lunes, 23 de septiembre de 2019

LIGA 23 DE SEPTIEMBRE, DIGNIDAD Y VALENTÍA.

DECLARACIÓN DE EX INTEGRANTES DE LA LIGA 23 DE SEPTIEMBRE
Obligatorio para rescatar la memoria, la historia y la conciencia de la clase social a la que defendemos.
La valentía es una virtud humana y el hecho de enfrentarse al Estado que como en aquel tiempo y hasta la fecha ha sido represor de los intereses del pueblo y sobre todo un instrumento de dominación política y económica de la clase empresarial no solamente es sinónimo de valentía, sino de salud mental puesto que un sistema económico que explota, asesina de hambre y crea violencia de la mano del crimen organizado no puede ser nunca algo natural o inmutable.
Es cierto que la sociedad está lastimada, pero no ha sido por los movimientos sociales; no, por ellos, a lo largo de la historia, se ha podido que los derechos de los pueblos, avancen. La sociedad está lastimada por la falta de igualdad de oportunidades, por la desigualdad económica y el nulo respeto de los derechos sociales y humanos del pueblo. Entonces, ante la violencia hay un responsable y ése es el capitalismo -ahora como neoliberalismo- que tanto defienden los empresarios a pesar de ser caduco y violento.
Los movimientos democráticos, después de la revolución de 1917, han sido reprimidos, orillándolos a la violencia para después exterminarlos. Lo que sucedió en el movimiento estudiantil del 68, que pese a ser pacífico, fue masacrado y a raíz del cual se multiplican los movimientos guerrilleros como un acto de supervivencia. La Liga Comunista 23 de Septiembre y demás organizaciones del movimiento socialista armado.
Todas nacieron en el contexto de luchas democráticas y esas luchas fueron reprimidas. Ésa es violencia de Estado, en alianza con su burguesía: El Estado asesina con balas o torturas y la burguesía con el hambre, pero la violencia responde a los mismos intereses.
El movimiento socialista armado, la guerrilla, en México fue una manifestación violenta en respuesta a la violencia que el Estado creó, erigiéndose como una aspiración ética e ideológica en contra de un sistema que no es un proyecto social para el pueblo sino un proyecto económico para la burguesía.
En México las luchas todas son patrimonio de los mexicanos, nadie es propietario de la historia; el movimiento que llevó a López Obrador a la presidencia es resultado de cientos de luchas precedentes, es el resultado de años de luchas que ahora se ha expresado electoramente pese a los intereses de la burguesía más recalcitrante como es el Grupo Monterrey, fundado por Eugenio Garza Sada, el mismo que apoyaba al nazismo en los años 40, el mismo que reprimió huelgas en Monterrey por afectar a sus intereses, el mismo que despidió cientos de trabajadores que se le enfrentaron legalmente en huelgas; el mismo que creó sindicatos blancos, patronales para controlar a los trabajadores.
Eugenio Garza Sada en el intento de secuestro cayó abatido por uno de sus escoltas pues así había recibido instrucciones; la Liga Comunista 23 de Septiembre no estaba interesada en su muerte. Salvador Corral García e Ignacio Olivares Torres dirigentes de la Liga fueron detenidos meses después y torturados lacerando sus cuerpos con clavos, descuartizados para ser lanzados cerca de las residencias de Garza Sada y de Aranguren, otro burgués, en forma de homenaje y tributo; casi una decena de compañeros fueron detenidos, torturados y obligados a confesarse como autores permaneciendo años en prisión. Ahora los beneficiarios de la represión gubernamental nos hablan de moral.
Hoy la burguesía más reaccionaria intenta enfrentar a Amlo a partir de la declaración de un historiador que se atrevió a decir que los militantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre eran valientes; esta burguesía y sus corifeos como el Consejo Coordinador Empresarial, CCE; Felipe Calderón y la sicaria mediática Lili Téllez le temen a las ideas. Las ideas son a prueba de balas y más aún, resisten sus descalificaciones que sólo muestran que a pesar de los años el rencor, el odio de clase en contra de la Liga Comunista 23 de Septiembre está presente.
Los militantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre, lo decimos por nuestros camaradas, no solo fueron valientes sino jóvenes llenos de coraje y dignidad, pues el coraje moral permite actuar correctamente a pesar de recibir por ello descrédito, vergüenza, deshonor o represalias sociales; más allá, fue la vida lo que se apostó en esa lucha.
Es cierto que algunas organizaciones políticas lucharon por una Reforma Política que inicia en 1977, pero también es cierto que sin esa lucha de la izquierda y sin la existencia del movimiento armado socialista, la guerrilla, el Estado difícilmente hubiera dado pasos hacia una apertura electoral; el México del presente no se puede explicar sin estos eventos; y de esto todos somos beneficiarios, incluidos los que se espantan e indignan de llamar valientes a los militantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre.
La violencia no es un método deseable para nadie, pero en el contexto histórico en el que sucedieron los hechos fue la única vía que nos dejaron a los jóvenes, precio que pagamos no con una vida sino con la de cientos de jóvenes muertos y muchos más desaparecidos hasta la fecha. El comunicado del CCE, Calderón y demás no dicen nada sobre este tema
Así que la pregunta es: ¿Quién es el responsable de la violencia, el que produce el hambre o el que lucha contra ella? ¿Es valentía la que defiende un sistema asesino o es valentía enfrentarse a él para transformarlo por una sociedad más justa?
Los exmilitanes de la Liga Comunista 23 de septiembre, los familiares de muertos y desparecidos y los amigos que participamos en Madera, Periódico Clandestino sólo podemos decir: sí, nuestros compañeros, nuestros familiares eran valientes y así pasaran a la historia.










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