lunes, 11 de septiembre de 2017

11 de septiembre fatidico

El 11 de septiembre hace 44 y 16 años.
 Ramón Alfonso Sallard


























El fondo es el mismo: la intolerancia. La no aceptación del contrario y el deseo de destruirlo. El golpe de Estado en Chile y la caída de las Torres Gemelas de Nueva York, son dos versiones de la misma intransigencia homicida. Ambas en 11 de septiembre, con diferencia de 28 años.

El gobierno gringo no podía permitir que el socialista Salvador Allende gobernara su país (América para los americanos). La CIA maniobró y Pinochet, el traidor, se despojó de ornamentos para mostrarse tal cual. El asesino tomó el poder y persiguió, secuestró, torturó, ejecutó o desapareció a todo aquel que se le opusiera. Hoy se cumplen 44 años del asesinato de Allende.

También es aniversario del ataque terrorista a EU. De aquello han pasado 16 años y los ciudadanos de ese país todavía no se reponen. El gobierno abusivo se topó de pronto con el terror y éste pasó a ser parte de la cotidianidad.
Pero se equivocan quienes creen que la destrucción de las Torres Gemelas convirtió a los victimarios en víctimas, pues los muertos fueron civiles. Y muchos de ellos eran inmigrantes. Asesinar inocentes, de manera masiva, solamente ha propiciado una escalada de violencia mundial. Arraigó el deseo de destrucción del otro.

El Estado Islámico es consecuencia, pero también Trump. Dos caras de la misma moneda. Dos versiones de la misma obstinación y fanatismo. Y del mismo odio homicida.


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