sábado, 17 de septiembre de 2022

Desconfianza en el Prianismo de Astiazarán

Hermosillo: Regresó el PRIAN. Astiazarán, desconfianza

Por Alejandro De la Torre Domínguez.

El Toño, único referente del PRIAN en Sonora se despeña para demostrar que fue mejor que Morena con “la Célida”, pero Hermosillo es una remolacha de ciudad.

Con más de 800 mil habitantes es un muladar. Un escollo descascajado y abrupto en términos de participación ciudadana y de autoritarismo.

El desorden vial, la inseguridad, la falta de empleo y la pobreza nos indican que no hay rumbo desde hace cinco o seis ayuntamientos.

Es una ciudad de las de más alto costo de la vida en el país, se gana los primeros lugares del índice de precios, de mucha mendicidad, con muchas calles oscuras y diversos y extensos baldíos convertidos en basureros.

Los hermosillenses sufren de una pésima policía, corrupta y arbitraria, hacen negocio con el desorden de reglas de tránsito, el caos en el centro urbano, y la falta de mantenimiento de las vialidades en señalamientos, pintura y acotamientos, del saqueo de las empresas de grúas con el corrupto departamento de tránsito.

Astiazarán a pesar de ser guaymense gana las elecciones y su primer decisión fue golpear a los jubilados, que algunos de ellos con el viejo PRI fueron privilegiados pero la amplia mayoría son ex empleados municipales con bajas pensiones y prestaciones que prácticamente para ahorrar se las quita de un plumazo.

Esto generó una fuerte protesta de los trabajadores adultos mayores que han estado a punto de tomarle el palacio municipal y hoy lo tiene clausurado al acceso libre y con fuerte vigilancia.

Astiazarán y su Jefe de Seguridad Pública Manuel Emilio Hoyos Sotelo ex director de la Policía Judicial, tienen en un vilo a los automovilistas para ejercer presión, levantando de la vía pública a sus carros que violen cualquier franja descolorida en las aceras y cobrarles de mil 500 hasta 10 mil pesos por remolque y los forzan a que paguen multas atrasadas y tambien favorecer a la empresa de Grúas Figueroa Mungarro cuyo dueño es Miguel Figueroa “El Magalito” compadre de Astiazarán que ha remolcado aproximadamente 12 mil vehículos en un año de gestión. Asi mismo pescan y levantan centenas de multas de 9 mil pesos con los retenes del alcoholímetro cada fin de semana.

Astiazarán le da los principales cargos a los grupos empoderados del PRI y del PAN, como su tesorera Flor Ayala Robles Linares y su secretario del ayuntamiento Florencio Chito Díaz Armenta.

Es un gobierno compartido que apenas deja huecos sin llenar para los prianistas. Poniendo en evidencia que el PRIAN está peor que nunca.

Su política de medios de comunicación, conlleva un gasto superior a los 30 millones de pesos en 2022, con su propia estrategia de imagen y con la manipulacion chayotera.

La ciudad revienta en decenas de lugares con los drenajes, que no permiten subsanar el deterioro de la red de desagüe y más aún con zonas populares sin atención gubernamental desde hace más de 35 años, principalmente en la periferia.

Implementan una consulta ciudadana llamada “presupuesto creces”, apoyada por el Instituto Estatal Electoral para aplicar 40 millones de pesos en 66 obras públicas, pero no puso a consideración el resto de los recursos con que cuenta Hermosillo que rebasan los 600 millones de pesos para aplicarlos a obras.

Compra a crédito de forma innovadora más de 200 patrullas de policía, cuyo precio fue de medio millón de pesos cada una, de las cuales tienen en funcionamiento a menos de la mitad, con motor eléctrico de cinco años de garantía, de fabricación China JAC modelo SUV, el problema es la carga que tiene que hacerse de una fuente poderosa de extracción de corriente solar, y son costosas reponer las baterías si estas llegan a fallar, pero demuestra que se ahorran más de 50 mil pesos mensuales de gasolina por unidad.

No existe la participación ciudadana, cuando mucho hay grupos sociales que protestan con Ignacio Peinado que se quejan de las altas tarifas eléctricas pero no del desorden y lo desgreñadas que están más de cien colonias donde vive la gente.

Las sesiones de cabildo son cerradas a los ciudadanos, tampoco entran los medios de comunicación, y existe un hegemonismo del prianismo en el poder, se transmiten en el Facebook pero no existe retroalimentación y no hay oposición en cabildo.

Hay una elite prianista privilegiada y que probablemente se lleve muchos contratos de obras públicas y de concesiones que hay que investigar, ya existe un antecedente de crítica a Astiazarán cuando en 2015 fue acusado de tráfico de influencias y peculado por un grupo de regidores de Guaymas.

Con Astiazarán “El Toño”, hay hegemonismo, no representa una nueva forma de gobernar, que requiere anteponer para encontrar las diferencias con el gobierno de Alfonso Durazo que tampoco es un lechado de virtudes de gobierno.

Astiazarán nuevamente representa el esquema priista-panista que no ha desaparecido, desapegado de la gente del pueblo, y de los mecanismos de participación popular.



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