lunes, 10 de enero de 2022

Cossío Villegas el forjador del siglo XX mexicano

 Daniel Cosío Villegas, el hito mexicano del siglo XX

Comprender al sistema

Por Alejandro de la Torre D.

En la Facultad de Ciencias Políticas cayeron las tardes de los 80s intentando compenetrarme de centenas de libros, estresándome con la vista extraviada fuera de los ventanales hacia los estragos del smog, mi falta de alimento y dinero para comprar zapatos.

La Democracia en México, La Revolución interrumpida, El Partido de la revolución institucionalizada, El Ogro filantrópico, La Formación del poder político en México, La Revolución que vino del norte, obras de mexicanos; y los libros de Max Weber, Wright Mills, Duverger, Poulantzas, etcétera.

Ahí estaban en los estantes de la biblioteca, los libros de Daniel Cosío Villegas, relucientes, recién adquiridos, apetecibles de tiempo, de espera, de revisión. Les di pequeñas vueltas, breves lecturas parciales y volvían a su lugar.

Antes lo leí en Excélsior entre escritos de García Cantú, Berdejo, García Soler, yo contaba con escasos 13 años de edad.

Al revisar su libro, -Memorias-, Daniel Cosío Villegas nos enseña que es un crisol de magnanimidad, humildad, constancia y criterio sociológico. Es la esencia intelectual mexicana sin temor a equivocarme. Sus aportaciones no son las que transformaron, son las que edificaron. Fue una constancia de gota de agua que partió rocas. Fue el liderazgo en la creación de historiadores y el análisis económico.

Sus edificaciones ineludibles, gigantescas, y al mismo tiempo su modestia es digna de ser encumbrada. Primer asesor de la Secretaria de Relaciones Exteriores antes de y en el cardenismo. Protagonista de la etapa crítica de la situación económica mundial previa a la segunda guerra, postgraduado en las universidades de EU, GB y Francia, cuando el perfil de estas era Keynes y no el neoliberalismo.

Revisor de la doctrina Estrada en materia de política exterior, de las orientaciones de la autonomía del Banco de México al fundarlo Manuel Gómez Morín. Iniciador de la solicitud ante el presidente Lázaro Cárdenas para aceptar a los exiliados españoles en México. Sustituto de catedra de Vicente Lombardo Toledano. Colega de Alfonso Reyes aunque menor 10 años, juntos idearon a El Colegio de México, esa institución que ha dado frutos en Historia, Economía, Sociología, al perfil de la investigación nacional.



Creador del Fondo de Cultura Económica lo dirigió en primera etapa de 1934 a 1948, que hoy se recupera poco a poco.

Su fortaleza intelectual se eleva más con su tetralogía en el sexenio de Luis Echeverría: El Sistema Político Mexicano, El estilo de gobernar y La sucesión presidencial, uno y dos.

Una energía juvenil a sus siete décadas de edad envidia de los más reconocidos periodistas al ser acometido por el dictador presidencial veinte años menor de edad, que no le gustaba lo que escribía en el Diario dirigido por Julio Scherer que a la postre fue sofocado. Los relatos de Cosío en sus últimos dos Tramos de sus Memorias son el icono y las guías de la literatura política en decenas de sucesores para criticar al régimen presidencial intolerante posterior a Echeverría.

Hoy que el sistema presidencial se ha modificado pero que no ha muerto con el actual sexenio de Andrés Manuel López Obrador, se requiere revisar a Cosío Villegas que no hizo sus estudios a partir de ocurrencias si no de tesis fundadas.

El régimen presidencial prevaleció con toda su cauda de autoritarismo, corrupción, hegemonismo, antidemocracia, desde De la Madrid Hurtado a Peña Nieto, pasando por dos sexenios panistas, demacrables, Fox y Calderón.

Así también hubiera gobernado Donaldo Colosio, pero lo balacearon. Tanto con Colosio como con Fox, el actual gobernador de Sonora Alfonso Durazo, arrastra esta cultura neo priista presidencialista, que no puede ocultar: ritos y acomodos, discrecionalidad y obediencia a la jerarquía.

Daniel Cosío Villegas con su examinación, su método deductivo que no lo fundamentó en marxismo o estructuralismo, hizo a la Economía una disciplina profesional para las instituciones del país, a la Historia de México una materia de investigación sin precedentes ni subsecuentes. A la academia y al periodismo los volvió ejercicios de perspicacia inigualables que generó el camino a seguir entre siglos sin hacer aspavientos ni zozobras. Solo el trabajo del pensador.

Cosío Villegas, es México.

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