No hay augurio de lluvia, el campo sonorense en drama
El Valle del Yaqui
y Mayo se verán afectados al dejar de sembrarse 230 mil hectáreas otra vez, con
una pérdida económica de más de 20 mil millones de pesos en dos años
consecutivos.
El uso agrícola en
el sur de Sonora absorbe el 70 por ciento del agua del Oviachic, el uso
doméstico no consume el 20 por ciento, y el resto es industrial y comercial.
El agua del Río
yaqui, la mejor del mundo, está siendo exterminada por que la falta de lluvia
en la montaña genera que los mantos acuíferos se sequen, trayendo la muerte o
deterioro de la vegetación lo que trae como consecuencia que no haya
condiciones para la formación de un clima y presión atmosférica para la llegada
de nubosidad lluviosa por que se ha saqueado la superficie y el seno hídrico,
secando la sierra y el río. (CRóNICA10).
Entrevista a Pineda
del Colegio de Sonora.
Por Gabriel Benítez
de El Sol de Hermosillo.
En Sonora de
acuerdo a los pronósticos que se manejan a largo plazo es posible
que la sequía se extienda hasta mediados de año, por lo que además
de las afectaciones en las zonas urbanas, también el sector
agrícolas tendrá repercusiones con la reducción de la siembra.
Así lo
señaló, Nicolás Pineda Pablos, investigador por el Colegio
de Sonora en temas hídricos, quien dijo que además de las afectaciones
que ya se ven en las zonas urbanas, también el sector agrícola tendrá
repercusiones.
Manifestó que de acuerdo a la información que se maneja por los propios productores a través de sus organizaciones, han dado a conocer que tan sólo en el Valle del Yaqui y Mayo se van a dejar de sembrar 230 mil hectáreas.
Esa situación,
indicó que eso representa una derrama económica que dejará de
circular por el orden de los seis mil millones de pesos en jornales para los
trabajadores agrícolas de manera considerable, lo que puede generar
aumento de la pobreza.
El también integrante
de la mesa de análisis del agua en la organización de
“Hermosillo, Cómo Vamos”, añadió que esta situación de acuerdo a los
patrones históricos, va a prevalecer cuando menos hasta junio, con lluvias
excepcionales.
“Entonces tenemos
que para julio y agosto, llega el monzón de verano, y para
septiembre la temporada de huracanes, esperando que puedan llegar
efectos de estos fenómenos climáticos con lluvias”, expresó.
Pineda Pablos
agregó que con el monitor de la sequía que dio a conocer la Comisión
Nacional del Agua, se observa el panorama que se avizora en los
diferentes municipios de Sonora, por lo que eso significa que se
tienen los efectos de una falta de lluvia prolongada.
Abundó que son dos
años totalmente secos, por lo que eso significa que los suelos están
áridos y la vegetación estresada por la falta de agua, lo
que se refleja en afectaciones directas en zonas urbanas y
sector productivo como es la ganadería y agricultura.
“Lo que tenemos en
este momento son efectos drásticos en la agricultura con la
reducción de superficie de siembra en el Yaqui y Mayo, además de lo
que sigue los efectos a la población con la sequía de pozos”,
extendió.
El investigador mencionó que las autoridades de los tres niveles de gobierno, lo que deben de hacer es analizar bien los proyectos a desarrollar de acuerdo a sus características y recursos económicos a aplicar como es el caso de las tres presas, sin embargo, primero se deben de atender los temas del ahorro del vital líquido mediante la reparación de la red de distribución.
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