domingo, 25 de septiembre de 2022

Por qué estas corcholatas.

No existen los líderes del pueblo, los hombres y mujeres con méritos, los forjadores de los movimientos sociales y sindicales? 

¿Por qué estas corcholatas?

Por Alejandro de la Torre / CRóNICA10

La izquierda electorera siempre ha sido una farsa, incluso no puede considerarse izquierda, es socialdemocracia pequeñoburguesa, antes PMS, luego PRD y hoy Morena. La elite burócrata cuando obtiene el poder público en la opción “de izquierda” se pierde moralmente y por supuesto se pierde ideológicamente, y vira a la derecha, no solo por sus posturas contrarias al discurso y a sus presuntos postulados, si no por compartir el poder con los grupos de oligarcas, con los grupos de derecha y de centro derecha como el PRI. Asi aceptan y conviven con lo más rancio del viejo regimen como las dirigencias charras del viejo corporativismo sindical, en contra del pueblo y de la clase trabajadora.

No es la excepción el lopezobradorismo. El fingido presidente jerarca de su tendencia politica de poder, destapa sus “corcholatas” y en un perverso juego abre la estadística y la encuestitis, al mismo tiempo que programa una reforma electoral de derecha en la misma tesitura de la reforma de la guardia nacional para que el ejército y los marinos merodeen las calles controlándolas. Estas gentes practican al revés lo que dijo Mateo en el capítulo 6, saludan con la mano izquierda y negocian con la mano derecha.

Ya Vladimir Lenin en “Dos Tácticas” adujo: “La burguesía, en su conjunto, está ahora por la revolución, -[Diremos hoy en Mexico “Cuata Tranfomachon”]- y prueba su celo pronunciando discursos sobre la libertad, hablando cada vez con mayor frecuencia en nombre del pueblo e incluso en nombre de la revolución. Pero todos nosotros, marxistas, sabemos por la teoría y observamos cada día y a cada hora, en el ejemplo de nuestros liberales, que la burguesía está por la revolución de una manera inconsecuente, egoísta y cobarde. La burguesía en su inmensa mayoría se volverá inevitablemente del lado de la contrarrevolución, del lado de la autocracia contra la revolución, contra el pueblo, en cuanto sean satisfechos sus intereses estrechos y egoístas, en cuanto "dé la espalda" al democratismo consecuente (¡y ya ahora le da la espalda! ). Queda "el pueblo", es decir, el proletariado y los campesinos: sólo el proletariado es capaz de ir seguro hasta el fin, pues va mucho más allá de la revolución democrática.” (Estas últimas dos palabras parece que fueron trasladadas al PRD y que Morena hoy le llama 4T).

La casta burocrática de este lopezobradorismo cree que debe gobernar por lo por lo menos en los próximos dos sexenios, perpetuándose en los cargos electorales o de gobierno. Cree que el hábito hace al monje, que por que tienes carrera politica debes seguirla, y subir de escalones como en el viejo regimen. Cree que tener el más alto cargo es el principal requisito para obtener la presidencia, siempre y cuando sea corcholata del actual. La señora búlgara lituana, Sheinbaum en su mocedad tuvo las influencias de su ex marido de padres ibéricos, que perteneció a la ORPC, de corte marxista. El origen del francés Ebrard es el PRI de Camacho y formó esa vaguedad llamada Partido del Centro Democrático en 1999. Adán Augusto viene del PRI, Monreal del PRI, Noroña del PMS, todos son lo que son, por obra y gracia del gran adalid, que desde 1988 aró el actual poder que ostenta como presidente.

Pero ¿por qué deben tener carrera política? Por qué deben ocupar más puestos, despues del que tienen? Hicieron un régimen politico para ellos, no un régimen nuevo, limpio y democrático, requerido para el pueblo.

Son parte de esta burguesía que “está ahora por la revolución”, pero que estarán en contra “en cuanto sean satisfechos sus intereses estrechos y egoístas”.

Que se desistan los precandidatos y dejen los altos cargos públicos, y que recorran el pais tres veces cada municipio y cada pueblo, como lo hizo López Obrador, si tienen un proyecto y pretenden hacer un gobierno superior al actual. Que se bañen de pueblo, que sumen voluntad popular con deseos de transformar el fondo, de generar un nuevo régimen, no uno a modo, un nuevo sistema social y politico, y económico de justicia, progreso, prosperidad e igualdad para el pueblo pobre y el pueblo trabajador, que arrastre a la gente a la organización y la participación en la toma de decisiones y no solo remplazar o sustituir al actual presidente y gobernar con lo mismo.

¿Qué no existen luchadores sociales en el pueblo, que encabecen movimientos y defensas, que tengan capacidad profesional y técnica, que sepan hacer las cosas, que los apoya la gente por ser congruentes y honestos en sus proceder? antes, hoy y siempre. Que tengan mayor mérito, consecuencia y capacidad que las corcholatas. ¿Por qué caer en este juego maniqueo, como buenos enajenados de las viejas costumbres del regimen del PRI?

¿Solo siendo diputado se puede aspirar a ser senador, y despues gobernador, o secretario de estado? Solo un regidor puede aspirar a ser diputado local o alcalde? y asi en esa hilera de alineaciones y jerarquías que se ponen por encima y en obstrucción perversa de los derechos políticos de la amplia mayoría restante a ser votado o a ser seleccionado por su trayectoria militante en el partido que tiene estatutos en letra muerta? Nepotismo, compadrazgo, jerarquías, obediencias, encuestas simuladas, dedazo, corporativismo, tutelas, son los síntomas de este remedo de régimen hibrido cutroteista, emulador de las prácticas del viejo PRI.

(Recomiendo leer a Martí Batres, hoy secretario de gobierno de la CDMX. En su relato, “CEU Cronica de una victoria”. El que lo quiera por inbox se lo envío. Cuando estuve matriculado en la UNAM conocí en carne viva esta historia, conocí a Oscar Moreno, a La Guillotina, a Ordorika, a Santos; y a Imaz que estuvo casado con Sheinbaum que en ese entonces era una pálida e inhibida jóven que no movía una hoja).

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