Por Alejandro de la Torre.
A Jesús Héctor Hernández López lo conocí cuando nos recibió en la oficina del rector Isidro Cruz al inicio de su opaca gestión 2012-16.
Ya había sido rector sustituto en febrero de 2016.
En ese entonces el sueldo del primer mando del ITSON que me sorprendía, rebasaba los 200 mil pesos mensuales.
El mismo rector Cruz demostró graves carencias de liderazgo y de competencia para remontar la crisis académica y económica y no generó ningún cambio para trascender, para romper con el pasado de inmutación del modelo que dejó Russo Vogel y del desprestigiado ex rector Rodriguez Villanueva, igual que la gestión insalvable del psicologo Javier Vales: Inmovilidad de la base estudiantil, poco desarrollo de su calidad docente, acaparamiento por el grupo selecto y hasta amafiado de las plazas docentes fijas y de postgrado, -unos 120 beneficiados que ganan de 50 a 120 mil pesos mensuales, a contraparte de unos 400 eventuales-, así como la discrecionalidad para administrar mil millones de pesos de presupuesto público, con la contratación de maestros eventuales; el 80 por ciento, con sueldos paupérrimos de 5 a 8 mil pesos mensuales.
La evaluación del ITSON sin embargo es clasificada en el ranking de la calidad de las universidades de país en el lugar número 58 y 4235 a nivel mundial.
Las colegiaturas del ITSON son las más altas de las instituciones públicas en el sur de Sonora, deberían cancelarse, imposibles para los salarios de los trabajadores, seis mil pesos por semestre, una situación aberrante, y ha sufrido un contrapeso de parte de la UNISON que ha roto el monopolio.
El índice de colocación de sus egresados debería darse a conocer, así como el índice de deserción o reprobación escolar, que eran muy altos hace una década, y en los 90´s.
Sin embargo el hegemonismo del grupo de poder interno que heredó el ITSON no solo por su vejez si no por su desplazamiento ha sido un punto augurante de posibilidad en los últimos años, de cambio real, y la amplia participación de los integrantes de la comunidad como la de esta elección abierta, única garantía para ofrecer el ITSON como una plataforma de desarrollo, conocimiento y solución de los problemas de la sociedad que lo rodea y ponerlo al servicio del pueblo, algo que nunca ha sucedido, por que su modelo siempre ha sido neoliberal, utilitarista, pragmático.
Cambios y desarrollo para el ITSON por el simple criterio de la inteligencia. CRóNICA10.
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