miércoles, 10 de noviembre de 2021

Turismo débil, reproducción del aparato administrativo en Sonora

Turismo

Por Alejandro de la Torre / CRóNICA10
Fui a visitar la Ciudad de México, del 23 de octubre al primero de noviembre. Otra ocasión tendré para dar mi percepción del Estado 33 de la República Mexicana, lo percudida y lo engrillada en que está la urbe que presume la presunta izquierda de estar gobernando desde 1997.
Estuve cerca del dormitorio del actual Presidente de la República y a unas cuadras del dormitorio donde falleció Benito Juárez en 1876 en Palacio Nacional.
La capital de México y su entorno gigantesco siguen siendo asombrosos para mis sentidos. A lo lejos veo al Popo y al Izta, el parque nacional que los rodea, es un lugar de ensueño por su bosque y clima. También los edificios del siglo 16 al siglo 19 en el centro histórico, son impactantes, hermosos, con numerosos museos y avenidas de película, un lugar de impresión y lujo para el turista.
Esto lo menciono porque es el lugar de mayor turismo del país. No alcanzan los ojos para admirar y contemplar, los pies para andar, los días para turistear.
Por eso cuando comparamos el turismo podemos meternos a otras dimensiones. Esta dimensión no cuadra con el turismo de Sonora, y ese es el fondo de estos comentarios.
Turismo débil.
Sonora no es un lugar de visita para los mismos sonorenses. Sonora ha sido una región donde sus habitantes sufren la violencia y la pobreza.
Para poder atraer al gringo, se requiere hacer ciudades sonorenses tranquilas y visitables, y el gobernador Durazo ex encargado nacional de la seguridad, no ha logrado esto desde que inició la administración federal de López Obrador.
80 homicidios en Ciudad Obregón en el mes de octubre y otros diez más en lo que va de noviembre no es un factor para promover el turismo. El desparpajo no se cura con buenas intenciones para visitar el Pinacate, Rocky Point, Baviacora o Aconchi. Cajeme no es visitable si a esas vamos.
La ex alcaldesa Célida López Cardenas se deja querer en una rueda de prensa con el gobernador Durazo y pretende justificar su cargo como comisionada de turismo ante el Secretario de Turismo a nivel federal Miguel Torruco. Según sus intenciones y las de Edgar Sallard su empleado cuando fue alcaldesa ya le tocaba, porque nunca la habían invitado.
Pero sucede algo. Hay tres filtros de ocho guaruras para llegar a tal rueda de prensa en el Salón Gobernadores de Palacio de Gobierno, no cualquier medio o reportero puede ingresar, debe acreditarse y pasar la barrera. El encargado Sallard es nefasto. Su hermano el ex periodista de la época de Beltrones, Ramón Alfonso Sallard López, podría revolcarse en el suelo ante tanta actitud facciosa del flamante designado para el Sistema Estatal de Comunicación. Degradante, ya que incluso este ex funcionario padrecista, censura y elige quién pregunta y quién no puede preguntarle al gobernador. Qué pena.
Pero volvamos. El turismo no es el fuerte de Sonora, por estas dos razones: la pobreza y la violencia. De la primera, tiene mucho que ver la situación de las etnias yaqui y mayo con altos índices de marginación y deterioro de su cultura, y es como vemos y escuchamos al gobernador Durazo que le pide en vivo y en directo, a un pueblo yaqui que se ponga a trabajar con métodos agrícolas organizados. Como que este desplante del morenista, no entiende lo que ha pasado con los yaquis en los últimos 70 años y como los han tratado los gobiernos del PRI y PAN, y todavía no se ubica con respecto a los yaquis que siguen desaparecidos de Loma de Bácum y de la forma como penetra el tráfico del cristal en sus comunidades.
El turismo no es viable ante el incumplimiento de la garantía constitucional del libre tránsito, que se presenta con la grosería del gobierno de Durazo, ya que acuerdan los ciudadanos dejar la toma de casetas, pero increíblemente obsesionado Durazo no ordena el libre paso a los sonorenses exigiendo requisitos exagerados para que los ciudadanos no se les cobre el pago de casetas con un supuesto chip. Debe entender el ex secretario de seguridad ciudadana que tiene buenas relaciones con la Guardia Nacional, que no existen vías alternas en Sonora para librar el cobro de casetas.
Recortar
lo superfluo.
Desde la óptica general de las funciones del Estado, debería ante la situación de deterioro de los recursos públicos de Sonora, eliminar áreas tan derrochadoras como ésta cuestión de la promoción del turismo, que ha sido fuente para robarse el presupuesto y hacer negocios al amparo del poder público.
De la misma forma debió de eliminarse esta corrupta e inservible Fiscalía Anticorrupción que se lleva anualmente más de 200 millones de pesos para no cazar ningún pez flaco o gordo de la corrupción y que el Congreso aprobó continuar con nuevo titular, en la sesión del martes 9 de noviembre, así como la Fiscalía de Delitos Electorales Estatal.
Con esto ningún augurio nos deja que vaya a cambiar la Fiscalía de Justicia del Estado, que es una de las más responsables de no fomentar el turismo, al no impartir con capacidad la justicia y no lograr esclarecer tanta delincuencia, cuya efectividad lograría la tranquilidad y paz, pero no.
Estas poses del gobierno duracista cuatroteísta, tiene como primer resultado la reproducción de una administración estatal inservible y gastadora del pasado y debió de rediseñarse el aparato público para centrarse en cinco áreas básicas, recortando un gasto enorme que se lo han robado a manos llenas las administraciones PyP (Padrés y Pavlovich).
Estas cinco áreas serían las básicas:
1.- Gobernabilidad y Seguridad. 2.- Obra Pública. 3.- Hacienda. 4.- Desarrollo Social y Salud. 5.- Educación. Todas las demás deberían ser eliminadas, todo el resto de dependencias, fideicomisos, fondos y organismos lo único para lo que sirven es para ser borrados del organigrama. Una restructuración así, conllevaría no el ahorro de 4 mil millones de pesos como dice Durazo que va a obtener, si no 10 mil millones de pesos.

Reforma al poder judicial.
Pero el fondo del gobierno de Durazo y de toda la gama de 200 funcionarios que se van a chupar más de 300 mil millones de pesos de presupuesto, durante 6 años, con sueldos y viáticos de 100 mil pesos y 20 mil pesos mensuales respectivamente para cada uno, debe cumplir su mayor y más importante misión, y la está evadiendo, esto es, reformar o transformar al viejo régimen político corrupto, y en sustancia la reforma al poder judicial de Sonora, esto debería ser el fondo y si no existe el propósito de debatir dicha reforma, tan siquiera que respondan porqué.
Hoy volví a entregar al Supremo Tribunal de Justicia del Estado titular Rafael Acuña Griego; al Congreso del Estado, titular Jacob Mendoza Ruíz; y al gobernador Alfonso Durazo, el texto ampliado que contiene 10 cuartillas, de la propuesta de reforma para modificar su Ley 181 que es su Ley orgánica, pero solo sellan y parece que no hay reacción después de dos meses de gobierno. A cambio proponen reformitas cosméticas los diputados y ratifican o designan en áreas superfluas a funcionarios.
Mientras tanto en la Ciudad de México se apresa al corrupto corruptor Emilio Lozoya al que le habían prometido protegerlo si delataba a peces gordos del fraude de Odebretch y Nieto salió abuelo, zar anticorrupción, que celebró una boda en Guatemala con invitados de integrantes de tribunales, gobernadores, altos funcionarios y consejeros del INE, renunció al cargo dejando en el desfiladero el apotegma del que hace uso para fundamentar su gestión el presidente Andrés Manuel: El combate a la corrupción. Precepto que no sabemos en qué área geométrico quedó con la dimisión de Santiago.


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