REPRIMEN A MANIFESTACIÓN DE MAESTROS FRENTE A PALACIO DE GOBIERNO ESTATAL
Por Leonel Acedo Félix
Por Leonel Acedo Félix
Hermosillo, Sonora.- En la medianoche de este 21 de marzo más de quinientos elementos
de las distintas fuerzas policíacas del Estado irrumpieron frente al
palacio de gobierno en Hermosillo para desalojar un plantón pacífico de
maestros que protestaban contra la reforma laboral administrativa de
Peña que amenaza con despojarlos de sus derechos laborales.
Con
violencia destruyeron y se robaron las casas de campaña de los manifestantes entre otras
pertenencias. Una maestra salió lesionada de su
cuello cuando fue empujada y jaloneada por policías de la PEI vestidos
de civiles.
Previo a los hechos, por el costado norte de palacio los nuevos halcones hacían ejercicios de calentamiento y gustosos se frotaban las manos, iban a hacer lo que saben: reprimir a ciudadanos indefensos. Tenían ya la orden de desalojar a como diera lugar a menos de un centenar de docentes que ahí se encontraban; en unos cuantos segundos los sitiaron y empezaron el zafarrancho sin importarles que a esa hora todavía paseaban por la plaza Zaragoza un gran número de personas. Arrancaron las pancartas, arrastraron las casas de campaña y se llevaron mochilas y otras pertenencias de los manifestantes, entre quienes había mujeres y niños.
De esta forma la gobernadora respondía a los maestros quienes insistentemente le han llamado al diálogo y a la negociación. El mensaje fue claro: ante las demandas del magisterio, ella opta por el uso de la fuerza violando las garantías como la libre expresión y el derecho a la asociación consagradas en la constitución que hace pocos meses juró cumplir y hacer cumplir.
Tres días antes (18 de marzo) habían dado una muestra de la fuerza del movimiento de rechazo a la reforma, más de tres mil trabajadores marcharon por las calles de Hermosillo, hecho que fue omitido por la prensa oficialista y corrupta. Marcharon 800 maestros, señaló El Imparcial, anexando una breve nota, pero para los otros medios el evento no mereció ni una palabra.
El sargento Nuño prepara el golpe final al normalismo aceptando que cualquier con una licenciatura puede desempeñar el puesto de un maestro, se envalentona aferrado a despedir a 3360 docentes que valiente y dignamente se opusieron a ser sometidos a la evaluación punitiva. A los empresarios y al gobierno se les agota el tiempo y solo atinan a actuar con amenazas y represión como lo hace la Pavlovich en Sonora.
Pero el magisterio y los padres de familia convocaron a la oposición contra la reforma educativa impulsada por el gobierno federal para preparar la huelga nacional en abril defender la plaza base y la escuela pública hasta modificar la reforma, mientras que al mismo tiempo se avanza en la confección de una real reforma educativa con la participación de los docentes, investigadores y académicos en materia educativa.
Previo a los hechos, por el costado norte de palacio los nuevos halcones hacían ejercicios de calentamiento y gustosos se frotaban las manos, iban a hacer lo que saben: reprimir a ciudadanos indefensos. Tenían ya la orden de desalojar a como diera lugar a menos de un centenar de docentes que ahí se encontraban; en unos cuantos segundos los sitiaron y empezaron el zafarrancho sin importarles que a esa hora todavía paseaban por la plaza Zaragoza un gran número de personas. Arrancaron las pancartas, arrastraron las casas de campaña y se llevaron mochilas y otras pertenencias de los manifestantes, entre quienes había mujeres y niños.
De esta forma la gobernadora respondía a los maestros quienes insistentemente le han llamado al diálogo y a la negociación. El mensaje fue claro: ante las demandas del magisterio, ella opta por el uso de la fuerza violando las garantías como la libre expresión y el derecho a la asociación consagradas en la constitución que hace pocos meses juró cumplir y hacer cumplir.
Tres días antes (18 de marzo) habían dado una muestra de la fuerza del movimiento de rechazo a la reforma, más de tres mil trabajadores marcharon por las calles de Hermosillo, hecho que fue omitido por la prensa oficialista y corrupta. Marcharon 800 maestros, señaló El Imparcial, anexando una breve nota, pero para los otros medios el evento no mereció ni una palabra.
El sargento Nuño prepara el golpe final al normalismo aceptando que cualquier con una licenciatura puede desempeñar el puesto de un maestro, se envalentona aferrado a despedir a 3360 docentes que valiente y dignamente se opusieron a ser sometidos a la evaluación punitiva. A los empresarios y al gobierno se les agota el tiempo y solo atinan a actuar con amenazas y represión como lo hace la Pavlovich en Sonora.
Pero el magisterio y los padres de familia convocaron a la oposición contra la reforma educativa impulsada por el gobierno federal para preparar la huelga nacional en abril defender la plaza base y la escuela pública hasta modificar la reforma, mientras que al mismo tiempo se avanza en la confección de una real reforma educativa con la participación de los docentes, investigadores y académicos en materia educativa.
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