La importancia del pensamiento matemático
Por Alejandro de la Torre D.
Aristóteles
no se conformó con el análisis de la realidad, para ello planteó suposiciones metafísicas,
o sea aquello que no descubre la ciencia de la física, sino el buscar causas y
efectos relacionados por encima del ser que pueden explicar los fenómenos fuera
del alcance percepcional.
La
física inició pues en la Grecia clásica, y remontó todavía más para entender causas
por encima de la lógica de la ciencia.
Las
matemáticas esa materia tan difícil para la niñez que perturba la comprensión
escolar, con los más bajos niveles de aprendizaje en la población escolar
mexicana en toda su historia educativa, también es el gran quebradero de cabeza
en la mentalidad de los que ejercen los cargos públicos de poder.
Los
que han ejercido los cargos de poder, su pensamiento es todo, menos matemático.
Los que han abusado del poder han actuado con mentalidades tan alejadas de la lógica
matemática como el planeta Plutón. Tal vez ahí radica que su actuación ha sido
en torno a la corrupción, porque no piensan con la operación natural
matemática, porque si así lo hubieran hecho no hubieran sido corruptos.
Después
de René Descartes la concepción del mundo cambió radicalmente, fue la época del
pensamiento plano, la tierra en el siglo 16 también se concebía plana, y el
dominio religioso sobre el pensamiento fue plano, no se pensaba en dos
direcciones, la cifra positiva y la cifra negativa, mucho menos en cuatro
coordenadas, y más alejado todavía pensar dimensionalmente.
En
el bachillerato tuve la grata sensación de descubrir el Cálculo Diferencial e
Integral, -derivadas e integrales- con la enseñanza del maestro Victoriano
García Angüis. La base del análisis matemático es desdoblar o descifrar con determinadas
variables con las que solo se cuentan, la obtención de cantidades y resultados,
a esto se llama –derivar– el sentido contrario es –integar–, en uno tienes el
resultado, y en el otro, tienes las variables y obtienes la solución.
Los
detentadores del poder hegemónico en México tuvieron y tienen todavía un pensamiento
precartesiano, superfluo, lineal, plano, por eso han sido tan corruptos como primitivos,
de corte medieval, egresados de la rústica carrera de derecho, nunca egresados
de las ciencias exactas o naturales donde la lógica matemática sea la base del
pensamiento.
La
vida diaria requiere el pensamiento matemático así como la materia prima para
hacer un caldo de frijoles. Para echar a andar una máquina, para resolver una
distancia o volumen, para edificar o para fabricar.
Si
andamos con el pensamiento superficial nunca la tecnología nos alcanzará tan
solo pelaremos papas, maquilaremos circuitos y solo ganaremos medallas de
bronce.
Es
urgente romper la mentalidad infantil de no saber usar el pensamiento y la lógica
de la matemática instintiva, operativa, intelecta. Si no es así solo nos
dedicaremos a formar capos y sicarios.
Un
infante de 5 a 12 años de edad si la escuela no lo hace pensar con las
matemáticas, la sociedad estará destinada al fracaso, a la derrota, a la
corrupción.
Para
pensar, debe existir práctica, lógica interactiva, de resolver problemas, intercambiar,
de formular hipótesis, de dudar, investigar, deducir, de comportarse como
racionalmente humanos. Nuestro cerebro tiene una área específica que se ha
especializado para el cálculo matemático, no es una área inventada, es de
siglos atrás como el área de la memoria, del lenguaje o del movimiento, si no
se usa se atrofia.
La
escuela práctica, la enseñanza de experimentación, la que exige el análisis y
el razonamiento matemático se ha detenido. Ha sido un rotundo fracaso
encerrarse detrás de un monitor, la educación se ha deteriorado tanto como la
honorabilidad de los que ostentan cargos de poder público.
La
educación se ha retardado tanto que si ya lamentábamos el frágil nivel
académico antes del covid, de la enseñanza de la matemática, el álgebra, la geometría,
el cálculo, la física, la química, tal vez lamentemos aún más este retroceso
cuando nos demos cuenta que los adolescentes hoy niños sean unos inútiles.
Agachados
y ahora inútiles, vaya país.
La
honestidad pública está vinculada a usar el pensamiento matemático.
Pongámosle
una prueba a los que quieren ocupar un puesto de diputados, alcaldes, o
directores de alguna dependencia pública.
Si
no saben sacar una operación algebraica de segundo grado, si no saben aplicar
el teorema de Pitágoras o la derivada de una sumatoria, no sean admitidos en alguna
candidatura.
Pero
probemos algo más sencillo, de todos los actuales diputados electos o los
propuestos para el gabinete del gobierno de Alfonso Durazo, démosles los datos
de un triángulo, y si no logran calcular correctamente el área, que renuncien.
Tengamos
la esperanza que haya una transformación matemática, es el único camino a
nuestros problemas.
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