero en depósitos financieros sin aterrizarlos en algo concreto?,
¿por qué van a aplicar sus grandes capitales que se acumularon al pegarle al
gordo explotando fábricas o se beneficiaron con la usura bancaria, o quizás hicieron
gran negocio vendiendo droga? ¿Para ayudar a la gente a tener un empleo y muy
mal pagado?. No.
Los inversionistas tienen una condición principal,
arriesgan su dinero metiendo un peso pero para sacar dos de ganancia, un dólar para
sacar dos dolares.
Así se han ido centenas de miles de automóviles
Ford desde 1982, al mercado gringo, embarcados en el ferrocarril que ahora
pretende nuestro consciente gobernador mover las vías férreas a un libramiento
a varios kilómetros al este de Nogales; que se han llevado miles de millones de
dólaress de ganancias las trasnacionales de electrónicos, automóviles,
componentes, etc, y han dejado bajísimos salarios y pobreza.
Que su plan para modernizar las aduanas ha
invertido centenas de millones de pesos, que puso del presupuesto federal el
presidente “antineoliberal”, López Obrador.
Y el gobernador presume la magnífica paz
laboral que hay en Sonora, y su excelente mano de obra, disciplinada,
calificada y noble. Tan pendeja que no exige mejores sueldos y salarios igualándolos
con los que se pagan en EU, 10 hasta 15 veces superiores. Que en Sonora no hay
ni habrá huelgas, porque para eso es el nuevo sistema de justicia laboral.
Durazo presume que está en construcción una
carretera que llegará hasta Guaymas que vendrá de Texas, que va llegar el gas
natural a la planta procesadora de “licuefacción” para llevárselo a Asia, que está
todo listo para que se animen a poner inversiones en Hoteles, lugares turísticos,
industrias en el recién inaugurado “sky bridge” palabra rimbombante en inglés
que solo significa puente aéreo, que es una utopía.
Que se requieren miles de millones en inversión
privada en el parque fotovoltaico de Peñasco y que se animen a instalar algunas
plantas para hacer baterías, que se requieren otros miles de millones cuando dentro
de diez, veinte, o quizás treinta meses, ya se esté procesando el litio revuelto
con arcilla y cal en Bacadehuachi, que tampoco tiene agua para separarlo.
Pero no es que tenga este análisis fondo
negativo, no, su objetivo es solo entender que un tipo de inversión, una inversión
indadvertida, invisible para estos esquemas mentales retrógradas, es la de los
trabajadores. Esta mentalidad de los nuevos gobernantes neoliberales, de creer
que la principal inversión que ha sido la más devaluada en Sonora, no es la
fuerza de trabajo, -si no la billetiza-. El trabajador ha sido manipulado, rebajado
y mal pagado y ha generado la enorme pobreza de su pueblo, y la actividad
informal incluido el narcotráfico.
La inversión de los trabajadores, de su
esfuerzo humano, entrega laboral y mano de obra, no se toma en cuenta por esta
mentalidad neoliberal en las prioridades del gobierno, ya que el único papel
para estos genios, es que debe ser explotada y utilizada con los salarios más
bajos del mundo. Con todas sus consecuencias en el deterioro de las ciudades,
colonias urbanas destruidas, abandonadas, inseguridad, drenajes, falta de
vivienda, altos costos de agua y luz, etcétera.
Asi podemos ver que estos halagos, esta lambisconería,
zalamería, que hace el gobierno de Durazo a presuntas inversiones desconocidas,
anónimas y en la penumbra, no son más que una estrategia gubernamental para
concertar con los inversionistas, ganancias sin reglas, de que los beneficios
para la gente no vayan más allá de un empleo para la sobrevivencia. Estas
reglas del juego siguen peor con la presunta cuarta transformación.
No, si son unos genios.
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