domingo, 20 de febrero de 2022

Qué poder. Golpetear al Presidente López Obrador. Los trabajadores qué?

Qué poder

Por Alejandro de la Torre / CRóNICA10

 Con tanto inglé que tú sabía, Bito Manué, con tanto inglé, no sabe ahora
decí yé. La mericana te buca y tú le tiene que huí: tu inglé era de etrái guan, y guan tu tri.André” Manué, tú no sabe inglé, tú no sabe inglé. No te enamore ma nunca, si no sabe inglé, sino sabe inglé.

Nicolás Guillén.

El poder es el fondo de la vida terrestre. Pudo, poseer, potente, déspota, son palabras derivadas de la palabra poder. Su origen latín: potis, posse. Dueño, amo, vienen de la palabra potis. Incluso de ahí se deriva la palabra esposo.

Poder hacerlo. Poder sexual. Poder político. Poder sobre no poder. Tiene a mi punto de vista una relación con la erección fálica. Sin esta no hay reproducción de la especie. Porque el falo debe “poder” penetrar a la cavidad vaginal y traer como consecuencia la gestación.

Me impresiona el trabajo del sociólogo francés Michael Foucalt (1926-84. Vigilar y castigar, Los intelectuales y el poder, Microfísica del poder, Historia de la Sexualidad). 

Foucalt es el concentrador de los trabajos de la Escuela de Frankfurt (Marcuse, Fromm, Horkheimer, Adorno, Habermas, Benjamin) que tuvieron una influencia preponderante del psicoanálisis y del marxismo.

Foucalt argumentó: “el poder en el capitalismo occidental, era denunciado por los marxistas como dominación de clase y el poder en el socialismo soviético era denominado por sus adversarios, totalitarismo; pero nunca se analizaba la mecánica del poder”.

El marxismo clásico con Lenin por ejemplo, concibió el poder en dos vertientes, el poder del estado y el poder capitalista. El poder de la burguesía, el poder económico, se impone sobre el poder político sea cual fuere, una dictadura, una república, una democracia y dentro de estas, un parlamentarismo o un presidencialismo.

En cambio en los países europeos del bloque socialista, el poder se fusionó en uno con la anulación de la propiedad privada de los medios de producción casi en todos los casos de forma inmediata como en el estado socialista Ruso. Ya no se subordinó el poder político al poder capitalista, y vino la estructura del Estado, que presumiblemente se organizaría en instancias de amplia y directa democracia obrera, los soviets.

En China esto se diluyó en la última década del siglo 20 y el Partido Comunista Chino reformó la economía china, abriendo la inversión capitalista bajo el control del Estado supuestamente comunista, cosa que es incoherente, pero que ahí está funcionando con su poderío, casi paralelo, al mundo capitalista occidental.

En México el poder público con el régimen de partido de Estado, el PRI desde 1940, era un poder casi hegemónico que incorporaba a los capitalistas a esta estructura de poder y también a la clase obrera corporativizada a las grandes centrales sindicales fusionadas al mismo PRI.

El régimen político en México, fue un régimen corrupto, no solo ladrón, si no que corrompió la ley y las relaciones públicas, casi absoluto, infranqueable, inderrotable en las elecciones, un régimen de control de un Presidente de la República similar a un emperador, pero que se sustituyó cada seis años.

El régimen mexicano no ha desaparecido, con vencerlo en las elecciones, se ha transformado con López Obrador en un régimen híbrido, ¿qué significa esto? Que el actual régimen del slogan 4T, conserva las piezas fundamentales de la estructura del viejo régimen priísta presidencialista y corporativo, y mucho menos se presta a construir un nuevo régimen político, de gobierno amplio, democrático, organizado con el pueblo, que se desprenda de la dependencia del poder económico capitalista que sigue imperando sobre el gobierno.

López Obrador se sentó en el mismo aparato de gobierno, modificando las formas, pero no el fondo, incluso se construyó una corporativización nueva, de alineación al poder presidencial, al interior de las clases pobres, en el poder legislativo, en las gubernaturas, en los ayuntamientos, en las estructuras sindicales y fácticas. El régimen se renovó, aunque no se ubique con las siglas PRI.

Pero sigue subordinado al poder estructural del sistema capitalista, a los dueños del poder financiero, a la gran oligarquía, que ahora presuntamente ya no se le condonan impuestos.

López Obrador y el nuevo poder público, siguen en lo mismo, lijados, limados de asperezas, diciendo que ya no hay corrupción y que se reparten centenas de miles de millones de pesos a los más desprotegidos porque si no, se murieran de hambre y se presentara una revolución social.

La oligarquía financiera no puede renegar del Presidente y del magnífico sistema social creado en tan poco tiempo, que la protege. Sus ganancias son descomunales mientras el pueblo sigue en la pobreza, y los trabajadores tienen los salarios más bajos del mundo, aunque el salario mínimo se haya nominalmente incrementado en 120 por ciento en tres años.

Pero a López Obrador no lo quiere, el concepto rancio, visceral, irracional, reaccionario de un sector de la oligarquía y de la burguesía mexicana, que preferirían un presidente fresa, adaptado, con conceptos y expresiones menos rústicas y populacheras, más tecnificado, con tendencias norteamericanistas y light. López Obrador es un personaje que no “sabe inglé”, como diría Nicolás Guillen. Pero al mismo tiempo es un presidente efectivísimo, inmejorable, el que requería la oligarquía.

Los golpeteos a López Obrador, que se meten con su hijo, con sus relaciones con inversionistas como la empresa Vidanta, dejan un mal sabor de boca, al entender que no es el presidente magnánimo, si no que es presidente de escandalitos cada vez más tupidos y que defiende al régimen hibrido del poderío financiero que está de plácemes por la regeneración de la estabilidad pacífica de López Obrador.

Pero no mellan su poder político y público, hacen daño a la impresión general, a la institución presidencial. Cuando los trabajadores dejen de ser tontos, en sus organizaciones y se desprendan de la veneración sometida a la ideología del presidente, sea nacionalista revolucionaria, panista o cuatroteísta y exijan el poder, que es el verdadero poder, -que tienen el verdadero poder-, entonces sí, no tan solo el poder presidencial lo resentirá, si no la estabilidad de control del sistema capitalista de injusticia y explotación en que está sentado el presidente de este país, que ha sido invadido por otro poder detrás que es el poder militar, incursionado en espacios inimaginables ni siquiera en el régimen viejo corrupto prianista. La clase militar, ¿habrá hecho la estrategia de la 4T?, no lo duden ni tantito.

Cuando la clase trabajadora que mueve la economía, la producción y el país, golpee, entonces si se tambaleará el régimen, y los golpeteos de los medios de comunicación chayoteros del viejo régimen, y los chayoteros de la cuatroté, solo se tornarán en cosquillas risibles. El golpe será contra el sistema de explotación capitalista de injusticias y pobreza hasta que caiga, no solo López Obrador con o sin su consulta de revocación.



No hay comentarios:

Publicar un comentario