Acabose el agua del Oviachic y del Novillo
Por
Alejandro De la Torre D. / CRóNICA10.
La presa El Novillo fundamental para el suministro de agua potable a la población y a la industria en Hermosillo, se encuentra al 12.8 por ciento de su capacidad, un nivel crítico que pone en riesgo hídrico a la región, según se revisan los datos ofrecidos por el Organismo de la Cuenca Noroeste de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
A pesar del publicitado plan hídrico del gobierno de Durazo, esta situación se replica en todo el sistema de presas en Sonora, que almacenan solo el 11.4 por ciento de su capacidad, registrándose hasta este sábado 13 de abril de 2024, un nivel de 928.8 millones de metros cúbicos de agua en reserva.
De
nombre oficial Plutarco Elías Calles la mayor presa de Sonora es de las
principales fuentes de agua para el centro del estado, aportando el suministro de
un 25 por ciento del consumo total. Sin
embargo, junto con la presa Álvaro Obregón o El Oviáchic, se encuentran en este
momento en condiciones extremas de extracción, afectando a todas las
actividades económicas y al consumo doméstico que representa aproximadamente el
50 por ciento en la capital y el 20 por ciento en Ciudad Obregón, lo que
perjudica el bienestar de centenas de miles de hogares.
Conagua
señala que el 98.6% de los municipios de Sonora experimentan algún grado de
sequía, con 30 localidades en categoría de sequía extrema y 24 en condiciones
excepcionales. Este panorama se refleja en el resto del territorio estatal, con
una significativa área afectada por sequía severa, moderada y condiciones
anormalmente secas.
Ante
la posible exhaustividad de las presas, Nicolás Pineda Pablos, investigador del
Colegio de Sonora, advierte que el 70% del agua restante para Hermosillo
proviene de acuíferos subterráneos, una fuente que también enfrenta riesgos de
sobreexplotación. Pineda Pablos explica que la dependencia creciente de estos
mantos acuíferos podría llevar a una mayor degradación de la calidad del agua,
dado que a mayor profundidad, más minerales y metales pesados pueden contaminar
el recurso vital.
Esta
situación crítica pone de manifiesto la urgencia de buscar soluciones
sostenibles para la gestión del agua en Hermosillo y las ciudades del sur de
Sonora, especialmente con la temporada de recarga de las presas prevista para
julio o agosto, aunque esto no garantiza una solución a largo plazo.
Al
Ovicachic le extraen cada ciclo agrícola triguero de diciembre a abril, mas de
1 mil millones de metros cúbicos de agua desde el Novillo y La Angostura, para
cosechar en mayo 1 millón de toneladas, esto es mil litros usados de agua del
río Yaqui, para producir un kilo, lo que es una barbaridad ya que ni tan siquiera
el trigo es para hacer pan y tortilla, saciar el hambre del pueblo, si no que el
70 por ciento es para exportación para hacer pastas y macarrones, (Trigo
cristalino duro) y para el forraje porcícola, todavía el 20 por ciento restante
se destina a las fábricas de la Nestlé, la Kellogs, la Quaker y la Pepsico.
En
Ciudad Obregón por estos tiempos se ponen a rezar con los padrecitos, para que
llueva, y volver a sembrar el trigo el proximo ciclo en las macro extensiones
agrícolas en renta y propiedad de fervorosos
católicos mega productores de trigo y dueños de invernaderos, mientras a la
gente de las colonias populares le suspenden el servicio el Oomapasc de la
cuata tanfomachón por que deben dos meses atrasados de agua potable.
Los
mega agricultores que siembran trigo después de que se acabaron el agua en la
costa de Hermosillo y en la planicie del sur de Sonora, todavía quieren que les
suban el subsidio gubernamental por que no van a tener márgenes altos de
ganancia ante los precios bajos en la cotización internacional.
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