miércoles, 19 de junio de 2024

Jueces y magistrados en Sonora, obedientes a la perversidad.

 Alineados jueces y magistrados sin rigor tienen sueldos de 72 a 140 mil pesos, ¿más bonos?

Por Alejandro de la Torre

Un poder judicial federal en la palestra del debate deja desplazado en el señalamiento corrupto a un poder judicial estatal peor de deficiente y perverso en Sonora.

Sus integrantes que resuelven, dictaminan, sentencian, condenan y abusan, tienen rienda suelta para tomar decisiones en la penumbra, perjudicando a decenas de asuntos civiles donde tiene que ver el poder económico y el dinero, pero lo más doloroso es el pisoteo de los derechos humanos en el área penal.

Aquí están los jueces de Hermosillo que son la mayor cantidad, y de los distritos de Cajeme, Nogales, San Luis Rio Colorado, Guaymas, Cananea, y Caborca.

Los jueces obedecen como fieles corderos a un grupo jerárquico interno de una decena de empoderados que revisan y resuelven altas decisiones judiciales torneándolas a modo, que los disciplina a decisiones influyentes tomadas desde arriba por el dinero y por el alto poder público, además desde luego de los poderes fácticos que ordenan a la carta.

El poder judicial del estado, vive su peor momento, de descomposición y deslealtad a la aspiración ciudadana a la justicia, con jueces que tienen sueldos de 72 a 90 mil pesos mensuales.

Por su lado los magistrados de circuito, tienen percepciones que van de los 82 mil a los 103 mil pesos y los magistrados del supremo de 112 mil a 140 mil pesos mensuales.

Aquí se encuentran las juezas orales penales Alejandra Fernández Calles, conocida como la jueza más joven que ha existido cuyo nombramiento fue a los 29 años de edad tiene percepciones por 72 mil pesos, Alejandra Celaya Alegría con 75 mil 426 pesos.

Octavio Castrejón Martínez juez de primera instancia penal en Hermosillo, con sueldo de 79 mil 083 pesos.

Un juez de los mejores ingresos es René Gaspar Álvarez Valenzuela con 80 mil 700 pesos y Teresa de Jesús Gaxiola Escalante que bloqueó mi derecho a la justicia de mi predio agrícola despojado, con un sueldo de 75 mil 873 pesos.

Otros dos jueces con ingresos de Rodrigo García Contreras y Julio Cesar Peraza Franco con 80 mil 775 pesos y 75 mil 874 pesos mensuales.

Eugenio Medina Durán que está asignado a Hermosillo, ese juez que tuvo procesados sin darles aliento a los acusados ilegalmente del delito inventado de extorsión Miguel Valdes Miranda y Marco Antonio Duarte Vargas, periodista, tiene sueldo de 78 mil 205 pesos.

Gustavo Mendívil Amparán juez de Huatabampo, y Mario Soto Acuña juez de Obregón, que los señalo de corruptos y tergiversar la legalidad judicial ganan 78 mil 205 pesos y 80 mil 775 pesos respectivamente.

Cornelio Domínguez Mondaca juez de Navojoa que tergiversó mi juicio por el delito de daños, tiene un sueldo de 75 mil 873 pesos y José de Jesús Hughes López que se enfermó en la misma causa penal, de forma extraña, igual de Navojoa con un ingreso de 76 860 pesos mensuales.

Elizabeth García Galaz que me tiene procesado por el inventado delito de Violencia familiar gana 76 mil 141 pesos, y el que me giró una arbitraria y abusiva orden de aprehensión José María Flores Leyva tiene un sueldo mensual de 72 mil 087 pesos.

Todos estos jueces penales del listado anexo se portan como alfiles de la obediencia ciega a las acusaciones y procesos que obliga la Fiscalia de Injusticia de Sonora principalmente cuando se tocan intereses de poder fáctico y los intereses de los grandes poderosos económicos o del gobernador del Estado y su séquito.

Es el peor momento de la historia del poder judicial sonorense.

Ni siquiera los hechos que redacta Carlos Moncada en su libro de los sexenios priistas, en la crisis del poder judicial de 1986.













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