Una Reforma Electoral
no corrupta
Por Alejandro de la
Torre
Los Gándaras, Pavlovich, Figueroa, Astiazarán,
López Caballero y etcétera, realizan soterradamente campañas electorales y
también dan abiertas declaraciones de que quieren ser candidatos a gobernador,
tan es así que pagan espacios a diferentes medios impresos y digitales para que
les abran cancha rompiendo el equilibrio y el reglamento electoral, faltándole al respeto al buen criterio ciudadano que advierte un pobre desempeño previo y sus
excesos en sus pretensiones políticas personales.
Esto
delata que son tan codiciados el poder público y todos los beneficios que
ocasiona a quienes lo ejercen que es el principal instrumento para enriquecer
personas y empresas en este país. En vez de existir una economía virtuosa donde
el progreso sea mucho mayor afuera del poder público que contrarreste esta
avaricia por quedarse con los puestos de gobierno y sus influencias.
El
dinero con el que opera el gobierno se produce con la fuerza de trabajo de
obreros y empleados que generan la renta y el valor de empresas y mercancías, a
los cuales se le imponen tributos para mantener la burocracia y a los
gobernantes.
El
gobierno vive del trabajo de los demás y no de su propio trabajo. Vivir de una economía
prospera debiera ser la aspiración de todas las personas, pero en México esto
es al revés. Los únicos sujetos que viven holgadamente son los que se dedican a
una de cuatro actividades o a las cuatro simultáneamente: Las actividades ilícitas
como el narcotráfico; segundo de la usura y la especulación como las empresas
de crédito, prestamistas o empeño; tercero, de la venta de vicios como
expendios, cantinas y casinos; y por ultimo quienes viven del gobierno. En cambio
los que se dedican a vivir de su trabajo o a actividades productivas no les va
bien.
Por
ello vivir del gobierno se vuelve un vicio en vez de convertirse en un deber
delegado por la gente y una función honoraria desempeñada por quienes les gusta
servir y no robar. Los que han gozado de los altos ingresos como diputados o
funcionarios y de las ganancias fáciles que obtienen como rebote del ejercicio
del poder se envician en querer ascender en la escala política y seguir
contando con altos privilegios.
Esta
es la plataforma de causas que nos explica por qué son tan disputadas y tan
adelantadas las ambiciones de los políticos de querer proyectar a sus personas
de forma permanente y de emprender labores que vayan fincando el camino para
obtener futuras candidaturas y ganar el mercado político, aún y cuando se
esquiven o rompan las reglas electorales, pero más descarado es cuando compran
costosos espacios en los medios de comunicación destapando sin el menor recato
sus ambiciones políticas.
Para
cambiar este sistema son necesarias tres reformas sustanciales que debe parir
la conciencia ciudadana y convertir a los futuros procesos electorales en
confiables, ya que hasta la fecha estos han entrado en una crisis y un
quebranto de credibilidad con un sistema bipartidista corrupto y viciado que
genera malos gobernantes.
Las
campañas negras, -PRI contra PAN, PAN contra PRI-, provocan un clima de enfado
y peste que la mayoría ciudadana detesta pero que tiene que soportar ante la
carencia de un nuevo sistema político y la incapacidad por alcanzarlo.
Primera Reforma.- Debe regularse la
calidad de la sustancia de ideas y capacidad de las opciones, esto es, las
pruebas palpables del desempeño profesional y político precedente. La
demostración de la capacidad intelectual y técnica y su debida comparación y el
perfil psicológico, moral y formativo. Esta demostración y su comparación debe
hacerse ante foros públicos los más amplios posibles que ahorraría costos y reducirían
tiempos. (Reforma sustancial al Libro Cuarto “Del Proceso Electoral”, y el Capitulo
VII “De la campaña electoral” correspondiente al Título Tercero, del Código
Electoral)
Así
el más voraz o el más rico de la contienda no se adelantará porque con un solo
foro le ganaría el más audaz y el más asertivo, y el tonto rico perdiera así
como el voraz inmoral también.
Contemplar
en la Ley electoral el fondo sustancial como la prioridad de una campaña inhibiría
a los adelantados e incluso los tiempos y costos para realizar actos y
propaganda se redujeran para centrar la contienda en la comparación de ideas,
capacidades y perfiles de los contendientes y no en comerciales repetitivos
hasta el hartazgo, como ese comercial de un hotel con el apellido de dos políticos
que además son parientes y de partidos políticos distintos.
Segunda Reforma.- Debe abrirse y
ampliarse sustancialmente el registro de candidatos sin partido político,
facilitando tajantemente la participación de estos en la contienda, así como el
registro de Partidos estatales, regionales o municipales que compitan por los
ayuntamientos y las diputaciones locales que le conciernan, esto es que los
requisitos para participar a estos partidos debe flexibilizarse y facilitarse y
un punto adicional de fondo para la reforma es el equilibrio del financiamiento
público de cada partido partiendo de una igualdad de 0 en el gasto electoral de
campaña, -No es una competencia de igualdad que un corredor calce spikes Nike y
con 10 metros de ventaja contra un corredor descalzo y con obstáculos a su
paso, deben empezar en la misma línea y con las mismas condiciones-.
Debe
abrirse un mínimo de 10 por ciento de las curules en el poder legislativo y de
los espacios en los cabildos de los ayuntamientos a estos candidatos sin
partido. Así como existen diputados y regidores “plurinominales” debe haber
diputados y regidores ciudadanos. (Reformar el Título Tercero “De la Elección” en
sus Capítulo I “De la Elección del Congreso del Estado”, el Capítulo III “De la
Elección de los Ayuntamientos” y agregar el Capítulo VI –hoy derogado– “De las candidaturas independientes” y el Libro
Segundo, Titulo Primero “De los Partidos Políticos Estatales”, Capítulo II, artículos
12, 16 y 17 y otros. Todos del Código Electoral para el Estado de Sonora)
Tercera Reforma.- Los organismos electorales
deben reformularse. Actualmente todas las funciones y actividades del CEE y del
TEE, están enmarcadas en la desconfianza.
En
vez de estar basificados en la confianza y en el respeto, operan y toman sus
decisiones invadiéndolos y oprimiéndolos la desconfianza en el proceso, en la
función, en los competidores, con otros, entre sí mismos y en sí mismos, y así
no se puede.
Se
desconfía de los dados cargados, en el fraude electoral y el irrespeto al voto,
en la desigualdad de la contienda y en la corrupción del poder público y los
poderes facticos que intervienen para influir en el resultado. (Reforma al Título
Primero. Capítulo II. Artículos 86, 88, 98,99 y otros. Código Electoral).
Debe
voltearse la pirámide y los ciudadanos tomar el poder. La base en la toma de
decisiones y operaciones deben asumirla los ciudadanos que participan en la
labor de promoción cívica y en las casillas electorales y los ciudadanos que
ocupan los consejos deben únicamente finalizar la actividad sumando y
sintetizando los resultados. Pero actualmente esto es al revés.
Los
5 consejeros electorales estatales asumen una función autoritaria y déspota que
les faculta el poder político del gobierno y ganan enormes emolumentos de un
millón de pesos anuales cada uno, más estímulos económicos y son los que
deciden de principio a fin el rumbo y sentido de la función y operación
electoral y he ahí la base de la desconfianza en ellos por que terminan
sirviéndole al poder y no a los ciudadanos.
Esto
debe cambiar y debe formarse una base de participación que asuman los ciudadanos
que hacen la elección, se pongan en la cabeza, y tomen las decisiones. Que los
consejeros estatales surjan de estos ciudadanos que generan, promocionan,
operan casillas y el voto y que no tienen percepciones ni cobran sueldos por
ello.
Reformar
el Código Electoral de Sonora adaptando los artículos que lo estipulan bajos estos
tres apartados de modificaciones legales será la única salida para encontrar la
igualdad de oportunidades para competir en una elección, mejorar la calidad de
la contienda y formar buenos gobiernos eficientes y honrados y le sirvan al
pueblo y no como hoy ocurre que los procesos electorales siguen sin ser
creíbles, están marcados por el fraude, el dinero sucio, la intromisión del
gobierno y al final llegan al gobierno ladrones y déspotas.
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