viernes, 26 de agosto de 2016

El fervor por el relevo de Faustino



El deterioro priísta y el efecto 
Tino-Roger
Por Alejandro de la Torre D.
El alcalde priísta Faustino Félix Chávez ha sobrecalentado el escenario. La estela dejada por la deshonestidad y el lastre de la pésima administración del también priísta Rogelio Díaz Brown que forzó la maquinaria de saqueo tiene su corolario con el fatídico año de gobierno del Tino, que en la calle y la plaza todo mundo sabe que el municipio va en retroceso, que los escasos avances democráticos son pisoteados y que la actitud marrullera de Félix Chávez para imponer sus proyectos ha rebasado todos los límites de autoritarismo y rapacidad.
Detrás de la mala alcaldía del nieto del ex gobernador se encuentra un proyecto de venta de Cajeme, como buenos discípulos del maestro Beltrones, se trazan el objetivo de pervertir en el menor tiempo posible los recursos y patrimonios municipales para beneficio propio y de grupos allegados a sus negocios.
Faustino y el Roger, desgastaron tanto su figura que son la peor carta del PRI para continuar en la disputa de los cargos públicos. Y este desfiguro genera en su perfil pensar que en dos años que le restan de gobierno pueda lograr imponer sus propósitos de utilizar su gestión pública para consolidar sus bienes y fortuna familiar.
La herencia dejada en decenas de hectáreas de propiedades urbanas, terrenos y bienes familiares tiene que ser protegida e incrementada en su valor reproduciéndose. Pero lamentablemente 25 meses que le quedan son muy pocos y por ello va contra el tiempo su gestión para sacarle el mayor jugo posible al ejercicio de la alcaldía, ya que es estéril la ambición para perseguir otro puesto de poder: su proyección se ha diluido como terrón de azúcar en un caliente café. El PRI está en su peor momento y no podrá ganar la elección de junio de 2018 en el sur de Sonora a menos que diseñe una estrategia corrupta y de perversión donde se apliquen millones de pesos para comprar conciencias y votos. El PRI y sus gobernantes son el peor artefacto de manipulación y engaño, desde la impunidad que prevalece para no castigar al corrupto padrecismo hasta la farsante actitud de no acordarse del movimiento de No al Novillo prevaleciendo el cinismo de la gobernadora y sus secuaces, principalmente el Tino cretino.
Rodeados de un contexto nacional de automática derrota del PRI en la elección federal que se verificará dentro de dos años, bañados de una economía endeble de gasolinazos, devaluación, los peores salarios del mundo, caída de ingresos petroleros, fracasadas reformas, oligopolios y destrucción de la mediana y pequeña empresa, en Sonora se vive un escenario de decepción y pobreza envueltos de olas delictivas y criminales impulsadas por el casi intacto narcotráfico.
El gobierno de Claudia Pavlovich es igual de falso que el de Guillermo Padrés, oro y plata olímpicos. Te pareces tanto a mí que no puedes engañarme, le cantaría Juan Gabriel desde el PAN-gobierno al PRI-gobierno y viceversa.
Por si fuera poco esquivar este fracaso del ámbito nacional y el ámbito estatal, todavía los ciudadanos tenemos que soportar al mal gobierno en el ámbito local, y sus abusos, ineficiencias y cretinismos. Los demacrados servicios públicos, la incapacidad de remontar la crisis financiera, los intentos por hacer negocios con la basura y los aparcaderos en la vía pública, el negociazo del nuevo estadio de béisbol, y una policía municipal ineficiente que no ataca a los delincuentes que roban y roban en domicilios y comercios sin ser detectados. Estos son los gobiernos del PRI y que siguen sintiéndose fuertes ante un grosor de ciudadanos que deambulan buscando su mollera y su madre, dejados y agachados y que son tan masoquistas que votarían otra vez por sus verdugos.

El irremediable PAN y el efecto Padrés
En la disputa del poder, no hay segundas oportunidades. Se pierde o se gana. En el caso del PAN sonorense hay una decepción de magnitudes definitivas. El Partido Acción Nacional quedará marcado de por vida por el daño que le ocasionó el padrecismo y la marca imborrable de la rebatinga de su sexenio drástico para los anales de hemeroteca. Padrés y sus compinches son un herraje imborrable e irremediable para los resquicios de dirigentes que heredan el deteriorado changarro y para una militancia perjudicada en inspiraciones. Los panistas en el poder se convirtieron en una muestra multiplicada de lo que decían combatir del PRI en el poder. Un gobernador déspota, ceja parada, sátrapa, mentiroso, y unos cómplices trúhanes, simuladores y desfalcadores, una carga histórica que solo podrá ser borrada ya que se acerquen los últimos meses del último año de este siglo. El ejercicio del poder por otro partido solo refleja que el sistema político corrupto no corresponde a un partido casi único si no a una baraja de partidos que son los reyes y cuinas de la traición. El PAN de Gómez Morín, de Vicencio, de Álvarez, o ya de perdida de Clouthier quedó hecho nada con el ejemplo despreciable y ruin que dio de gobernar, este señor llamado El Memo. Ni una grúa que levanta planchas descomunales de concreto podrá con el desprestigio que le prodigó la experiencia amarga de 2009 a 2015, puñalada trapera al pueblo, una etapa de escasa materia gris. Un pueblo puede transitar de un masoquismo rojo a un masoquismo azul al ver todavía como alternativa ante el PRI, al PAN otra vez. “De todos modos todos son ratas, el que llegue va a hacer lo mismo” es el decir que muestra el mayor conformismo de los votantes y que da como resultado un pueblo resignado a nunca cambiar y aceptar como natural el estado de cosas degradante. Por ello el PAN no es una salida al corrupto PRI si no la palanca para que este pueda rotarse en una reelección que amplíe otros 70 años de dictadura política. El PAN no sabe gobernar, sus personeros pierden piso una vez llegados al cargo. La conformación de valores morales y el slogan de una patria generosa quedan hechos añicos al reflejar un verdadero desorden al momento de tener la firma de millones de pesos del presupuesto. La mentalidad pragmática y positivista de los que profesan la ideología filo conservadora panista en México concentran todos los avatares y sofismas que en el intelecto de la derecha mexicana confirman que no hay profundidad en la inteligencia de su clase política por eso se pierden al poner en práctica una moralidad de superficialidad que le sirve a la clase patronal mexicana y a algunos grupos de clase media que han llegado a los puestos de elección popular. Para ellos es inconcebible que haya líderes de izquierda como Cárdenas o López obrador. Inconcebible que el rescoldo de la naquería y la ralea se expresen con tanta vulgaridad al defender derechos y mejores condiciones de vida, como lo hace por ejemplo la CNTE. Por ello reprueban al PRI y su corrupción como un rito de persignación hipócrita pero a la hora de los hechos demuestran lo contrario, como los borrachos dejan salir el subconsciente, una personalidad escondida que también la portan debajo de la falda. El PAN de Javier Castelo, de Chuy Félix, de Barro, o de los padrecistas Romero, Villalobos, Teresa Lizárraga, el Pelón Morales, está en crisis. Podrá resucitar siempre y cuando el mismo gobierno del PRI se autoliquide, y no se construyan sólidamente otras opciones, que lamentablemente aparecen de forma borrosa. El PAN ha demostrado que pega en una clase media con débil cultura política e ignorancia y ha sido capaz de copiar conductas del régimen priísta para comprar a miles de votantes.

Emecistas entreguistas y decepcionantes
El sorprendente crecimiento de la votación en junio de 2015 por el candidato a la alcaldía en Cajeme que compitió por el partido Movimiento Ciudadano nos indica un fenómeno que es necesario revisar y que se ha repetido persistentemente por lo menos en cuatro elecciones del pasado en este municipio.
El pueblo cajemense ha sido anti priista de tal forma que cuando se presenta una opción solida se vuelca a darle la espalda a sus opresores y de forma cautelosa hace ganar a los adversarios. Las elecciones de 1979, 1994, 1997 y 2015 nos lo ejemplifican. Aunque hay otras experiencias más añejas como la del Buqui Contreras en 1954 o la de Vicente Padilla otros veinte años atrás. La semejanza de las votaciones por Lamarque y Almada aunque con años de distancia de 1997 y 2015 fortalecen la hipótesis de entender que la población vota por alternativas reales al PRI.
La incapacidad de la izquierda de integrar una cimentada propuesta de unidad, nos recuerdan que esta presunta izquierda no tuvo escrúpulos como una enfermedad muy similar a la padecida por el PAN sonorense cuando pierden piso y pierden moral en la ocupación de cargos públicos con altos emolumentos y poder, tal es el caso del fulgor y el ocaso del Partido de la Revolución Democrática cuyos principales figuras siempre han hecho el papel de muñecos del gobernador en turno y de deslealtad con su raigambre.
Al presentar en Cajeme y solo en Cajeme un partido expropiador de la expresión Movimiento Ciudadano, una propuesta factible en la persona del candidato Gustavo Almada, el electorado se inclina y carga su voto como una masa que ya estaba de acuerdo. De forma mágica la captura de votos de una elección a otra sube de 800 votos en 2012, a 28 mil votos. Similar a la experiencia del PRD en 1991 que obtuvo mil 350 votos y a la siguiente elección en 1994 obtuvo 27 mil votos.
Pero se vuelve tan pesado comprender como Almada que no fue favorecido por el PAN en 2015 para la candidatura si no el viejo lobo Jesús Félix, no pueda demostrar que tiene un perfil que pueda conducir ese voto inconforme por un sendero de congruencia y lealtad con los electores y encausar fuerza para volver a competir sin resquicios e increpaciones que ya se las ha ganado, ante la mediocre conducta concertadora de los regidores que llegaron por el voto a su favor.
La incapacidad de los regidores Jorge Russo, Enrique Estrada y  Alicia López no solo de advertir una reverencia desafortunada para aprobarle, encubrirle y adornarle todo al PRI gobernante que tiene a un pequeño de dictador como presidente municipal y solapar conductas deshonestas y antidemocráticas hacen que el prestigio ganado por el voto ciudadano del ex candidato a la alcaldía ronde un día por el suelo y el otro también, derrumbándose estrepitosamente su expectativa.
Sin embargo esto en vez de desanimar prevé una luz en el horizonte, los que son, son y los que no son, no son. En política decía Reyes Heroles los espacios que no ocupe una fuerza o sujeto terminarán irremediablemente ocupándolos otras fuerzas.

El atavismo de Morena
La gran ventaja del partido formado con la viada de la dos veces candidatura presidencial de Andrés López Obrador es que representa una alternativa nueva y fresca, que su única inconveniencia es pues un atavismo del pasado que es el perredismo. Y el máximo personero de este atavismo es ni más ni menos que el exalcalde de Cajeme Javier Lamarque. Evidentemente es su mayor carga y lastre. Su persona es reflejo de cordialidad y lucidez, pero no hay nada contra ella, si no por el método político para concertar e intentar empujar, esfuerzo estéril ante los prejuicios dejados por sus viejos errores que no pueden olvidarse en la conciencia popular cajemense. Lamarque fue candidato a gobernador y un resultado irrefutable es que a pesar de ser un ex presidente conocido y tal vez por eso, obtuvo una votación muy baja para su estima, de 7 mil 800 votos. Esto no se debe a la falta de recursos ni a la falta de capacidad o a la compra del voto que hace el adversario electoral, si no que el chicle con el que trata de pegarse ya está bien masticado. Sin Lamarque, Morena se vuelve un real peligro para el PRI en el gobierno, una real alternativa para el PAN oportunista y una fuerza factible de ganar y gobernar con o sin el impulso de López Obrador. –Morena no puede ser el reflujo maloliente de ex padrecistas (te hablan pollo Castelo), rescatador de lamarquistas del pasado (les hablan Solano e Ibarra) o de activistas incapaces de organizar a los ciudadanos por deshonestidad, (te hablan Cózari)–. Construir con ciudadanos organización es la única vía para que el papel de Morena no quede arrugado y despreciado por la gente, y capitalizar ahora si la simpatía popular que ha sido sustanciosa en 2006 y 12 por su precandidato presidencial para derrotar al PRI en el sur de Sonora que no sería la primera vez. La suerte está echada para 2017.


El camino de la gobernabilidad ciudadana.

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