Retóricos, invencibles por los demagogos.
Retórica adversus demagogia.
Por Alejandro de la Torre.
Los comúnmente conocidos como políticos no lo son. Son en realidad demagogos. Porque política es servir, no es servirse, viene de polis, asuntos de los ciudadanos. Política no es mentir, no es manipular, no es robar, no es malgobernar.
El
concepto y acto fascinante es la Retórica. Lo más atractivo es practicarla. Aristóteles
la vio tambien en su desenlace como práctica. Y la práctica es la praxis: fusión
de entendimiento teórico y acción.
Aristóteles
la concibe en cuatro partes a la retórica, contraria a la demagogia: invención,
disposición, elocución y acción.
Demagogia
es la mal entendida “política”. Los que se conocen como políticos deforman al
concepto y se encuadran en realidad en ser demagogos, hacen demagogia.
El
filósofo griego más connotado dice: Demagogia, es la forma de gobierno que
deriva de la degradación y corrupción de la democracia.
Aristóteles
sostenía que cuando en los gobiernos populares la ley es subordinada al
capricho de los muchos, definidos por él como los "pobres", surgen
los demagogos que halagan a los ciudadanos, dan máxima importancia a sus
sentimientos y orientan la acción política en función de los mismos.
Esto lo hizo el PRI y sus Priistas, todo el siglo 20, son los padres demagogos, y lo hicieron los prianistas y hoy lo hacen los moreprianistas, y tergiversan que lo que hacen es Política, pero en realidad no la hacen, lo que hacen es demagogia.
No
son políticos, está mal aplicado el significado. Debieron designarse como
demagogos no como políticos, tambien es aplicable en la actualidad. Y si no son
políticos sino demagogos, entonces de aquí en adelante, debemos dirigirnos a
ellos y ellas, como demagogos no como políticos. El más reconocido filósofo de
la Grecia clásica, Aristóteles, regresó por sus fueros después de 2 mil 400
años en que daba sus enseñanzas.
En
cambio la Retórica es fascinante, es lo adverso. “Es la disciplina que, a
través de las herramientas del lenguaje, busca armar discursos y locuciones con
la suficiente fuerza para que fines como la comunicación y la persuasión sean
lo más efectivos posibles”.
La
Retórica es el arte de la palabra, del convencer con ideas: inventio, dispositio,
elocutio y actio. Método del escrito, Organización de las ideas, Belleza y
estilo para escribirlo o decirlo y la acción o la concreción de estas ideas.
Los
retóricos eran la moral, la razón, el convencimiento con lo correcto, con lo
procedente, con lo que le conviene al pueblo, los verdaderos forjadores de las
ideas y de la verdad.
Los
retóricos son los que concretan la praxis, son los portadores de la praxis, de
las ideas hechas práctica.
En
cambio los demagogos, son la manipulación, la política deforme, la degradación de
la democracia, el control de las mentes de las masas para conseguir objetivos
de una élite o de una autocracia o un régimen corrupto manipulador, no democrático,
no popular.
Sócrates
alude a la praxis como la unidad de teoría y práctica; acto crítico por el cual
la práctica se demuestra racional y necesaria, y la teoría realista y racional;
considerada una cierta posición teórica, se requiere organizar el elemento
práctico indispensable para su puesta en práctica.
Sócrates
fue marxista sin saberlo. O Marx fue Socratiano evidentemente.
La
palabra escrita no es praxis, pero la praxis genera más insumo para el
fundamento de la palabra y su convencimiento. La palabra sin praxis no
convence, la praxis es teoría y práctica social fundidas. La praxis marxista
toma la idea revolucionaria y la convierte en práctica revolucionaria. La
palabra bajo esta connotación, es revolucionaria siempre y cuando, sea una conclusión
de la interpretación de esa práctica. Las contradicciones de los proyectos de
sociedad de las clases sociales en los hechos demagogos, nos dan los elementos cognoscitivos
para llegar a la práctica en defensa o en contra de los intereses de una clase
social determinada utilizando la palabra escrita, La palabra escrita es la
parte básica de la transmisión de la palabra, aunque con la tecnología del
internet, de inmediato puede transmitirse la idea verbal instantáneamente.
Utilizando la retórica en sus cuatro fases, puede transmitirse la comunicación de
sus ideas convincentes con la audio transmisión con imagen en cuestión de dos o
tres segundos.
La
demagogia fue la primera en utilizar de forma masiva los dispositivos de comunicación
inteligente llamados celulares con el internet. Pero la retórica aplicada le
gana la batalla siempre irremediablemente en la confrontación de ideas a esa
demagogia, es cuestión de saberla utilizar.
Vivan
los retóricos salvadores de la verdad y la convicción.
Mueran
los demagogos.
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