Durazo tres años popis

 El régimen de Durazo terrífico en acuerdos de facto y chayote

Por Alejandro de la Torre / CRóNICA10

Recuerdo una charla que tuve con el extinto Bernabé Arana Rodríguez, cuando Durazo mandaba en Morena en 2017, el lo describía como un personaje fifí, delicado y de alcurnia.

En un mitin en la campaña electoral de 2015 cuando Lamarque obtuvo 28 mil votos en todo el Estado, Alfonso Durazo en una esquina de la plaza de la comisaría de Esperanza, dictó un discurso desangelado ante una multitud de 30 personas, ahí concebí a Durazo como un político blandengue que no debería ser candidato a nada, nunca.

Durazo es un cachador de elevaditas del poder público, así como los gobernadores contiguos beneficiados (Rocha, Castro, Marina del pilar) que pueden concebirse como gobernadores peores que los del PRI, en términos de insensibilidad, autoritarismo, deshonestidad, aunque diga la gente que “roban menos”. Se les subió el humo a la cabeza, antes que cantara el gallo. Son duplicadores de poses y actitudes del jefe presidencial.

Para algunos Alfonso Durazo a la mitad de su sexenio ya corren el cohetón de que pinta para convertirse en el gobernador mas mentiroso y deshonesto que ha tenido Sonora. El peor.

Durazo desde la óptica propia, CRóNICA10, es un gobernador de taquitos de nada, tres años simplones, regateados y del mismo reparto de estúpido chayote que solo sirve para engañar a una nata de opinión, pero en la amplia mayoría no puede aceptarse que sea un gobierno popular, al contrario es el mas antipopular desde Biebrich a Pavlovich.

Los taquitos de nada como los que vende doña lupita en las faldas del norte del cerro de la campana, solo tienen repollo y Durazo les pone en vez de papa, chayote.

¿Que aspectos puede presumir que hace bien el gobierno de Durazo?.

Dice que reorganizó las finanzas, quebradas que dejó su antecesora, que la premió el peje haciéndola cónsul en España.

Dice que repartió en el último año 750 millones de pesos en becas para 300 mil estudiantes, alterando un poco las cifras ya que las becas no son superiores a los mil 500 pesos mensuales y solo se entregan por seis meses al año y no llegaron ni a 150 mil beneficiados de 686 mil estudiantes de primaria a universidad. Pero les gusta a sus funcionarios tergiversar cifras para engañar. Con todo y esto pues está bien que reparta esos apoyos, así como el subsidio para entregar uniformes, ya que los bajos salarios no alcanzan para nada. En sentido estricto, el gobierno se hace cargo de subsidiar el gasto familiar para que las trasnacionales sigan pagando salarios de pobreza, esto no debería de pasar, si no exigir que haya un pago de salarios dignos.

Dice que ha contratado 800 policias estatales, y comprado 300 patrullas, sin embargo en proporción la delincuencia no ha parado ni los homicidios.

Con esto se cierra su probable acierto de gobierno.

Todo lo demás son taquitos de nada.

Todos los millones de pesos en obras, no son del Estado, ni los hospitales, ni las carreteras, ni el puerto de Guaymas, ni el parque solar de peñasco, ni el plan yaqui y su canal de riego. Son recursos aplicados por el gobierno de López Obrador, que para el cuello Durazo, para poder salvar a su fallido gobierno estatal.

Lo peor del gobernador es su política manipuladora, de imagen y comunicación. Nadie le cree, pero lo tolera, y entra en la psiquis de la resignación que termina de aceptarlo, aunque sea lo que sea.

Lo peor del gobierno de Sonora, es el problema del transporte urbano, que es un cochinero, un desastre que continua con ese esquema de pésimo servicio, mala regulación y mal trato de la gente del pueblo. Se repite la irresponsabilidad de los últimos sexenios humillando a los usuarios. Que asco.

Lo peor del gobierno es la manipulación de los recursos de la poca obra pública, presume de gasto en obras, cuando esos recursos no son del presupuesto estatal, los recursos para obras son de créditos por 2 mil millones de pesos y son muy pocas obras comparadas con la destrucción urbana de las principales ciudades, y las carreteras estatales hechas jirones. Dense una vuelta por el valle del yaqui y del mayo.

Lo peor del gobierno duracista es el acuerdo con personeros que nunca dieron nada por el cambio político, al contrario combatieron la alternativa morenista y siempre la vieron como enemiga. Hace diputados a ex priistas, a ex panista, a ex naranjas, a ex perredistas, los acomoda en puestos estatales, pasando por encima de los derechos de miles de morenos que forjaron el cambio de régimen, hoy desplazados. Durazo es un traidor de sus propios colegas de partido. Y es que Durazo fue 29 años priísta, y luego brincó como saltamontes de un partido a otro. Hace diputado a Norberto Barraza, a David Figueroa, a las ex priistas las reelige, no deja avanzar a los morenistas, y les pone en bandeja de plata los principales cargos públicos a prianperredistas.

Lo peor de Durazo son sus funcionarios inservibles, el secretario de gobierno Adolfo Salazar un costal de papas, y sus exfuncionarios que en nada generaron un gobierno eficiente de transformación, como los chayoteros Dolores Del Río, Pancho Vázquez, Aaron Grajeda, Omar del Valle, Guillermo Noriega, y la discrecionalidad de los que quedan Paulina Ocaña, Margarita Vélez, ahora el ex candidato a senador del PT, Froylán en la SEC, o el derrochador Francisco Acuña jefe de su oficina.

Durazo se mueve en pactos de presión política, y de aflojamiento convenenciero, y no buscando capacidades y perfiles verdaderamente ciudadanos y profesionales, un gobierno del mismo corte prianista.

Funcionarios opacos, servilistas y no mueven un dedo si no es con la venia de su mentor.

Lo peor de lo peor de Durazo, es la violación del Estado de Derecho. Hay un contubernio con la delincuencia, terrorífico, tanto en una Fiscalía del Estado llena de delincuentes con charola como el mismo fiscal violador de derechos y preceptos constitucionales, que tiene en shock acusaciones penales y complicidad con criminales. Libera a gente que hace delitos y encierra a gente que no debe apresarse.

Durazo tiene controlado igualmente al poder judicial estatal. La cuatro té quiere una reforma judicial federal pero Durazo no quiere mover al poder judicial corrupto y discrecional al servicio del poder, no al servicio del pueblo de Sonora. Su coordinador de campaña Rafael Acuña Griego lo hizo presidente del supremo tribunal pero exactamente para evitar que la estructura se moviera si no lo contrario que todo se controlara a su servicio y al servicio de la oligarquía sonorense.

Muchos años luchando desde 1985 a 2015 contra el régimen antidemocrático, corrupto y autoritario, del partido de estado y del prianismo, para tener esto ahora, un gobierno mas malo y mas obtuso y alejado a la toma de decisiones desde abajo.