Misión en Cajeme del nuevo Ayuntamiento de cambio
Acabar privilegios, corrupción, lograr la transparencia perfecta y una eficiente labor contralora.
Por Alejandro de la Torre D./CRóNICA10
El reto, el compromiso, de un gobierno municipal de cambio verdadero, es no tolerar la corrupción, es acabar los privilegios que por décadas se han servido con la cuchara grande los grupos de poder en el ayuntamiento de Cajeme, y convertirse en una institución de la transparencia perfecta.
Decenas de millones de pesos cada año se destinan a favorecer a un puñado de proveedores en un mecanismo, se ha dicho, que cumple con la Ley para asignar compras, pero no es así.
250 millones son acaparados por cinco o seis empresas constructoras que hacen las tres cuartas partes de la obra pública, igualmente con el pretexto de que ganan procesos de licitaciones justos y transparentes.
La asignación de plazas laborales y las indeminizaciones laborales, también se enmarcan en el favoritismo de las palancas partidarias, de los compadrazgos y del tráfico de influencias. Se indemniza con mayores finiquitos a los recomendados de acomodados en la esfera del poder político.
Los permisos y las concesiones que aprueban las dependencias municipales, igualmente son determinados por la capacidad e influencia que tienen los que favorecen con billetes, con soborno, con mochadas.
Las insepecciones, las audiencias, las liberaciones de vehículos detenidos por infracciones, etc. no tocan al recomendado, al pariente del funcionario o del priista que tiene amigos como regidores.
Ese es un esquema de privilegios, de rompimiento de leyes y reglas municipales, que con los gobiernos del PRI y también con los del PAN, se han agarrado como tentáculos, rompiendo equilibrio, justicia presupuestal y derecho a una distribución igualitaria de los recursos públicos.
Por ello, Contraloria Municipal no es operable, por que se convierte tan solo en un brazo mas de control del presidente municipal. en lugar de ejercer la gran garantía de la revisión y la sanción.
La transparencia es un parapeto, una mofa, por que es tan solo un artilugio publicitario para esconder los malos manejos de los malos funcionarios.
Eso debe cambiar, un gobierno municipal que sea de cambio, debe desbaratar la estructura de simulación y cumplir con lo que la ley y los reglamentos estipulan, sirviéndole al pueblo para que los corruptos se vayan, no regresen y sean castigados.
Los últimos cinco trienios de Félix, Vilanueva, Barro, Díaz Brown y Félix, fueron una caja de corrupción que debe ser sancionada con la aplicación de los procedimientos administrativos, con búsqueda de la verdad de la corrupción que ejercieron, y para que nunca se vuelvan a repetir, eso se convertiría en una muestra palpable de virtud y premio que hará la gente que exige honestidad y cambio.
Acabar con la enorme corrupción y los privilegios en la policía municipal, restructurando sus procedimientos y operación, fortaleciendo la intervención de una verdadera contraloria y evaluación dentro de esa dependencia.
Revisar y si es preciso revertir los contratos del nuevo estadio de Beisbol firmados por 20 años que nunca le regresarán a la gente el beneficio de tener una obra de centenas de millones de pesos gastados de dinero de todos y entregada indebidamente la concesión a una empresa beisbolera que explotará exclusivamente el inmueble.
Revisar y reconveniar con la Asociación Civil Expo Obregón, que durante años y años ha timado a los ayuntamientos, beneficiándose con cuantiosos recursos públicos en limpieza, vigilancia, apoyo logístico y esa feria Expo se lleva todo el dinero de los eventos y comercio, sin dejar nada a la ayuda social o a la asistencia social, no deja nada, se lleva todas las ganancias y ni siquiera paga impuestos.
Revisar y revertir los contratos con la empresa española TEC MED, que tiene tres con los que cobra 150 millones de pesos anuales, por los servicios de el relleno sanitario, el centro de transferencia de deshechos y la recolección de basura. Esta empresa tiene tratos encubiertos con los actuales funcionarios públicos del gobierno de Faustino Félix.
Revisar los contratos y sancionar las irregularidades que se encuentren con la compra de 30 mil lamparas LED en el trienio de Díaz Brown.
Revisar los contratos de crédito de deuda con BBVA Bancomer y con Banobras por mas de 650 millones de pesos que firmaron Barro y Díaz Brown y que tienen pagando altos intereses y capital anualmente de los recursos públicos municipales.
Revisar los contratos de los servicios de toma de lectura, de corte de servicio de agua, de las compras de insumos para las plantas potabilizadoras de agua de Oomapasc, que son de millones de pesos, a unos cuantos proveedores de carbón activado, hipoclorito de sodio, etc.
Revisar la entrega de millones de pesos en compras publicitarias a seis estaciones de radio, cuatro de televisión y cinco medios impresos, entre ellos Tribuna del cual uno de los propietarios es el propio presidente municipal.
Revisar las proveedurias de gasolina a empresas privilegiadas con el consumo del parque vehicular del ayuntamiento y de la policía municipal.
Revisar la operación de Oficialía Mayor en el área de recursos humanos para cruzar datos y encontrar evidentes irregularidades que deben ser sancionadas y deben ser informadas a la transparencia para castigar ilegalidades y sanear su funcionamiento de aquí en adelante.
Revisar los contratos de arrendamientos de edificios, terrenos, bodegas, que hace el ayuntamiento que se pagan anualmente alrededor de 25 millones de pesos, revisando a sus arrendadores y encontrar las anomalías que deben ser sancionadas, donde se encontrarán graves privilegios, ésta es un área cuyo gasto debe reducirse para reconducirse ese dinero público.
Estas áreas y otras deben ser revisadas, reconducidas y eficientadas, ya que si el nuevo ayuntamiento se sienta en lo mismo, no tendrá la legitimidad para continuar y ser reprobado por el pueblo de Cajeme.
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