EZLN advierte que no dejará las armas;
reitera su declaración de guerra contra gobierno
En la conmemoración de un aniversario más de
la existencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el
encargado de leer el discurso fue el Subcomandante Moisés, quien enfatizó que
reiteran la declaración de guerra al gobierno mexicano cuyos principal motivo
es la exigencia de la tierra, trabajo, alimentación, salud, educación, vivienda
digna, independencia, democracia, libertad, justicia y paz para el pueblo
indígena.
Lo anterior fue parte de una ceremonia
presidida por integrantes del Comité Clandestino Revolucionario Indígena,
máximo órgano de dirección del EZLN, su mensaje fue dirigido principalmente a
los jóvenes que hoy integran el grupo insurgente.
El Subcomandante afirmó hoy, que 22 años
después sus demandas siguen vigentes, y mantienen una “guerra contra el olvido”
y agregó “tenemos a un lado nuestras armas, no las dejaremos, estarán con
nosotros hasta el final”.
Llamó a las nuevas generaciones a unirse más
y mejorar la organización “son el futuro de nuestros pueblos, de nuestra lucha
y de nuestra historia, pero deben de entender que tienen una tarea y
obligación: seguir el ejemplo de nuestros primeros compañeros, de nuestros
compañeros mayores de edad, de nuestros padres y abuelos y todos los que
iniciaron esta lucha”, puntualizó.
Agregó que las armas con las que actualmente
cuenta son para proteger y defender a los pueblos y las bases de apoyo que
sostienen la lucha rebelde. Explicó que de 1994 a la fecha, en las comunidades
de Chiapas, que están adheridas a partidos políticos, “reina el desamparo y la
miseria, manda la holgazanería y el crimen”.
“En medio de las grandes amenazas militares y
paramilitares y las constantes provocaciones del mal Gobierno empezamos formar
nuestro propio sistema de Gobierno, nuestra autonomía, con nuestra propia
educación, nuestra propia salud, nuestra propia comunicación, nuestra forma de
cuidar y trabajar a nuestra madre tierra, nuestra propia política como pueblo y
nuestra propia ideología de cómo queremos vivir como pueblos con otra cultura”,
explicó. “Donde antes había hambre y pobreza, hoy las sigue habiendo, pero
además hay desesperanza”.
“Esto no aparecerá en ningún informe de
gobierno municipal, estatal o federal, pero es la verdad que se puede ver en
las comunidades partidistas: campesinos que no saben ya trabajar la tierra,
casas de material vacías porque ni el cemento ni las láminas se pueden comer,
familias destruidas, comunidades que sólo se reúnen para recibir las limosnas
gubernamentales”, enfatizó.
Moisés declaró que a partir de 1994 “cambió
nuestra forma de lucha y fuimos y somos oído atento y palabra abierta, porque
desde un principio sabíamos que una lucha justa del pueblo es por la vida y no
por la muerte. Somos aunque con silencios y calumnias nos olviden”.
“Porque lo que hemos aprendido como
zapatistas que somos y sin que nadie nos lo haya enseñado, como no sea nuestro
propio paso, es que nadie, absolutamente nadie va a venir a salvarnos, a
ayudarnos, a solucionar nuestros problemas, a aliviar nuestros dolores, a
regalarnos la justicia que necesitamos y merecemos”, agregó. (revolución3.0).
Desempeñó papel de informante de la CIA,
Luis Echeverría
Según el libro The Company: CIA Diary (La Compañía: Diario de la CIA), de Philip B. Agee, Luis Echeverría Alvarez fue colaborador de la Agencia Central de Inteligencia, al igual que su predecesor Gustavo Díaz Ordaz. Documentos desclasificados de la agencia varias décadas después le asignan a Echeverría el código Litempo-14.12 El código Litempo era compuesto por el prefijo LI, que identificaba operaciones en México y Tempo, que identificaba al programa de relación entre la CIA y "altos funcionarios selectos" de México. "Es un producto típico del sistema político mexicano, hipócrita y corrupto. Es una especie de puritano, mantiene un ritmo de trabajo asesino (no siempre productivo), adora los reflectores. Su forma de reaccionar ante las crisis es imprevisible, con tendencia a actuar primero y reflexionar después. Como estadista internacional, es poco sofisticado, tiende a sobresimplificar. Esta es la opinión que el embajador de Estados Unidos en México, John Jova, transmitió en un extenso telegrama secreto (cable 1975MEXICO06867_b) enviado al Departamento de Estado y a la representación de su país en la ONU el primero de agosto de 1975.
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