Sistema electoral corrupto
Reproducir
con elecciones banales el poder contra la clase proletaria
Al objeto de conquistar la igualdad efectiva y la verdadera democracia es
preciso comenzar por privar al capital de la posibilidad de alquilar
escritores, de comprar editoriales y sobornar periódicos. Denominan libertad de
prensa a la libertad de soborno de la prensa por los ricos, a la libertad de
utilizar riqueza para fabricar y falsear la llamada opinión pública.
V. I. Lenin.
Por Alejandro de la Torre.
Las dos fuerzas electorales que se disputan
el poder público y la representación del poder oligárquico en este país son tan
diferentes en su sabor, color y CO2 como la cocacola y la pepsicola.
El PRIAN y el MorePRIAN son rojos y azules
por fuera, pero podridos por dentro.
Esta perversión genera que se den golpes en
las ingles, puñaladas vociferantes en las espaldas, e incluso proponen meter a
la cárcel a López Obrador, cuando este no metió a la cárcel a nadie de esos
corruptazos de alta monta, no tiene a ningun funcionario saqueador en la cárcel,
óigase bien. A nadie. Incluso se hacen senadores o embajadores.
Es incomprensible que los chairos acepten al
Peje que se convirtió en un mentiroso, lo aceptan con un fervor enfermizo.
López Obrador está pintando para ser
señalado, no por la derecha, no por la oligarquía, no por los anticomunistas,
no por los radicales izquierdistas, si no por la historia, como el peor
presidente que ha tenido el país.
30 años de fraudes electorales, los
beneficiarios de la cuatoté, se los pasaron por el arco de las piernas, y hoy
el sistema electoral en México sigue siendo el mismo, una farsa, un artilugio
para someter la mente de los explotados al dictado del sistema opresor oligarquista.
El sistema electoral mexicano, es el mismo que
empoderó a Salinas, a Zedillo a Fox y a Calderón, -que creo las condiciones del
poder de la oligarquía financiera-, hermético, fraudulento, dispendioso,
manipulador, bloqueador de la democracia, falso.
No genera avance, no se eleva a exigencias de
formar gobiernos de la gente, por la gente, al contrario, el control del alto
poder financiero concentrador es el que dicta, el que aplasta.
Los 65 meses del cutroterismo son la mas
grande frustración de la era moderna, después de la derrota de la revolución
mexicana.
Elegir ambiciosos banales llenos de
mezquindad con tal de obtener un cargo excesivamente bien pagado y traficador
de influencias, que solo ofrecen promesas que ninguno ha cumplido ni tiene
forma de demostrar que puede cumplirlas, solo corresponde a que en la boleta
solo aparece lo mismo: una bebida azucarada negra y otra bebida azucarada
negra. No hay más.
El reparto electoral, entre los principales
partidos, es para unos cuantos, con procedimientos traicionantes para sus
propias legalidades partidarias. De esto se deriva que un azul se convierta en
guinda, que un socialista se convierta en capitalista, “que un señor quiera ser
mujer y una chica quiera ser señor”. (Silvio Rodríguez dixit.)
La regla es cambiar de color como un
camaleón, cambiar la posición como cambiar de calzones, la incongruencia del
principio ideológico, y cambiarlo por otro, lo ambicioso patológico y el engaño
en campaña, y una vez conseguido el cargo, incumplir en la práctica lo que se
dijo en teoría, actuar en sentido inverso a lo ofrecido. Sin existir ninguna
clase de escrúpulos.}
Agregar panistas y priístas a la ambición de
un gobernador morenista llamado Durazo, al hegemonismo en el órgano legislativo,
al poderío para pactar con los grupos fácticos, sea delincuencia, sean
dirigentes charros en los sindicatos, sean sectores hegemónicos de la alta
empresa, o sean aquellos grandes manipuladores informativos facturadores del
presupuesto estatal. Todos son los poderes fácticos que negocian con los que
detentan el poder oficial.
Este es el sistema electoral falso que solo
llena los recuadros de la boleta electoral y que siga la fiesta autoritaria y
discrecional para beneficiar el hegemonismo en la toma de decisiones y del uso
de los presupuestos públicos.
Continúa...
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