Guillermo Padrés persigue a sus opositores, y el arresto
del Vocero es una muestra clara, acusa la Tribu Yaqui
La detención de Mario Luna Romero, el vocero yaqui en el conflicto del Acueducto Independencia y el gobierno de Sonora, forma parte de la naturaleza persecutoria que Guillermo Padrés Elías, Gobernador de esa entidad, emprendió en contra de sus opositores, dijo Alberto Solís Castro, coordinador de Procesos de Transformación Positiva de Conflictos de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz) y miembro de la Misión Civil de Observación por la Consulta de la Tribu Yaqui.
“Parece que todo está relacionado: la
expulsión de los delegados federales de la Conagua [Comisión Nacional del Agua]
y ambientales, y ahora la detención del principal vocero de la Tribu Yaqui,
esto con el objetivo de reventar todas las vías de negociación en el proceso de
diálogo de la tribu con el gobierno federal.
Padrés se está yendo contra todos sus
opositores”, dijo el activista de derechos humanos.
Ayer fue la organización Serapaz quien
informó en un primer momento que Mario Luna había sido detenido por hombres vestidos
de civil que iban a bordo de automóviles no oficiales. Dijo que desconocía su
paradero. Horas más tarde, la Procuraduría General de Justicia del Estado
(PGJE) llamó a una conferencia de prensa para dar los detalles sobre la
detención e informar que se ejecutó una orden de aprehensión contra el
activista por la privación ilegal de la libertad en prejuicio de Francisco
Delgado Romo, líder de la comunidad Yaqui. Serapaz informó en un comunicado que
alrededor de las 9:40 de ayer [11:40, hora de la Ciudad de México] fue detenido
Mario Luna, donde destacó que no sabían del paradero del activista ni los
cargos que se le imputaban.
Alberto Solís dijo que existe preocupación entre las
organizaciones que conforman la Misión Civil, por la integridad física del
vocero yaqui debido a que fue desaparecido durante cinco horas.
“No supimos de él en cinco horas. No sabemos
cómo está, si lo golpearon y a dónde lo llevaron en ese tiempo desde que lo
aprehendieron. El gobierno federal nos llamó y nos avisó que lo tenían en
Hermosillo”, indicó.
El activista explicó que la detención de Luna
es la consumación de la criminalización de la protesta en Sonora y una señal
alarmante de la crisis de derechos humanos por el agua que se vive en la
entidad.
“No hay indicios de que el Gobernador quiera
resolver por la vía legal los problemas por el agua y hace esta detención en
medio del escándalo por la contaminación del Río Sonora, donde no ha hecho nada
en contra de la minera que contaminó el río y donde además él tiene una presa
privada”, detalló.
SinEmbargo trató de comunicarse con otro
de los voceros de la tribu, Tomás Rojo, quien viajó hace un mes al Distrito
Federal en una caravana de yaquis para entrevistarse con el Secretario de Medio
Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Juan José Guerra Abud, pero nunca
contestó su celular.
De acuerdo con voceros de comunicación de
Serapaz, Rojo –quien también cuenta con una orden de aprehensión en su contra–
no contestará teléfonos durante los próximos días, pues analiza su situación y
las acciones que emprenderá ahora que su compañero está detenido.
Alberto Solís indicó que los acuerdos que la
tribu realizó en el Distrito Federal con la Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat) para retomar una consulta pública en torno al
Acueducto Independencia, se verán afectados por la detención que realizó el
gobierno de Sonora.
MARIO LUNA: LA LUCHA POR EL AGUA
El gobierno de Sonora giró una orden de
aprehensión en contra de Mario Luna y de otros voceros de la tribu hace más de
un año
El gobierno de Sonora giró una orden de
aprehensión en contra de Mario Luna y de otros voceros de la tribu hace más de
un año, para presionarlos con llevarlos a la cárcel si no desistían de su lucha
en contra del Acueducto Independencia, dijo Mario hace unas semanas en el
Distrito Federal.
Luna salió huyendo a la Ciudad de México,
donde se refugió un tiempo y aseguró que respondería a las acusaciones del
gobierno del panista Guillermo Padrés, cuando el acueducto se cerrara.
“No hay pruebas de lo que me acusan, porque
ni siquiera estábamos ahí yo y los demás líderes que también son
acusados, pero para demostrarlo tenemos que presentarnos.
No lo voy hacer, porque si violaron todos
nuestros derechos para lograr construir el acueducto, no creo que respeten mis
derechos humanos y no me quiero convertir en un ‘liberen a Mario’ y se pierda
la esencia de nuestra lucha que es por la defensa de nuestros recursos”, expuso
el mes pasado en una conferencia.
Andrea Cerami, abogado del Centro Mexicano de
Derecho Ambiental (CEMDA), quien lleva el caso de los yaquis y su lucha por el
agua, señaló en esa ocasión que Mario podría ser aprehendido en cualquier
momento.
“Está vigente la orden de aprehensión y de
Sonora pueden solicitar la colaboración de otros lugares y aprehenderlo, es una
realidad que puede ocurrir en cualquier momento”, dijo.
Pero no fue necesario aprehender a Luna en el
DF, debido a que el vocero se regresó a Sonora para cumplir con su tribu, ante
el bloqueo de la carretera internacional que retomó la comunidad.
“Cuando se retoma el bloqueo de la carretera,
en protesta en contra del Acueducto, Mario se siente con el deber de regresar a
su comunidad, porque la ve en peligro.
Hay que recordar que él es indígena y para
ellos el valor de comunidad, unión, es muy importante, para él valía más estar
allá con su gente que huir.
Por eso se regresó”, dijo Alberto Solís. El
activista de Serapaz reconoció que las organizaciones que apoyan a la tribu se
quedaron muy preocupadas por el destino de Luna Romero a su regreso a Sonora,
pero entendieron sus razones.
“Nosotros sí nos quedamos muy preocupados,
pero no pudimos hacer nada. Ellos le dan mucho valor a la comunidad y él como
secretario de la tribu, decidió que tenía que estar allá”, explicó.
En su momento, Luna aseguró que la orden
girada en su contra forma parte de una campaña de odio que emprendió Guillermo
Padrés en contra de la tribu y de sus voceros. Es una campaña que los
operadores políticos del gobierno del PAN [Partido Acción Nacional] llevan a
cabo con la gente. Han dicho que los que nos oponemos al Acueducto, somos
mentes criminales y perversas.
Los yaquis ya no podemos transitar seguros
por el estado, la gente en los medios de comunicación escribe cosas racistas, que
nos van a matar”, dijo.
De acuerdo con Luna, la persecución del
gobierno de Guillermo Padrés es tal, que retiró becas de estudio a niños y
adolescentes de la tribu y los yaquis deben padecer trabas gubernamentales para
cualquier trámite.
“Nos tiene totalmente marcados, para todo si
eres yaqui, ellos tienen que dar el visto bueno, nos está haciendo la vida muy
difícil en Sonora. Está así Padrés, rabioso con nosotros, porque sabe que el
yaqui no se vende y que vamos a luchar hasta parar el Acueducto”, dijo.
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