Rodolfo Montes de Oca
y su molino de viento
Por Alejandro De la Torre Domínguez.
Tal
como el hombre de la mancha de cuyo lugar no quiero acordarme, el Procurador de
Justicia no usa bien su lanza y pelea contra molinos de viento con su
pretencioso “Programa de Rezago al Liderazgo de Impartición de Justicia”. El
fiscal explicó hace una semana en el corte del listón del “centro de justicia
para la mujer”, que las grandes bestias imaginarias que piensa enfrentar son la
degeneración moral, el equipamiento indigno en las agencias del MP y de la PEI,
los inmuebles indignos y los sueldos indignos. Sobre entiende que el
funcionamiento del despacho que encabeza es indigno y también disfuncional.
Entonces ¿qué hacen con los recursos públicos que se destinan, si la Procuraduría,
el MP y la PEI no sirven?.
Lo más grave en el joven procurador es que parece que
no entiende el problema de la PGJE de Sonora. La ineficiencia del Ministerio
Público se refleja evidentemente tal como lo percibe y lo conceptualiza el
titular. La mayoría de las oficinas son patéticas, desmoronándose y disfuncionales,
sin espacios, casilleros reducidos, fuera del Centro ubicado en las calles
Yaqui y Sufragio de Ciudad Obregón, el resto de las agencias y de las
instalaciones de la policía, desde Guaymas a Huatabampo degradan la labor de
justicia, jajaja, “justicia?!”. Pero también en Ciudad Obregón, las agencias
adscritas a los Juzgados Penales, a la Delegación, las especializadas en
accidentes de tránsito y robo de vehículos, no tienen espacios, son ratoneras,
imprácticas y degradantes. Al despacho de cada agencia le faltan impresoras,
tonners, computadoras, archiveros, bebederos de agua, papel en el baño,
material de trabajo, papelería, copiadoras, hasta bolígrafos. Es más, no solo
los sueldos son bajos, les hace falta personal: Asistentes, escribientes, capturistas,
notificadores, etc.
En
Ciudad Obregón hay una agencia investigadora para cada uno de tres sectores en
que se divide su área territorial, persiguen delitos de oficio, homicidios,
robos, daños, violaciones, abortos, lesiones, secuestros ¿cuantas denuncias y delitos
atienden en un mes, 100, 200? Pues para sorpresa de todos, una pequeña parte de
estos ilícitos se resuelven. No se sanciona al infractor, no se reconocen a los
ladrones, se sueltan a los agresores con el pago de un dinero, nunca se
localiza al violador, mucho menos se culpabiliza al homicida. De 150 homicidios
por año no se procesa ni la décima parte de los que ejecutaron el crimen. Evidentemente
mucho menos estas agencias investigarán delitos cometidos por funcionarios
públicos corruptos a pesar de que sea su obligación.
Caso
más patético son las dos agencias especializadas en delitos de querella,
fraude, despojo, abuso de confianza, daños, difamación, que se dan por decenas
diariamente pero los ciudadanos no acuden a denunciar por lo engorroso del trámite,
las agencias no ejercen su facultad de investigación, las denuncias nunca
avanzan y el procedimiento se detiene por causas intencionales o exigencias
inalcanzables para el ofendido.
Si,
así es, el personal está acostumbrado a la simulación, principalmente los
elementos policiacos, si no hay dinero o una orden de los jefes de arriba de la
procuraduría no actúan, muchos de los Agentes titulares son arrogantes,
déspotas, arbitrarios y algunos tal vez la minoría son corruptos aceptan
mochada de los demandados o de los demandantes, fuera de la vista desde luego,
pero esa minoría echa a perder el prestigio del resto de los agentes. Montes de
Oca refiere que ha cambiado a 20 agentes en el Estado y los ha remplazado por
mujeres, flaco favor le hace al poder femenino, mientras no cambie el sistema,
las mujeres también se prestaran a convertirse en corruptas, a poco se van a
escapar. Por eso es preciso advertir que el Procurador peca lamentablemente de
ignorancia, una concepción desviada que le heredan sus antecesores, claro hay
que echarle la culpa al gobierno de Padrés una vez más.
El principal problema
de las agencias del Ministerio Público fuera de lo que señala el jefe, se debe
a la irresponsabilidad e impreparación en la aplicación del procedimiento penal
antes de la resolución de un Juez, cabe señalar que los juzgados son baluarte
igualmente de la corrupción y simulación. El procedimiento penal y los
instructivos de operación del Ministerio Público y las disposiciones de la Ley
Orgánica de la Procuraduría son terriblemente mal aplicados o no se aplican. He
ahí señor procurador el fondo del problema que usted lamentablemente demuestra
que no entiende y no concibe en su cacareado Programa de superación del rezago.
La facultad que le dan las leyes a la autoridad ministerial para averiguar,
investigar y consignar es el verdadero meollo del asunto por si no se había
dado cuenta y ahí es donde se requieren más recursos, no solo limpiar los
baños, pintar las paredes, ampliar
escritorios, comprar armas o chalecos. Se requiere técnica, ciencia
penal y correcto peritaje además de personal preparado y especializado que
dictamine y recabe pruebas de forma ágil y efectiva para resolver rápidamente
los casos y no esperar conchudamente a que el ofendido haga por sí mismo la
averiguación previa y presente todas las pruebas.
Evidentemente los cambios que
amerita la procuraduría no se darán mientras el MP dependa del poder ejecutivo estatal
y de su tendencia política partidaria. La separación del MP del gobernador debe
aprobarse con una reforma constitucional para aplicar la ley y no simularla.
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