Por Alejandro de la Torre D.
Realmente la izquierda en todas sus latitudes ¿ha ejercido el poder, en los diferentes Estados del mundo?.
Durante el siglo 20, en repetidos casos el poder se convierte en el objetivo último de las clases, grupos, estratos o personajes que derrocan al capitalismo.
El anarquismo español puede concebirse en el año 1936 como el mejor y tal vez único ejemplo del poder del pueblo, cuando no hubo aparato de gobernabilidad sobre la comuna de trabajadores que enfrentaron al régimen fascista y lo derrotan en amplias zonas.
Después de esto, tanto en Rusia y los países adyacentes que formaron la Unión de Repúblicas, la consigna fue en 1917, "Todo el poder a los Soviets", similares formatos de ejercicio del Estado con los cuales los obreros decidían en masa organizada y en sindicatos industriales, la dirección del poder.
En China Mao ejerció el poder del pueblo, y su concepción de masas en 1946-49. Viene el derrocamiento de la dictadura de Batista en Cuba y el ejercicio del largo poder que sucedió de 1959 hasta la actualidad con Castro Ruz.
El poder de la clase capitalista, sea en su fase militar, fascista o régimen presidencial al derrotarse deriva en la perpetuación del poder de la clase social enarbolada, sea con el formato de pueblo, proletariado, campesinado, indígena, socialista-comunista, o liberal-nacionalista, pero siempre bajo la tutela de un gran hombre, un dirigente de masas, una casta gobernante tipo Partido Comunista, o un presidente reelecto.
En la mayoría de los casos bajo la insignia ideológica se han cometido abusos, atropellos, injusticias, y también crímenes. Otros casos son Corea del Norte, Libia, Irán, y otros.
Y en este ultimo formato es con el cual los países latinoamericanos han padecido de largos periodos de reelección o cortados pero con varios periodos reelectivos: Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina, Brasil, Nicaragua y desde luego Cuba.
Que muchos críticos los tildan de dictaduras por que no sueltan el poder, pero es que dejarlo es entregarselo nuevamente al capitalismo. De esto deriva la importancia de conocer que el poder en México se ha perpetuado bajo el ropaje nacionalista revolucionario (PRI 1924-2000) y que en la época actual, no derivaría en un esquema relectivo, si no más bien de continuidad, no dos sexenios, si no tal vez una veintena de años, que convocarían a formular una nueva Constitución Política del Estado Mexicano.
Pero podrá el actual Presidente López Obrador, ¿evitar que lo conceptualicen bajo este esquema de perpetuación en el poder? Sin desmentir que el país requiere la continuidad de un nuevo régimen y tal vez un nuevo sistema político y económico, no que derrote al capitalismo pero que si lo desplace en un ritmo desconocido, pero secuencial?.
Esto nos resuelve inequívocamente la duda, no habrá reelección pero si dominancia desde fuera del ejercicio del poder formal con el lopezobradorismo después de 2024. (CRóNICA10).
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