viernes, 3 de enero de 2020

La marea mariscalista en la Quintana Roo

La Quintana Roo, los intereses y el Estadio.
Por Alejandro de la Torre D.
Como en todos los casos en la historia de la arbitrariedad gubernamental, los ciudadanos de a pie siempre están de por medio cuando se quieren imponer los intereses creados y hoy con el actual gobierno municipal traidor no puede ser la excepción.
Se le ha atravesado a un grupúsculo majadero que tiene puestos públicos en el actual ayuntamiento mariscalista que sus arbitrariedades pueden imponerse a la gente que padece al mal gobierno y la falta de desarrollo y en un desplante de autoritarismo al más rancio estilo priísta, usa más de 40 cubetas de pintura rojiza para burlarse de los cajemenses.
Galindo el vicepresidente municipal, -muy cuate de "la primera dama"- y un petite comité creen que pueden pisotear a la gente y salirse con la suya en un atrabiliaria medida que perjudicaría a más de 2 mil vecinos de la calle Quintana Roo, una avenida pavimentada en 2013 por el compadre de la gobernadora y sobrino de Beltrones, ex alcalde Rogelio Díaz Brown, que dicho sea de paso no oculta ser el jefazo del traidor de Mariscal.
El Estadio de los 100 años que gestionó Beltrones.
La Avenida Quintana Roo corre de norte a sur y de sur a norte, abarca más de 10 kilómetros, desde la Avenida Rodolfo Elías Calles hasta más allá del nuevo Estadio de Beisbol, construído con cerca de 300 millones de pesos y adicionando la pavimentación con concreto hidráhulico de las calles de su entorno que rebasó la aplicación de otros 200 millones de pesos, recursos gestionados por los ex diputados Faustino Félix y Fabio Beltrones.
Este estadio se entregó en Comodato hace tres años en un Convenio ratificado por el actual alcalde Sergio Mariscal que fue director de desarrollo económico en el trienio priísta de Díaz Brown de 2012 a 2015, en sus cláusulas establece que los usufructurarios del inmueble (Club de Beisbol Yaquis, S.A.) pagarían anualmente 3 millones de pesos como una participación económica para el Ayuntamiento de Cajeme, dinero que no han liquidado desde que firmaron el acuerdo, y que haciendo cuentas dentro de 100 años le reintegrarían al municipio de Cajeme -autentico propietario- el beneficio de tener un Estadio de primer mundo para el besibol comercial.
Mucho se revisó hace cuatro años, a quién beneficiaría el usufructo directo e indirecto que obtendrían los propietarios de los terrenos aledaños al Estadio, que se dijo eran y se dice son, prestanombres de los potentados locales, entre ellos Beltrones, Díaz Brown,  Faustino y otros caciques que han planeado hacer fraccionamientos urbanos y centros comerciales.
De esto se deduce que lograr una vía de circulación a estas áreas es prioritario para el crecimiento de la zona y la pavimentación de la Quintana Roo estuvo entre sus planes.
También se criticó que la gente del pueblo no asistiría al espectáculo como lo hizo durante 30 años en el viejo estadio Tomás Oroz Gaytán y que si hubiera habido voluntad para hacer crecer la economía del sur del municipio el plan debió trazarse para haberse construído en el área de la Avenida Manuel J. Cloutier, (calle 400), al sur de la Ciudad beneficiando a sus alrededores.
La Calle Quintana Roo, el pequeño comercio y los vecinos.
La medida de hacer una vía de circulación rápida, conlleva una inversión de 6 millones de pesos del Ayuntamiento, pero no se planea reconstruír la calle desde la Avenida Guerrero a la Calle 200 que está destruída en asfalto en cuatro bocacalles y tiene más de 40 grandes baches en 6 cuadras, lo que haría practicamente imposible hacerla vía rápida.
Los moradores de ese tramo son gente de clase media baja y se han instalado decenas de pequeños comercios que ha generado ingreso por lo que la molestia es generalizada y a pesar de ello los planes autoritarios siguen en lo mismo.
Igualmente de la calle Morelos a la calle Nogales al final del emboque con la avenida que va para el Estadio, existen casas habitación y fraccionamientos populares, donde transitar por sus banquetas y cruzar diariamente se vuelve inevitable, lo que generaría un abierto riesgo para las personas y menores de edad que viven en el área, así mismo ha habido pequeños negocios que han logrado ingresos para la gente y que sería perjudicados ante practiacamente una autopista.
La gente ha gritado en las ultimas manifestaciones opositoras a la medida: "No a la Autopista, No a la Autopista!!", y prácticamente en eso se va a convertir, en una autopista de carreras al elevar la velocidad los automoviles al no existir una vía alterna por que la Calle California corre de Sur a Norte en un solo sentido.
La medida contiene un doble perverso propóstio improcedente y contradictorio por que se ejemplifica que la ciudad cuenta con los supuestos ejes viales de las calles Tabasco y Cohauila que tienen más de 20 años en operación y que no son tales, por que cada una cuenta con más de 10 semáforos cada una y constantes Altos, pero que no tienen franja  roja y son tres metros más angostas que la calle Quintana Roo, que tiene tres carriles actualmente y no dos como dice la autoridad.
Todos estos datos nos indican que la medida no se hizo con un estudio técnico real y que tiene un propósito perverso: generar inquietud y malestar para perjudicar la marca, esto es la marca Morena, que es el partido político que ganó la elección por el Ayuntamiento de Cajeme en julio de 2018, pero que lo gobierna un alcalde que no ha dejado de ser priísta y que obedece al proyecto priísta para perjudicar a Morena, es el doble propósito del padrinazgo Díaz Brown- Faustino Félix que obedece fielmente el actual alcalde y sus principales funcionarios: Galindo, Benítez, Cano Castro y otros de menor rango.
Pero quién tiene la última palabra es la ciudadanía y la gente del pueblo de la calle Quintana Roo y sus calles contigüas, que está dispuesta a cambiar la malevosidad que está detrás y que tal vez también tiene el propósito de nunca tapar los baches que se cuentan por más de un millón en toda la ciudad, y que ya vimos que el titular de la dependencia ha renunciado a la Secretaría de Imagen Urbana, el Doctor Ovidio Villaseñor, uno más que deja el barco mariscalista en un acto de congruencia para no obedecer ordenes del obtuso Juan Carlos Galindo que sería su jefe.
Las cosas se pondrán interesantes y se desestabiliza como nunca el neopriísta Mariscal, tal vez veamos su tambaleo por la marea provocada por sus torpes y equivocadas decisiones.

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