Alineados jueces y magistrados sin rigor tienen sueldos de 72 a 140 mil pesos, ¿más bonos?
Por Alejandro de la
Torre
Un poder judicial
federal en la palestra del debate deja desplazado en el señalamiento corrupto a
un poder judicial estatal peor de deficiente y perverso en Sonora.
Sus integrantes que
resuelven, dictaminan, sentencian, condenan y abusan, tienen rienda suelta para
tomar decisiones en la penumbra, perjudicando a decenas de asuntos civiles donde
tiene que ver el poder económico y el dinero, pero lo más doloroso es el
pisoteo de los derechos humanos en el área penal.
Aquí están los jueces
de Hermosillo que son la mayor cantidad, y de los distritos de Cajeme, Nogales,
San Luis Rio Colorado, Guaymas, Cananea, y Caborca.
Los jueces obedecen
como fieles corderos a un grupo jerárquico interno de una decena de empoderados
que revisan y resuelven altas decisiones judiciales torneándolas a modo, que los
disciplina a decisiones influyentes tomadas desde arriba por el dinero y por el
alto poder público, además desde luego de los poderes fácticos que ordenan a la
carta.
El poder judicial del
estado, vive su peor momento, de descomposición y deslealtad a la aspiración
ciudadana a la justicia, con jueces que tienen sueldos de 72 a 90 mil pesos
mensuales.
Por su lado los
magistrados de circuito, tienen percepciones que van de los 82 mil a los 103
mil pesos y los magistrados del supremo de 112 mil a 140 mil pesos mensuales.
Aquí se encuentran las
juezas orales penales Alejandra Fernández Calles, conocida como la jueza más
joven que ha existido cuyo nombramiento fue a los 29 años de edad tiene percepciones
por 72 mil pesos, Alejandra Celaya Alegría con 75 mil 426 pesos.
Octavio Castrejón
Martínez juez de primera instancia penal en Hermosillo, con sueldo de 79 mil
083 pesos.
Un juez de los
mejores ingresos es René Gaspar Álvarez Valenzuela con 80 mil 700 pesos y
Teresa de Jesús Gaxiola Escalante que bloqueó mi derecho a la justicia de mi
predio agrícola despojado, con un sueldo de 75 mil 873 pesos.
Otros dos jueces con
ingresos de Rodrigo García Contreras y Julio Cesar Peraza Franco con 80 mil 775
pesos y 75 mil 874 pesos mensuales.
Eugenio Medina Durán que
está asignado a Hermosillo, ese juez que tuvo procesados sin darles aliento a
los acusados ilegalmente del delito inventado de extorsión Miguel Valdes
Miranda y Marco Antonio Duarte Vargas, periodista, tiene sueldo de 78 mil 205
pesos.
Gustavo Mendívil Amparán
juez de Huatabampo, y Mario Soto Acuña juez de Obregón, que los señalo de corruptos
y tergiversar la legalidad judicial ganan 78 mil 205 pesos y 80 mil 775 pesos
respectivamente.
Cornelio Domínguez
Mondaca juez de Navojoa que tergiversó mi juicio por el delito de daños, tiene
un sueldo de 75 mil 873 pesos y José de Jesús Hughes López que se enfermó en la
misma causa penal, de forma extraña, igual de Navojoa con un ingreso de 76 860
pesos mensuales.
Elizabeth García
Galaz que me tiene procesado por el inventado delito de Violencia familiar gana
76 mil 141 pesos, y el que me giró una arbitraria y abusiva orden de aprehensión
José María Flores Leyva tiene un sueldo mensual de 72 mil 087 pesos.
Todos estos jueces penales
del listado anexo se portan como alfiles de la obediencia ciega a las
acusaciones y procesos que obliga la Fiscalia de Injusticia de Sonora principalmente
cuando se tocan intereses de poder fáctico y los intereses de los grandes
poderosos económicos o del gobernador del Estado y su séquito.
Es el peor momento de
la historia del poder judicial sonorense.
Ni siquiera los
hechos que redacta Carlos Moncada en su libro de los sexenios priistas, en la
crisis del poder judicial de 1986.
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