Situación política municipal
y la planificación del enésimo atraco al barco
Por Alejandro de la
Torre
“Quiero
dedicarle este premio a mis compatriotas mexicanos, los que viven en
México confío que podamos encontrar y
construir el gobierno que merecemos, y los mexicanos que viven en este país,
espero puedan ser tratados con la misma dignidad y respeto de los que vinieron
antes”: Alejandro González Iñárritu
Al entrar en plena y fatídica etapa de campaña
electoral, es ineludible darse cuenta que en vez de que sea la actividad
productiva, es el gasto electoral millonario el que reactiva la economía. Partidos políticos,
organismos electorales y candidatos adinerados inyectan recursos
extraordinarios al circulante monetario pero claro con el objetivo de
recuperarlos multiplicadamente una vez llegados al gobierno.
La conciencia colectiva entra en una fase de perversión
y malicia por la kilométrica oratoria de mentiras y demagogia de candidatos y
medios de comunicación quienes buscan quedarse con los recursos públicos y con
el poder para manipularlos.
El enriquecimiento de los gobernantes es
evidente porque se sabe que controlar la toma de decisiones otorga privilegios,
reparte prebendas en contratos y obras a los compadres y la gente necesitada se
arrodilla ante ellos rogándoles ayuda a causa de su pobreza y desempleo, por
esta razón se vuelven cada vez más déspotas y posesivos para perpetuarse en el
poder público.
La disputa en este sistema perverso de
proceso electoral es un negocio redondo para los manipuladores profesionales del
voto y de los cargos públicos, mientras los problemas sociales nunca se
resuelven.
Por eso volvemos a ver a viejos personajes
una y otra vez en la boleta electoral y aunque parecen más viejos que diablos
en realidad son ahora más diablos.
Controlar al gobierno del estado y a los principales
ayuntamientos se vuelve una obsesión por el poder por que las empresas privadas
en gran parte obtienen ganancias de esta economía viciada que aplica millones
de gasto público, principalmente beneficiándose de la obra pública, de la venta
de equipos, mobiliario, insumos y servicios, y de la obtención de concesiones y
permisos para expender bebidas alcohólicas por ejemplo, para obtener permisos
de construcción de fraccionamientos, edificios y la instalación de servicios
privados, comunicación, transporte, etc.
La preponderancia de dos opciones electorales
muestra un bajo perfil en las propuestas viables que sepan solucionar los
problemas.
Sin embargo para el PRI y para el PAN, el
objetivo es generar la mutua derrota, dejando de lado la verdadera capacidad
para gobernar con democracia, honradez y eficiencia.
Fuera de la crítica a los rasgos físicos de
los dos principales contendedores del PRI y PAN, un viejito Gándara y una plástica
Pavlovich, los dos representan lo mismo: como elegir entre la pepsicola y la cocacola.
Sus proyectos de gobierno se concretan a
someter a la mayoría de la sociedad a una minoría, a reproducir privilegios o a
recuperarlos, según sea el caso.
Nunca se presentan como opciones que tienen el
objetivo de amplia participación si no lo contrario, de amplia discreción.
La transparencia no está en sus planes, menos
la rendición de cuentas, si no la verticalidad del mando y el acomodo de los
cabezas de grupos de poder en los espacios de maniobra.
Aun así gran parte de la población en edad de
votar se rinde al juego maniqueo entre dos partidos en Sonora y toma su
preferencia como si fuera un concurso por la Reina de la escuela, sin asumir ni
tan siquiera una reacción critica ligera ante el incumplimiento y la corrupción
padecida cuando cualquiera de estas dos opciones son gobierno.
La gente se termina derrotando y se inclina
hacia donde se dirigen las dos grandes masas de electores como si no sumarse a
una de ellas fuera un error, de ahí que en los últimos procesos electorales se
hayan presentado resultados cerrados de mínima diferencia entre la dos fuerzas que
recaudan más del 90 por ciento del voto emitido.
Esta pesimista percepción se opone a otras visualizaciones
optimistas que ven en la sociedad a gente más despierta que “ya no se deja
engañar”, sin embargo el realismo nos dice que las cosas no han cambiado, si así
fuera Ana Gabriela Guevara ya se hubiera posicionado como la probable ganadora
de la gubernatura de Sonora o los candidatos de Morena o del PT, pero no es así.
El bipartidismo viene de nueva cuenta a imponer sus condiciones como se ha
manifestado desde la elección de 1991.
Cajeme
En Cajeme el proceso en disputa por el
ayuntamiento que gobernará a partir del 16 de septiembre del año en curso, no
puede ser menos viciado.
El reciclaje panista es patético ante la depreciación
optativa de una campaña no electoral acuciosa que combate al acueducto del Novillo
desde el año 2010, los panistas debilitados ante los desaguisados de su gobernador,
de sus errores y su actitud facciosa para
detenerle recursos al municipio de Cajeme.
El incumplimiento de la expectativa del
gobierno reprobado de Manuel Barro Borgaro tiene todavía repercusiones en el ánimo
del votante.
De tal forma que el grupo desplazado que
gobernó con Félix Holguín hace 12 años regresa en retrospectiva para tratar de
vencer al PRI aunque igualmente no haya mostrado un buen gobierno reflejado en
el mismo candidato que ni siquiera termino su periodo de gobierno cuando fue
alcalde, un gobierno también bañado de corrupción, discrecionalidad y
nepotismo.
Sin embargo en 2012 el PRI no hizo ganar la elección
en Cajeme si no la ola preferencial de la clase media opositora al acueducto,
pero el PRI se quedó completamente con el gobierno municipal sin darle un perfil
ciudadanizado cubierto por aquellos que marcharon por las calles.
El PRI con Díaz Brown ha gobernado
pesimamente en Cajeme sin verter los pretextos de discriminación padrecista que
no le entregó nunca los recursos completos para obras aprobadas, y sin advertir
de aquellos federales etiquetados en obra pública no prioritaria que han sido
aplicados bastamente y de recursos para pavimentación que por fin se aplicarán
a 6 meses de finalizar su trienio.
La mayor parte de los funcionarios del actual
gobierno municipal priista se han portado con autoritarismo, subordinación fiel
al presidente Díaz Brown y con gran ineficiencia. La mayor carencia de la
actual administración municipal es la incapacidad para involucrar a la gente en
su proyecto de gobierno, su enorme gasto superfluo en parafernalia y medios. El
presupuesto 2014 ubicó al gasto de la presidencia municipal en 71 millones de
pesos de los cuales se destinaron 30 millones para el gasto publicitario.
Otras dos grandes lagunas son Oomapasc y
seguridad pública, en el primer caso nunca se transformó el organismo de agua para
ofrecer un servicio popular y eficiente, que no haga cobros excesivos y
arbitrarios y también descuentos arbitrarios, y para reestructurar su gasto
administrativo que es desproporcionado así como la recuperación de millonarios adeudos.
En el caso de la seguridad pública municipal
por más empeño que hayan puesto, nunca se dio pie con bola por lo escandaloso
que suenan los homicidios y su indetectabilidad, así como la cantidad de robos y
la insuficiencia para combatir este delito.
A pesar del incumplimiento de la expectativa
del gobierno de Rogelio Díaz Brown, la tendencia electoral favorece todavía al
PRI aunque en decrecimiento.
Estamos hablando que el PRI en Cajeme todavía
puede obtener entre 60 y 70 mil votos, suficientes para retener la alcaldía independientemente
del nombre del candidato.
Incluso la disputa entre Faustino y Bours no
perjudica gravemente la tendencia del voto a causa del desprecio mantenido
contra el gobierno padrecista y la ausencia de una tercera alternativa con
posibilidades reales de triunfo que podría recaer en el partido Movimiento Ciudadano
si levanta una estrategia electoral de concertación, aunque difícil de
conseguir, que recae en la persona de Gustavo Almada.
El PRI y el PAN han demostrado que gobiernan
en Cajeme excluyendo al pueblo, solo tratando de manipularlo y al contrario
gobiernan para los grupos de poder y para los intereses creados.
La inexistencia de una tercera fuerza con un
proyecto popular con viabilidad de triunfo no nos indica a pesar de ello, de la
lejanía para construirla.
La experiencia de 1997 en la que el PRI fue
derrotado por el PRD, aunque con magros resultados de gobierno, nos indica que
no es imposible que esto se genere.
Sin embargo algo nos delata un horizonte
optimista sea el partido que sea quien se encuentre en el gobierno, que no podrá
seguir gobernando con cinismo y con más de lo mismo.
Los recursos legales disponibles:
transparencia, rendición de cuentas, contraloría, participación ciudadana,
cabildo abierto, impugnaciones legales, nos indican que el pueblo de Cajeme puede
gobernar o cogobernar y decidir, aunque se le dificulte construir en el corto
plazo una alternativa electoral que lo represente. Al tiempo.
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ResponderEliminarlA FALTA DE UN APOYO VERDADERO A LOS SECTORES PRIORITARIOS, LA CRECIENTE POBREZA Y SU CONSECUENTE DESCONTENTO SOCIAL Y OTROS FACTORES COMO INFLACIÓN,DESEMPLEO, DROGADICCIÓN, PROSTITUCIÓN, INJUSTICIA, ALCALDES RUTINARIOS QUE VIENEN HACER EXACTAMENTE LO MISMO CADA TRES AÑOS Y ENTRE OTRAS COSAS VIOLAR LAS LEYES QUE NOS RIGEN, TODO ESTO AUNADO A LA FALTA DE OPORTUNIDADES, HA OCASIONADO QUE CAJEME ESTÉ LLEGANDO AL LIMITE DE SU RESISTENCIA QUE AL FINAL DEL 2014 SE REFLEJA EN FRUSTRACIONES Y NEUROSIS Y EL 2015 YA NOS ESTÁ TRAYENDO MAYORES PENALIDADES...EN FIN EN CAJEME YA NO DEBE HABER ESPACIO PARA LOS BURGUESES RATEROS, LOS AMIGUISMOS NI LOS GRUPOS Y FACCIONES DE PODER...¡¡FUERA CORRUPTOS Y ANTI PATRIOTAS DE LOS PUESTOS DE ELECCIÓN POPULAR !!...ASÍ LAS COSAS PUEBLO DE CAJEME, NI UN VOTO PARA ESTOS RATEROS P.R.I, P.A.N, P.R.D., MOVIMIENTO CIUDADANO QUE ES LA MISMA GATA NOMAS QUE REVOLCADA...EL BUEN CIUDADANO ES AQUEL QUE NO PUEDE TOLERAR EN SU PATRIA UN PODER QUE PRETENDE HACERSE SUPERIOR A LAS LEYES
ResponderEliminarLic Ernesto López Gómez.