martes, 22 de octubre de 2019

Enjuciamiento popular contra regidores irresponsables

Suplentes de Lamarque, González, Cota, Rocío, Carmina, Priscila, Ana Castro, Ibarra, Almada, Armenta, Delgadillo y otros... al ruedo.
Revocación de regidores o desaparición de poderes en Cajeme
Los regidores faltistas. Faltan no solo en asistencia, faltan principalmente a su conciencia.
Por Alejandro de la Torre Domínguez./ CRóNICA10
Desde el año 1997, puedo jactarme de conocer el comportamiento del cabildo de Cajeme.
Han pasado desde ese momento en que ganó el PRD el ayuntamiento, 22 años, 7 cabildos y 147 regidores.
Cada cabildo, ha sido trampero, discrecional, humillado al poder alcaldista, corrompidos para aprobar presupuestos que benefician a unos cuantos, que desincorporaron decenas y decenas de terrenos y bienes municipales, que favorecieron a unos cuantos proveedores a unos cuantos contratistas, que perdonaron prediales y multas, que se chingaban al ciudadano de a pie, que manejaban a la policía como un cuerpo represivo y asesino (y últimamente, narco), que endeudaron al ayuntamiento, que sacaron tajada colocando a familiares y recomendados partidarios en los principales puestos públicos, que nunca aplicaron la ley y nunca se sujetaron a los reglamentos.
Regidores levantadedos, agachados, sin iniciativa, encubridores y traidores al escrutinio ciudadano.
Solo uno o dos regidores formaron parte de la disidencia, aquellos que nunca obtuvieron canonjías ni mochadas del secretario del ayuntamiento en turno que manejaba la cosa municipal bajo el mando unipersonal de un reyezuelo, desde Raúl Ayala, Lamarque, Ricardo Robinson B, Armando Félix, Palillo Villanueva, Manolo Barro, Rogelito Díaz B, Tinito Félix.
Todos endilagados a los intereses creados, sintiéndose mandamases y poniendo a sus mujeres a recaudar fondos para el DIF moteándolas como primeras damas, como si todas las demás fueran segundas o ultimas.
Se zarandeaban con los ricos, recibieron regalitos, se hicieron cómplices de caciques y megaempresas para esquivar reglas o impuestos, y se enriquecieron. Siempre fueron empresarios que eran ricos y se hicieron después de alcaldes, más ricos.
Su rasgo común, es el autoritarismo, el servirle a unos cuantos y siempre llegar a esos cargos mediante el Fraude Electoral.
Tal vez la excepción de todos esos trienios mencionados, fue el exalcalde del PRD, Javier Lamarque 1997-2000, que ganó por votos, solo por votos, tal vez por primera vez y última, pero invariablemente volvió a gobernar igual que el PRI.
Hasta que llegó Mariscal montado en el caballo Pejista, y todo se volvió, la pantomima mariscalista.
Los regidores actuales incluso trabajan más que cualquiera otra planilla de regidores propietarios de otras épocas, pero ahora se conoce, no lo que hacen, si no lo que no hacen. No lo que dicen, si no lo que mienten. No lo que son, si no lo que el presidente toca como son.
Los regidores faltistas, deben ser sancionados con la destitución, con la suspensión, con la sanción económica o con la revocación, pero deben ser sancionados, por que todos lo demás es impunidad. Ocho regidores de Morena, dos de MC, dos del PRI y uno del PAN no cumplieron con su primer año de labor, por que ante un municipio deshecho en servicios, inseguridad y desobligación, ellos son el turrón, pero también el zurrón.
Violaron el reglamento faltando de cuatro hasta 47 veces injustificadamente algo equiparable al abandono de sus funciones y debe sancionarse por abandono de sus funciones por un lapso mayor a quince días, con la suspensión o revocación del encargo, por lo que debe remitirse por el Presidente Municipal, un oficio al Congreso del Estado para que califique la separación del cargo, así mismo, se autorice que ocupe el cargo el suplente que corresponde o quien resulte para el caso del Presidente Municipal. (Reglamento Interior del Ayuntamiento de Cajeme).
Y Mariscal los solapa y los consiente, por lo tanto Mariscal como alcalde debe pagar la cuenta que dejaron al servirse en el lujoso mesón de pobreza y marginación en que se encuentra este municipio tantos trienios ultrajado.
Si no hay deslinde de responsabilidades, el mejor camino popular es la revocación de poderes en Cajeme.
La gente está a un paso para exigirlo, y todo le pesará a esa opción que surgió de un partido que no había gobernado y que se supone no era corrupto, por que si no actúa, este gobierno municipal le abrirá el paso a otro partido para que gane la próxima elección, profundizando ese comportamiento traidor de este alcalde que militó en las filas del PRI y que tiene como sus principales funcionarios a priístas bajo las orden de la gobernadora y no bajo la esencia del cambio nacional liderado por López Obrador.
Rosendo Arrayales regidor que tiene casi la totalidad de asistencias a comisiones y sesiones, es el que lleva el caso de reclamo y denuncia por el conocimiento de causa que tiene y que es acosado por los regidores ausentes e irresponsables.
El mismo afirma que si se aplica la reglamentación, los regidores serán revocados y serán llamados los suplentes, y si el alcalde no sanciona y no turna con la remisión de un oficio al Congreso del Estado también puede pasar por el mismo procedimiento de revocación.


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