jueves, 24 de octubre de 2019

El Sub Estado controla partes del país. El Estado Rescatado



El Estado restablecido en dirección de su fortalecimiento, con el nuevo gobierno.
Culiacán solo una parte de un sub Estado.
Por Alejandro de la Torre D./ CRóNICA10
    México está tomado, ha sido cuasi destruido el Estado como poder desde el año 1994 pasando por el foxismo, calderonato y el peñato. 
El Estado en México se encontraba en riesgo de ser desbaratado por los intereses creados, que tienen tomada la plaza, desde los delincuentes gubernamentales con la enorme corrupción del aparato público, sumado al saqueo huchicolero de decenas de miles de millones de pesos que permeaban todo el enramaje de gasoductos de Pemex. 
El problema de la invasión de los cárteles de la droga sobre más de la mitad del territorio nacional no surgió hace una semana, o un mes, se fincó, y se fomentó por los capitales financieros que vieron en la actividad del narcotraficante una enorme actividad económica potencial que mueve miles de millones de dólares que en gran cantidad son lavados por los bancos. 

Rescatar al Estado Mexicano ha sido el gran logro del nuevo gobierno encabezado por el presidente López Obrador, requiere el apoyo del pueblo y eso solo bastaría para justificar su encomienda. 
López Obrador surge del pueblo, no de los grupos poderosos amafiados, no proviene de los grandes intereses trasnacionales y ese solo hecho nos proporciona las bases para fundamentar que su propósito y su proceder no pueden responder al viejo sistema político, por ello es un camino que no se parece en nada al Salinismo o al prianismo. 
Consolidar los pernos que se soltaban cada vez más a la base del Estado Mexicano, soldarlo desde su cimiento y fortalecer un nuevo Estado sin vínculos con el poderío narco, financiero o neoliberal, que lo mueva el único interés de defender al país y a su pueblo, bastan para desbocar el apoyo irrefutable al gobierno de López Obrador. 
En unos cuantos años más tal vez antes de 5, podremos decir que hay sendero para enfocar las baterías a un sistema nuevo económico y social, que en estos momentos no es factible concretar. 
La prueba nos la pone la toma de Culiacán por los grupos armados dedicados a mantener la plaza industrial del comercio ilícito. Bajan de los pueblos, de la sierra, de los escarpados parajes internos de Durango o Chihuahua límites con Sinaloa y salen de sus madrigueras urbanas. 
No son cinco, no son tres, fíjate de una vez, son un chingo. No es que era algo imprevisto que rebasaron las previsiones, noooo. Los 9 carteles capos, tienen distribuidos 74 grupos armados, y no con pistolitas, con grueso poder, en grandes áreas del territorio. 
Pero siempre se ha sabido, no son de ahora, y la guerra de hace dos sexenios solo agitó más el crecimiento de ellos. Que no los sorprenda, los estudios y conocimientos los tienen en la Marina, en la Sedena, en Gobernación. 
Centenas de miles de armas y tracatracas han entrado con impunidad al país, del mismo modo como entran por ejemplo los carros chuecos. 
Está invadida la superficie con miles de integrantes que están dispuestos al enfrentamiento y muchos por el coraje contra la injusticia, el abuso, la pobreza y la muerte generada por el poder del estado militar. Esto se compone con demasiada perspicacia, con demasiada madurez y con datos desde satélite. 
No con el uso de la fuerza, que en ocasiones es legitima, que en muchas y diversas situaciones debe ser únicamente para defender a las victimas, a la sociedad oprimida por la impunidad y el delito organizado. 
Esto apenas empieza, los capos no se han ido y sus lugartenientes son capaces de tomar cualquier plaza. Sin embargo no se dedican todos a lo mismo. Son especialistas en ciertos ilícitos unos, dominan el trafico otros y entre este trafico diferentes sustancias, -no es lo mismo el crystal que la heroína-, y otros más, áreas como el secuestro, el robo y la extorsión. No está fácil, la única salida es el fortalecimiento del Estado, de su estructura de orden y legalidad, y eso no se compone con un trinar de dedos, pero se compondrá con ese Estado Mexicano que se ha estabilizado y va rumbo al logro de su afianzamiento, que ha roto con su desintegración y acatará la razón que nos obliga a la paz y la justicia.
Culiacán es un caso, incluso es el más benévolo, hay irritablemente, peores zonas en el país.

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