Anita
Ana María López Rodríguez, mujer hecha mujer
en la extensión del concepto.
Por Alejandro de la Torre
El Machi López fue un hermano del
pueblo trabajador, no fue cualquier personaje más, arengaba su hija.
Tapamos en noviembre de 2007 el
crucero de las calles 5 de febrero y No reelección en el mercado municipal,
exigiendo la libertad de Juan Murguía Franco líder del Barzón detenido en el
Cereso de Cd. Obregón, que a la postre fue absuelto de las acusaciones del
poder de los bancos que tenían secuestrada la posesión de miles de casas de
Infonavit en Cajeme. La hija del Machi, tomó el micrófono y enfrentó al
gobierno de Bours y Villanueva.
La hija del Machi López demostró en
la práctica quién fue el Machi López, y ella misma hizo su propio liderazgo que
debe ser reconocido con creces.
La hija del Machi López fue prima
hermana de Adalberto Rosas López, y sobrina de Bernabé Arana León, algo que
puede hacerse notar por el tejido familiar.
En 1975 la invasión campesina de
tierras, fue liderada por esta gran mujer de 30 años de edad en ese momento,
que a la postre resultó en el reparto agrario debido a la lucha no a la
concesión a la buena de Echeverría, si no hubiera existido la injusticia social
y el acaparamiento de las mas de 180 mil hectáreas en menos de 200
terratenientes nunca hubiera estallado el movimiento agrario.
La hija del Machi López, académica,
investigadora social, luchadora popular en las últimas décadas, entregada a la
mejor causa de la revolución, mujer indoblable y con profundidad ideológica.
Anita.
Encabezó luchas como las de los
ejidatarios de San Salvador Atenco en el Estado de México, y decenas de luchas sindicales
con los trabajadores académicos de la Universidad Autónoma de Chapingo.
Casada con Carlo Ferra Martínez gran sociólogo
y agroecólogo, también de la UACH, con los procreó tres hijos, no se arredraba
con cualquier solidaridad con luchas populares y democráticas.
Sus hermanos Mabi, Octavio y Eva, también forjaron una conciencia social como descendientes de Maximiliano
R. López asesinado en 1953 por huestes del oficialismo gubernamental.
Anita fue la que observó en el filo
de la puerta de la calle Coahuila entre Niños Héroes y 6 de abril, a la edad de
8 años, como le dieron tres tiros de pistola, al líder agrario querido por
miles de campesinos desde los años 30.
Ana María López junto a Fausto León
Uriarte, Ramiro Castelo Delgadillo y otros héroes, tomaron el block 417, para
iniciar el gran movimiento por demanda de tierras que en ese momento tenían acaparadas
igual que el agua de riego, algunos terratenientes que superaban de las 500 a
las 10 mil hectáreas propietarias de una misma familia o una misma persona.
Cada 26 de noviembre Anita viene
desde Chapingo a honrar la memoria de su padre, en su propia tumba, enuncia
emocionante mensaje y aprovecha también para empaparse de la situación social
del pueblo de Cajeme y de Sonora, ligándolo con las luchas sociales y marxistas
en todo el país.
Anita no es una mujer general, no se
ha caracterizado como una feminista en particular, su profundidad va más allá, caracterizándose
como una mujer sin distingos, que su templanza rebasa las luchas feministas
contra lo masculino, insertándolas en las luchas por la emancipación de la
clase trabajadora, luchas populares y obreras por el socialismo.
Es una mujer de identidad obrera y
popular una característica que no se encuentra en cualquier lugar y persona.
Recuerdo al extinto y otro grande, Rodolfo
Rodríguez “El Chichí” Meléndrez que lamentablemente dejó de estar con nosotros,
cuando platicábamos con Anita López, pidiéndome hacerle un homenaje hace 9 años
en la propia casa de Anita cuando debatíamos la situación política del país en
la mesa de su casa. No tuve condiciones para impulsarlo.
La capacidad intelectual y entrega a
la práctica de Ana María López por una revolución socialista para México la
concibe como una mujer que impone su altitud.
Honor y veneración inmensa a Anita y a su trayectoria indoblable de lucha y compromiso.
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