De formulas lácteas a formulas políticas
Por Alejandro de la Torre
Lala en Cajeme
Eduardo Tricio (+), Eduardo Tricio ($) y Eduadro Tricio en herencia.
Cd. Obregón, Son.- El
consorcio cuasi monopolio Lala de Eduardo Tricio (+) originario de Cantabria
España, que acapará el 70 por ciento del mercado nacional de leche, ha
destruido con sus extensas propiedades en la Comarca Lagunera, mantos, praderas
y afluentes hídricas. Ha contaminado con arsénico el agua y ha comprado las
mejores tierras ejidales, apoderándose también de los derechos de agua. Lala ha
comprado los derechos de más de 2 mil pozos en Coahuila, ¿cuánta agua y tierra comprará
en el valle del yaqui?, y tiene un hato lechero de más de medio millón de
vacas. Además esta empresa de lácteos se convirtió en un concentrador del
mercado así como lo hace Bachoco en la industria avícola. No es fortuita su
llegada al sur de Sonora se debe a su inmersión en el mercado del noroeste del
país, donde Cremeria del Yaqui se ha extendido a Baja California, Sinaloa, Chihuahua y
Nayarit, más que a la idea que nos han querido vendernos de los buenos oficios
de la gobernadora que “terminó por convencerlos”. El plan de Lala (en 2014
invirtió 3 mil 500 millones de pesos en plantas de alta tecnología), que tiene
25 mil 800 obreros que le dice “colaboradores”, y 18 plantas una de ellas en
Nicaragua aunque el año pasado cerró su planta de Mazatlán, es como toda
empresa capitalista apoderarse de zonas económicas con “clusters” y ganar
mercados, así como lo puede hacer Walmart con Soriana, o un Oxxo con un Extra.
Así de fácil, así de sencillo. Otra ventaja que dicen traerá es que beneficiará
a los productores locales de leche, y esto es muy relativo, la leche Yaqui por
ejemplo es una mezcla de leche en polvo fabricada en Chihuahua, con grasas
vegetales y leche pasteurizada de hatos, pero no es leche pura, menos la de
Lala. Dicen que en un año en Cajeme dará empleo a 300 pero tal vez estos
trabajadores sean robados por las mermas de la competencia. El peor gato por
liebre que venden en los supermercados son las famosas “fórmulas lácteas” que
son agua pintada con grasa vegetal y un poco de leche en polvo de baja calidad,
de precio más bajo que la leche envasada tradicional, pero más cara por su
pésima calidad nutritiva y mezcla de líquidos corrientes. Lala probablemente en
vez de traer La prosperidad, traiga La ruina.
Sistemas de riego
Firco
El
ex senador Alfonso Elías Serrano es ahora director del Fideicomiso de Riesgo
Compartido para la Tecnificación del Riego FIRCO. El plan para Sonora, anunció con
bombo y platillo el también excandidato a la gubernatura, de este organismo creado
por el actual gobierno federal es financiar con 70 millones de pesos en el
Valle del Yaqui un poco más del 1 por ciento de su superficie agrícola para
sembrar hortalizas y cultivos sofisticados en el año 2016. Lógicamente los
propietarios de invernaderos que son exportadores de berros, espárragos, tomate
cherry, pepinillos, chile morrón y otros, bien cotizados en el mercado
norteamericano, una reducida cantidad de “productores” (y se les llena la boca
con esta palabrita) beneficiados con estructuras de aspersión, goteo y
fertilización, y en muchas ocasiones también se incluye en el paquete la fumigación simultánea hecha
por estos equipos de “alta tecnología”, serán los más aptos para adquirirlos y
beneficiar sus propiedades agrícolas, mientras que las otras 246 mil hectáreas
agrícolas seguirán con su aberrante cultivo del trigo y gastando cuatro millones de litros de agua por hectárea, esa agua del novillo. Entonces se pretende que en
tres años se equipen con financiamiento otras 6 mil 500 hectáreas, y si a esas
etapas vamos, estaremos hablando que dentro de poco para el año 2081, tengamos
toda el resto del área agrícola mencionada con esta tecnología de irrigación.
No os preocupéis, rápido se pasa el tiempo. Será verdad o será mentira pero los
cultivos de hortalizas financiados por FIRCO tampoco son alternativa al amolado
cultivo del cereal. Se requiere un plan agrícola de largo plazo insertándolo en
un plan económico nacional donde la población demande alimentos mejorando su poder
adquisitivo y no se exporte el 70 por ciento de la producción de trigo a la India,
Sudáfrica o Italia, y otro 20 por ciento destinado a forraje porcícola, en vez
de satisfacer el hambre de millones de mexicanos que ganan salarios raquíticos
y no pueden comprar en suficiencia alimentos del campo mexicano. El campo del
sur de sonora, puede cultivar huertos, pero también garbanzo, vid, olivos,
ajonjolí, haba, alubias, lenteja, algodón, canola, una mayor variedad de
cultivos que no se aprueban por que el mercado mexicano es muy reducido, porque
la mayoría de la gente no puede comprar nada, sus bajos ingresos solo le
permiten sobrevivir. Los financiamientos del reciente FIRCO, como se deduce,
serán para los mismos de siempre, grupos de agricultores privilegiados.
Las
declaraciones de los Pavlovich
La
gobernadora quiere quedar bien y declara, y pide que sus funcionarios declaren.
Y declaran. Se muestran como son, de qué son y con qué son.
Fuera de que a Padrés y sus ex funcionarios corruptos solo les han hecho
cosquillas. La información de
cada uno de los funcionarios actuales muestra hasta el momento que hay crisis de pertenencia. Los
funcionarios de Pavlovich son parte de una clase adinerada que también ha
obtenido ingresos del ejercicio de los puestos públicos muy por encima del
resto de los mortales que viven en, de y con penurias. Tres cuartas partes de
la gente vivimos con menos de tres salarios mínimos diarios y el resto de
nuestras vidas no obtendremos lo que la mayoría de funcionarios de Pavlovich
han obtenido en contraste con la existencia de 400 mil pobres extremos en Sonora
reconocidos oficialmente. Desde luego somos más en la realidad, esos 400 mil
son una estadística simulada. Pobres somos 8 de cada 10 sonorenses por que
obtenemos menos de 240 pesos diarios de salario o ingreso. Los bienes e
ingresos o fortunas de los altos funcionarios pavlovichistas nos dicen una de
dos cosas: han atendido sus negocios particulares o dejan por atenderlos sus
responsabilidades como servidores públicos. Una interrogante surge, si tienen
tal riqueza en bienes y dinero, ¿entonces para que quieren ser servidores
públicos? Desde luego la deducción inevitable dice que quieren tener poder
público para incrementar sus riquezas no a costa de un sueldo tal vez de 80, o
100 mil pesos mensuales, si no de las influencias que da tener en su haber el
ejercicio de altos puestos de poder público. Entonces en realidad servir, no es
su misión y fingen. Su objetivo es obtener desde el puesto público una palanca
o trampolín para obtener nuevos negocios o mejorar los actuales.
Gustavo
Ungson secretario de Salud manifestó en su haber 51.8 millones de pesos.
Enrique Claussen director de Isssteson 36.7 millones. Jorge Vidal titular de
Economía declaró tener 31.4 millones. El
caso del secretario de gobierno Miguel Pompa es sorprendente sus bienes
ascienden a 23.5 millones de pesos y toda su larga y joven vida ha sido
funcionario municipal en Nogales, ha sido diputado, funcionario y secretario de
gobierno, etc. Entonces ¿Si tienen más ingresos por sus actividades privadas
que sus percepciones como servidores públicos, para que quieren ser servidores
públicos? Obvio, para hacer más negocios con el puesto. Y no es que roben, se
debe a que es el tráfico de su influencia o el uso abusivo de su cargo lo que
les dará mayores beneficios que si se dedican nada más a sus negocios
particulares. ¿O es creíble que ejerzan sus puestos públicos nada más para
servir a la gente?
Desde
esta óptica los altos funcionarios de Pavlovich son substituibles de forma
inmediata y no son indispensables, y están ahí claro está no por capacidad si
no por influencia o pertenecer a grupos cercanos de los principales allegados
políticos que se colocaron en el gobierno estatal. Son sustituibles por que los
puestos administrativos estatales deben ser desempeñados por personas profesionales
y de tiempo completo, que su retribución solo sea circunscrita a su propio
sueldo neto y no estar atendiendo sus negocios particulares al mismo tiempo.
Miles
de contadores, ingenieros, masters y doctorados que no son políticos
profesionales, son de lejos mucho más capaces que los politiqueros cabezas de
facciones en pugna que negocian llegar a los altos puestos públicos por la
destreza de saberse acomodar, suplicar, agachar la corva, o inclinar la cerviz
al jefe en el poder.
El
caso del Secretario de Desarrollo Social, Rogelio Díaz Brown nos deja en la
sospecha generalizada ya que reporta un patrimonio de 11.4 millones de pesos y
de ingresos obtenidos en 2014, -fuera de su sueldo como alcalde de Cajeme-, por
700 mil pesos, a pesar de que no haya acusación en su contra por
peculado o enriquecimiento inexplicable, ¿en qué momento se dedicó a otro tipo
de actividades que no fuera atender su despacho en Cajeme con agenda de trabajo
y compromisos saturados que le dieran el doble de ingresos que los que obtuvo
de su sueldo en nómina como funcionario de 60 mil pesos mensuales?. Las
riquezas de la alta clase política que hoy gobierna a la entidad, son 10 o 20
veces superiores que la cantidad de bienes de la amplia mayoría ciudadana. Esa
disparidad amerita que nos exhiban una cuarta declaración después de la
patrimonial, la fiscal y la de conflicto de interés que sería la declaración
con pelos y señales de como las obtuvieron y si no lo demuestran, deben de
renunciar. De la misma forma los bienes de Adolfo García Morales, Horacio
Valenzuela y Raúl Navarro, titulares de Seguridad, Trabajo y Hacienda van de 5
a 10 millones de pesos. Sin gastar un solo centavo, volverán a juntar en todo
el sexenio más de 5 millones de pesos, pero los beneficios que obtendrán fuera
de su sueldo están tan opacos como el polarizado de un carro blindado. Desde
luego la gobernadora le hizo caso a los grupos de poder para designar a sus
actuales funcionarios, pero para eficientar y descorruptivizar la labor pública
se requiere otra cosa: Deben ser separados de sus cargos para que sean
sustituidos por profesionistas preparados.
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