Inocencia y abuso en la porquería carcelaria en la era Durazo
Los ceresos en Sonora fango de un régimen corrupto y narco.
Por Alejandro de la Torre / CRóNICA10
“Queremos un sistema penitenciario más
humano, y esto solo se puede conseguir si las instalaciones físicas tienen la
dignidad adecuada”
Alfonso Durazo Gobernador de Sonora,
mofándose desde luego.
Es degradante pisar los ceresos de Hermosillo y Ciudad Obregón. Un pasillo largo de unos 15 metros me llevaron al encierro en una ratonera de 4 metros cuadrados, frente a una computadora señalándome que era culpable de cometer un delito. Lo lograron, me sometieron, encadenándome, por que le dije en sus narices al gobernador que se encuentra jineteando la corrupción en Sonora, Alfonso Durazo que era un farsante represor. Ese fue mi delito. El riesgo continúa, el actual fiscal Salas es un fascista y el poder judicial está subordinado. Sin embargo la razón y la dignidad me acompañan.
El relato terrible
Durazo
Montaño según fuentes internas recibe mas de 750 mil pesos semanales de
comisión por permitir la venta de droga al interior del cereso de Hermosillo.
Además existe reparto en ese bajo mundo de grandes sobornos por la comercialización
de comida que familiares de los internos les entregan, las mochadas de la
ganancia por el tráfico de cerveza y cigarros, el permitir el uso de celulares,
la renta de bunkers y habitaciones especiales, -un bunker individual se renta
en 30 mil pesos mensuales-, la renta de bunkers para tres personas en 9 mil
pesos mensuales, se rentan pantallas de televisión, minisplit, toallas, visitas
conyugales, se venden botellas y comidas especiales, la cantidad ganada se
triplica.
De
20 a 50 pesos se cobra por cada salida al baño, se cobra para tomar el sol, se
cobra para recibir visitas, se cobra para introducir bebidas, para hacer
llamadas de teléfono, para visitar a otros internos, para recibir artículos personales,
para recibir mensajes. Por todo se cobra, por la estructura de control de personal
del gobierno estatal empleados en la custodia y la dirección de cada cárcel de
Sonora. Todo eso genera una gigantesca mochada que va a parar al peculio del
gobernador y de sus cómplices funcionarios de seguridad, que se destina a
sobornar para que nada cambie, el tráfico y la droga sigan fluyendo, para
que todo sea simulado, para que nadie diga nada, para que la delincuencia
vestida de gobierno siga con una policía corrupta coludida con el narco, la
delincuencia y con la mafia enquistada en la Fiscalía, todo manejado desde el
interior de los reclusorios sonorenses. Este es uno de los mayores poderes
fácticos que dejó intacto el régimen de la cuarta transformación. Más corrupto
que el anterior régimen por que engañó a todos.
En los Ceresos, por supuesto hay presos de primera, de segunda y de tercera. Los de tercera, son los presos en la peor de las miserias, que llevan una vida degradante e inhumana, donde se pueden encontrar 170 reos que mal duermen apilados uno enseguida del otro, en la humedad y el extremo calor, en medio de chinches y piojos, en la suciedad y el olor nauseabundo, son centros de exterminio peores que los nazis, o Guantánamo, y sufren en estas “áreas de observación” en un área de 10 por 12 metros, sin limpieza, con baños llenos de excremento, en donde no hay papel para limpiarse el culo, en donde un carrito de acero inoxidable les lleva comida como arroz revuelto, atole sin sabor, frijol en caldo, muchas veces con falta de cocimiento, y los sirve en recipientes que cada uno de los presos obtiene y donde los usa una y otra vez sin pasar el agua por ellos, testigos describen la comida como un vómito para los pobres que no tienen en los ceresos del Estado de Sonora hoy en el año 2024, mas que su desgracia, en esta falsa transformación de Lópéz Obrador y de Durazo. Los presos que lo describen son varios y de forma detallada.
El jefe del CeReSo controla,
distribuye y permite.
Todo
está bajo control en el Cereso, la estructura de mando viene desde el X1,
(Director) y se despliega a jefes de custodia por área. En los bunkers hay un
custodio por cada 200 reos. Los reos son comisionados por estos jefes y cobran
como taxis, corren a avisarle a los reos que tienen visitas, que les dejaron mercancías,
que los visitan los abogados, son 20 pesos por servicio. Cada interno tiene que
pagar todo, hasta tomar aire del patio a la intemperie, por usar un encendedor
20 pesos, por un cigarro, por una revista, por pasar a la tienda. Todo se vende
al interior, desde un pan hasta un sombrero, cada vendedor tiene que pagar 20
pesos cada día. Hay reos que son contratados para limpiar celdas, para hacer
pequeños trabajos, estos trabajadores tienen que pagar a los custodios 20 pesos
por cada permiso.
El
Cereso de Hermosillo está sobre saturado, hay un sobre cupo de 5 mil internos
cuando la capacidad es para mil 500, la mayoría son drogadictos, también alcohólicos,
retrasados mentales, esquizofrénicos, autistas. Todas las enfermedades existen
al interior, alrededor de 500 reos están contagiados de Sida, el 10 por ciento.
También hay tuberculosis, infecciones estomacales y digestivas incurables, herpes, sífilis, lepra. La mayor parte de los muertos
que salen diariamente del Cereso son por sobre dosis. También hay asesinatos al
interior, muchos mueren por asfixia, cuando les incrustan grandes pedazos de migajón
de pan en la boca y la garganta presionándolos hasta morir. Todos los días
salen cuerpos en vehículos del Semefo (Servicio médico forense) y son muchos
asesinatos y se oculta la causa de muerte, otros tantos mueren por consumir
mucha droga. Las jeringas para inyectarse también se rentan en 20 pesos aunque
estén sin desinfectarse.
Una cárcel de Centroamérica, Asia o África se quedan chicas con respecto a las atrocidades de las cárceles de Sonora de la cuarta transformación. Ese presidente al que conocen como Bukele se queda corto con respecto a la asquerosidad con la que son tratados los reos de las cárceles de Durazo.
Los perjudicados
Ignacio
es un preso de 65 años de edad, sus hijas tremendamente preocupadas por que le
dictaron prisión preventiva en noviembre pasado, a pesar de que otros acusados
no han sido detenidos o ya no siguen detenidos. Todos los días le venden droga,
la tira por el retrete, o en la basura del comedor. Se encuentra en una
diabetes crónica, la jueza nefasta Alejandra Celaya Alegría no lo deja salir de
la cárcel con la medida de prisión preventiva cuando lo acusaron de supuesto
fraude cuando ni supo cómo participó en el, ya que es una persona que no
terminó ni la escuela secundaria, en el uso de un supuesto poder notariado para
comprar unos locales comerciales que nunca hubo un pago por ellos. Sin embargo no procedía la prisión preventiva
y porque no tiene dinero se encuentra en una celda de tercera categoría, sin
ningún artículo de bienestar, con tan solo un abanico que absorbe aire en una
celda junto a otros 10 presos, de una puerta sin ventilación, oscura y con unas
paredes con pintura tal vez de hace cincuenta años a la que no se le da
mantenimiento. El dictado de prisión preventiva nunca se justificó, por que
desde los 40 años de edad se ha dedicado a vender pollos asados, y lo acusan de
un delito inventado de ridícula asociación delictuosa; el abogado de oficio fue
tan malo, tan incompetente que se encuentra sufriendo de forma lamentable esa
ineptitud injusta.
La
madre de Andrés otro preso, comenta, “mi hijo fue detenido por supuesta
violencia familiar dándole prisión preventiva la jueza más imberbe de la
historia del poder judicial en Sonora, de apenas 29 años de edad, Angélica
Fernández Calles”, y se lamenta la señora de 64 años de edad de la cárcel en
donde se encuentra su hijo desde hace tres meses, que con la congoja de madre,
dice que es un cuarto de 12 metros cuadrados, que no tiene agua al interior, y
que siete personas presas defecan hasta diez evacuaciones una encima de la otra
en una cubeta de plástico”.
La
jueza Fernández Calles, el pasado 17 de julio, negó otorgarle el cambio de la
medida cautelar más gravosa de prisión preventiva a pesar de que la esposa y la
hija de 16 años de edad, retiraron la denuncia. La jueza prepotente que es
considerada la más joven de la historia del poder judicial sonorense, no
determinó suspender la prisión a pesar del llanto de la madre y el lamento de
la hija que quiere ver a su papá, que supuestamente es la víctima.
Así
que cuidado con estas juezas, que no pueden liberar a inculpados por este tipo
de delitos, presionadas por el gobierno ya que las reprenden los jefes
judiciales de arriba, por esta instrucción forma parte de la tendencia en la
que la violencia de género y familiar es un delito que viola la constitución ya
que el único requisito es que a la supuesta víctima se le hace caso y al
ministerio público al informarlo al juez se le hace caso como vedad
incuestionable incluso sin pruebas ni testigos. Las estadísticas tienen que
elevarse de consignaciones a varones que usen violencia de género y violencia
familiar, no importa si quien lo dijo no tenga sustento, solo con que lo diga.
Como
va a ser que liberen a imputados por violencia a la mujeres si lo que se trata
es de agarrar a los que provocan este tipo de violencia y la elevación de
estadísticas tienen que mostrarse a la sociedad para desquitar la labor de persecución
del delito.
Es la consigna de este gobernador, de este fiscal y de la estúpida tergiversación de este problema social que no se subsana, si no que se complica con este tipo de injusticias.
Clases sociales dentro de
los ceresos
Por
otro lado tenemos en los ceresos una clase social de presos ricos que se les
brindan privilegios por que tienen dinero para comprar todo, hasta bunkers
equipados con refrigeradores, cocinetas y comodidades, estos adinerados compran
a los jefes custodios, y estos son los que cobran esos dineros que los
testimonios afirman que una parte de esos tres millones mensuales directos y
otros millones indirectos, van a parar al bolsillo del gobernador del Estado, por
deducción lógica, ya que si no es a él, entonces ¿a quién? de otro modo no
hubiera tráfico de droga al interior y un aparato de flujo de millones de pesos
en mochadas, favores y contubernios.
Todos
los días pasa la venta de droga por las celdas, consuma o no consuma el preso, tiene
que pagarla la dosis de droga; es cristal, píldoras, cocaína, heroína, marihuana,
metanfetaminas, piedras, un día a la semana la venden al 2 por 1, dos dosis por
el precio de una dosis, para hacer mas drogadictos, las familias llevan mucha
comida empaquetada sabritas, paquetes de jamón, queso, cajetas, los drogadictos
los venden a la mitad de precio o menos para comprar droga. Muchos se vuelven
adictos y son capaces de todo con tal de conseguir la droga, las madres y esposas
les llevan dinero y ya adictos estos en lugar de comprar alimentos compran
droga, los drogadictos muchas veces mueren por sobredosis, y el expediente
médico indica otras causas de muerte, ese es el sistema de expoliación del
comercio de droga y de otros insumos en este sistema penal del Estado de Sonora
que dice el cínico gobernador Durazo, que es “más humano”. Una infamia
gigantesca.
César es un jóven diagnosticado con conducta infantil y mentalidad de un menor de 9 años, está en la cárcel por que envió un watsapp con una mala broma de un deficiente mental, le dictaron prisión preventiva y ya ha tenido varios choques violentos al interior que pueden ser fatales tanto para el como para terceros, requiere atención en un hospital mental y cuidado de la familia, aún así con un dictamen psicológico presentado al juez oral penal que lleva el caso, con un peritaje excelso de las mejores peritos en psicología en Sonora, el juez no lo deja salir, lo han golpeado mucho y puede estar al borde de un grave peligro, por que no le dan tratamiento terapéutico y puede presentarse una tragedia por su baja estabilidad psicológica. Aún así el juzgador no le cambia la medida cautelar de prisión preventiva poniéndolo en el filo de un precipicio y no cambia su prepotente decisión. Es un caso de muchos.
Violación de los derechos
humanos y nula defensoría
Si
existiera el cumplimiento de los Derechos Humanos, los mismos ceresos fueran
clausurados, pero su presidente de nombre Fernando Rentería, en Sonora es igual
que la carabina de Ambrosio, un farsante, súbdito del gobernador Durazo.
Igual
la falsa y prácticamente inexistente Dirección de la Defensoría Pública de Oficio,
es lo mismo que si habláramos de nada, los 40 abogados repartidos en todo el
Estado para más de 2 millones de ciudadanos es una burla, manejada por un
funcionario muy deficiente como Ramón Acosta Cortéz y su jefe Adriel Córdova que
entienden de la inexistencia de una verdadera defensoría que proteja los
derechos humanos, pero que no se atreven a levantar la voz, los defensores de
oficio cuyo sueldo fluctúa en los 15 mil pesos mensuales, hunden en la mayor
parte de los casos a miles de procesados en la inmundicia de la cárcel y se
violan todos los procedimientos penales.
Los
derechos humanos en las cárceles del Estado de Sonora pueden catalogarse como
los mas pisoteados del mundo. Embajadores de paises desarrollados deberán
visitar las cárceles de Sonora, para saber si puede haber inversiones del plan
sonora en la impunidad, para entender que en una catacumba se vive mejor que en
una cárcel del fascista y corrupto gobernador de Sonora, que fue secretario de
seguridad nacional, ¿no será socio de García Luna?
Roguemos al buen criterio que esta porqueria se acabe por bien de la sociedad, y deje de sufrir la gente pobre que tiene a sus hijos indebidamente presos, que no haya más desdén de los analistas y pensadores que deben exigir que se rindan cuentas o exigir si no las hay, la renuncia de estos corruptos funcionarios principalmente el gobernador simulador que se está enriqueciendo como Beltrones, como Padrés o la Pavlovich. Todo está peor que en el pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario