Las Pluris para los pirruris
Por
Alejandro de la Torre
Hay
que eliminar las Pluris dice el señor Humberto Campos Hernández manifestándose desde
hace un mes a la puerta del palacio municipal en Cajeme, juntando firmas de
apoyo a su exigencia.
Evidentemente
hay que eliminarlas pero junto al esquema actual de poder donde los diputados “pluris”
no representan a nadie pero igualmente el resto de los diputados aunque no sean
pluris y todo mundo lo sabe, tampoco representan a nadie.
Se
inserta una denuncia en el feisbuc que alega que aquellos responsables del
incendio de la guardería ABC se barajean descaradamente como precandidatos a
otros cargos de elección popular: Abel Murrieta o Ernesto Gándara, y se
recuerda como el compromiso de campaña del hoy gobernador Padrés fue hacer justicia
ante la trágica muerte de los niños. Sin embargo ya sabemos todos de la
verborrea cínica del actual mandatario: puede decir una cosa hoy y mañana hacer
otra, a pesar de que muchos le recuerdan que llegó al poder a causa de la
tragedia.
Este
tejido putrefacto en el que está arropado el sistema político es el mismo que
encubre la impunidad, el cinismo y el engaño al pueblo.
Paradójicamente
y de forma grotesca vemos la realidad, mientras más vota la población con cada
elección más se legitiman los malos gobiernos, los malos diputados y la
inexistente impartición de justicia. Y la fiesta del reparto de poder entre una
casta política nos la pintan de “democracia”.
Eliminar
12 diputados en el Congreso del Estado de Sonora, no electos por el voto
directo, esto es, conocidos como
diputados “plurinominales” o “de representación proporcional” y dejar 21
diputados conocidos como “de mayoría relativa” como lo propone el dislocado
manifestante Campos, es una ocurrencia pero también una buena prueba del enorme
gasto que genera el Congreso que anda en 6 millones de pesos anuales por cada
diputado.
Estos
espacios “legislativos” son tan disputados que han generado tanta avaricia y
ambición que llegan hasta los atentados, las amenazas y el homicidio por
quedarse con las canonjías que otorgan.
Un
ejemplo velado son los tejabanes y los cercos que con la partida 44101 -Ayudas
sociales a personas ($153 millones 596 mil pesos) -, los diputados mandan poner
en las escuelas primarias y secundarias que se los piden. ¿Alguien puede
certificar que los costos son reales y no están sobrefacturadas las
construcciones y que los excedentes no van a parar en gran parte al bolsillo de
los mismos diputados?, ¿Alguien puede meter las manos a la lumbre por ellos de
que son honrados y castos?
Como
me lo han confesado varios que en su momento fueron diputados locales de forma
personal, Félix Rafael, Faustino Félix, Raúl Acosta, Heleodoro Pacheco, etc...:
“Tonto seria si no saco provecho de la curul”.
A
la señora diputada Rosana Coboj la han visto las últimas sesiones, las
chismosas lenguas la delatan, limándose las uñas o acabándose el café y las
galletas en el pleno, sin decir esta boca es mía. A casi un año de ganar la elección
extraordinaria, “esta diputada no ha hecho nada, es una verdadera pena”
informan dos reporteros de Obregón que rondaban por el salón publico de la
legislatura.
El
resto de los diputados solo sirven para apuñalar por la espalda la buena fe de
los ciudadanos. Lúgubre es la sesión realizada “en lo oscurito” del 14 de
diciembre de 2013, donde aprobaron la reforma energética los diputados del PRI
y del PAN, y enajenaron varios bienes públicos para amortizar la deuda del
ISSSTESON, y se repartieron el pastel del 2014, por fin, teniendo presupuesto.
Este
tercer poder político publico que es el legislativo, solo sirve par a hacer
leyes protegiendo los bienes e intereses de la burguesía sonorense y
trasnacional, para encubrir los privilegios de siempre hacia unos cuantos, y
regenerar la estructura de poder contra la mayoría popular. Es un poder
arcaico, traidor, desleal, corrupto, enajenado, sátrapa, que le hace el juego
al gobernador en turno y destruye la justicia y la generación de leyes
igualitarias, modernas, y democráticas al servicio del pueblo.
En
el Congreso del Estado no se debate, se cuchupea. No se parlamenta, se hacen
componendas. No hay eficiencia, hay manipulación y hay un peculado de pequeña y
constante proporción pero enormemente hipócrita, de libre impunidad.
Queda
claro que desaparecer las pluris no es la solución, si no reformar de raíz este
poder público. Y una modificación y la más directa de todas, seria que cada
diputado ganara menos de 4 salarios mínimos que es lo que el 80 por ciento de
la población gana igual o menos y que
los mantiene.
Una
percepción de 8 mil pesos para cada diputado seria la medida central para
iniciar la reforma del poder legislativo eliminando todo tipo de gastos
adicionales como asistentes, asesores, renta de edificios, viáticos, boletos de
avión, vales de gasolina, gastos ceremoniales, convenciones, celulares, pagos
de publicidad a los medios, fondos de gestión, ayudas a personas, etcétera.
Con
este sueldo de 8 mil pesos mensuales los ambiciosos y avaros no quisieran
convertirse en diputados y llegarían ahora si ciudadanos con el ánimo de
servir, no de servirse. De esta manera lo importante sería la representación
real, no sus emolumentos y sus cuchupos. 50 o 100 diputados serian pocos, pero
que estuvieran vinculados directamente con sus representados y ejercieran como
practica ineludible y obligatoria consultas directas constantes y amplias para
hacer leyes, aprobar presupuestos y tomar decisiones de gobierno.
Lo
que ahora sucede es que cualquiera que llega a diputado ve una mina de oro, una
capacidad autoritaria déspota y viven sintiéndose como tocados por la virgen y
a robar!!
Es
evidente que una reforma de estado crearía la Asamblea de Poder Popular
sustituyendo al ineficiente, corrupto, prepotente y arrastrado Congreso del
Estado de Sonora.
Esta
Asamblea no crearía leyes para unos cuantos y para proteger privilegios, seria
en los hechos el primer poder por encima del gobernador y del judicial y generaría
un Estado Democrático de Amplia Participación Popular, transformando a la
sociedad.
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