Cambiar el enfoque y
las prácticas hipócritas de los ricos para ayudar a los pobres en Cajeme
Por
Alejandro de la Torre D. /CRóNICA10
La
gran demagogia del área de Desarrollo Social ha generado en los últimos trienios
en Cajeme que no quiera reconocerse que existe más de la mitad de la población
en la pobreza (300 mil cajemenses), y el 75 por ciento de la población con
ingresos menores a los tres salarios mínimos, esto es, menos de 250 pesos
diarios.
“¿Son
programas de combate a la pobreza?”, se le ha preguntado a cualquier titular
del área en los últimos ayuntamientos, incluyendo a Mario Saucedo, Fidel
Nafarrate, Carlos Carrizosa, Emeterio Ochoa o Denisse Navarro, ellos responden
como no queriendo lastimar susceptibilidades, “No, son programas de ‘-desarrollo
social-’ ”.
La
clase patronal que domina la economía, nunca ha querido reconocer que los
niveles salariales que paga en la región son de pobreza y eso repercute en un
sector tan amplio que no tiene empleo fijo y formal, que puede andar en una
tercera parte de la población, que gana menos de 40 pesos diarios, más de 100
mil personas.
Esto genera principalmente la pobreza, LA POBREZA señores, que se
les llena la boca de hipocresía al hablar del “desarrollo social”.
De esa
enorme cantidad de personas en la pobreza, hay miles, más de 50 mil en cifras
aproximadas, que no viven, -sobreviven-, no tienen para comprar alimentos,
viven con vestidos casi de desecho, la infancia y juventud pobre deja de ir a
la escuela y cae en las garras de las drogas.
Es un sector prioritario y
urgente para un nuevo gobierno que se diga del cambio, de una cuarta transformación.
Deben
atenderse los pobres y para hacerlo, debe hacerse cargo del problema la
organización popular, mediante el formato y funcionamiento de LOS CONSEJOS
CIUDADANOS, de representación real, directa y activa.
El
área de desarrollo social se volvió una moda, porque la pobreza corroe la
conciencia de los últimos gobiernos y deben guardar las formas por que se ha
multiplicado el número de pobres por las políticas despiadadas neoliberales en
el país.
Sin
embargo la Secretaria de Desarrollo Social, si quiere hacerse un gobierno de
cambio real no de celofán, debe desaparecer.
Sus
programas son clientelares y partidarios, han servido para inducir el voto “los
cerdos, cochinos, marranos, puercos”, que regalan, despensas, cobijas, laminas,
dádivas y “frijol con gorgojo”.
El
programa de vivienda ha sido una mentira, cada beneficiario debe aportar la
mitad del apoyo que se brindará, pero ¿cómo si la gente no tiene dinero?.
Las
becas escolares son una verdadera hipocresía porque son de cantidades pequeñísimas
(400 pesos) y para los estudiantes con promedio de 9, o sea los estudiantes
pobres cuya condición genera las bajas calificaciones jamás accederán a una
beca, y por lo tanto seguirán más hundidos en el promedio escolar.
Los
programas de 65 y más son de apoyos de muy bajo monto, 600 pesos mensuales y
los apoyos a madres solteras son muy reducidos.
O
sea, que todos esos programas son de burla, entonces, ¿para qué están creados?: Para manipular a la pobreza.
Es
irónico que un área de urgente atención, pretenda ser ocupada por el activista de
plantones y marchas de la CNTE Fausto Flores Guerrero, como que es una actitud mezquina
que se haga ese cuchupo mariscalista, y el comportamiento mostrado del maestro
de primaria sea cauteloso para que no le vayan a quitar el puesto prometido de
46 mil pesos mensuales, en donde deberá pedir permiso por dos años sin goce de
sueldo por que tiene plaza magisterial.
Sin
embargo, somos incisivos, la Secretaria de Desarrollo Social con un presupuesto
anual municipal proyectado de más de 23 millones de pesos para el año 2019 debe
desaparecer, para dar paso a una Coordinación Municipal de Atención a la
Pobreza con un presupuesto tres veces superior: Cerca de los 100 millones de
pesos, haciendo recortes a lo innecesario y eficientando recursos para ayudar
directamente y de forma sustancial a la gente que vive en la pobreza del pueblo
de Cajeme, y que encontrará en este momento y en este preciso lugar, algo de felicidad,
algo que le permita entender que la vida es vivible, que la humanidad todavía existe.
De
esta manera, la implantación de los Consejos Ciudadanos deben convertirse en los canalizadores
de los recursos para la pobreza, -de estos 100 millones de pesos de presupuesto-,
además de los apoyos y labores de las siguientes dependencias municipales que
también deben desaparecer para ser coordinados por la Coordinación General de
los Consejos Ciudadanos.
Deben desaparecer la Dirección de Salud, Dirección de
Educación, Dirección de Cultura, y reconducir los recursos presupuestales de los
Institutos Municipales, de la mujer, del deporte, de la juventud, así mismo
deben reconducirse los recursos del DIF municipal en asistencia social, a
grupos vulnerables, a discapacitados, de la tercera edad, hacia la Coordinación
General de los Consejos Ciudadanos.
De esta manera cada Consejo Ciudadano constituido
manejará y aplicará por sí mismo todos los recursos presupuestales destinados a ayudas sociales y de labores sociales, por el Programa de Gobierno Municipal, implementando los programas propios de cada Consejo Ciudadano en las colonias y barrios de la ciudad y de los pueblos del
municipio.
Esta
es una medida que debe concretarse en el nuevo gobierno municipal, para creer
que será de cambio verdadero. O no?
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