2022, supuesto presupuesto impuesto
Por Alejandro de la Torre D.
Durante
90 años, antes de este vigésimo primer año del vigésimo primer siglo, hemos sido
sometidos los contribuyentes a la confección del gasto público nacional por los
ostentadores de cargos, electos por la misma gente que no participa en esta, la
decisión pública más importante.
Nunca
la gente ha diseñado este gasto a nivel nacional que supera los 6.2 billones de
pesos, o para que lo entiendan las y los lectores, 6 veces la cantidad de 999
mil 999 millones 999 mil pesos. Siempre lo han sometido tanto el presidente como
500 levantadedos, llamados diputados.
A
pesar de que existe una Ley de Participación Ciudadana para armar presupuestos
públicos, sigue siendo letra muerta.
En
este fin de año, no fue la excepción. Es como si un padre autócrata decidiera él
sólo, dónde, cuándo y en qué gastar el ingreso familiar, sean necedades o
necesidades. No importa, el patriarcal autoritario decide esto, aunque diga que
es por el bien de toda la familia.
Así
ha pasado la historia sin fuerza que lo impida. La ciudadanía y la renta
nacional aportan mediante impuestos todo este dinero, mediante la explotación del
trabajo de los trabajadores, y un puñado de gobernantes dictados por una
persona lo imponen sin remedio.
A
esto le llaman “Democracia”.
En
nuestro Estado libre y soberano, Sonora, pasa lo mismo, los ropajes son
copiados sin distingos. El presupuesto estatal alcanza los 70 mil millones de
pesos que proporcionalmente es el 0.75 por ciento del presupuesto federal,
aunque solo se incluya dentro de este aproximadamente el 0.6 por ciento. Esto
significa que al Estado de Sonora le reparten el 0.6 por ciento del presupuesto
nacional. A el municipio de Hermosillo le tocaría el 0.07 por ciento y a Cajeme
el 0.05 por ciento.
Con
estos datos, ya podemos entender por qué los municipios no tenemos dinero, sin
menoscabo de que más de la mitad de este pírrico porcentaje se destina a pagar
nómina y gasto corriente.
Bueno,
¿de donde sale el dinero que presupuesta a gastar el gobierno federal, estos
6.3 billones de pesos para 2022? Pues se genera de los impuestos. Y estos
impuestos se aportan por los trabajadores que trabajan en empresas, o por su
cuenta, en ISR, IVA, IEPS, ISPT, etc. Además de depósitos en bancos por
concepto de venta de petróleo, de depósitos que gastan los turistas, de
depósitos por divisas en empresas de envíos de dinero en dólares, de impuestos
por comercio exterior, patentes, explotaciones y concesiones y otros.
Toda
esa actividad que aporta dinero al gobierno, se mueve en las carreteras, en las
vía férreas, en la travesía de barcos que atracan en los puertos, en la vía
aérea.
Y
gran parte de la actividad que genera los impuestos, se hace en las ciudades.
En las ciudades están los parques industriales, los centros comerciales, las
zonas de vivienda obrera y trabajadora. O sea para concretar y para entender
que la actividad económica, que paga los impuestos, necesita de las calles
urbanas, de las avenidas citadinas, para circular, para trabajar, para
comerciar, para trasladarse. Ahí se generan los impuestos que gasta el gobierno
federal.
Este
gobierno federal, no gasta en hacer calles urbanas, mucho menos en tapar
baches. Este gobierno federal se hace de la vista gorda, cuando los que pagan
impuestos, y mueven la economía, sufren por sus calles destruidas por las que
transitan todos los días. Todos los días caen en baches, en hoyancos, en
escoriaciones y avenidas destruidas. El gobierno federal, se hace de la vista
gorda.
Así
pasa lo mismo con el salario de los trabajadores. Son los que aportan el
trabajo para generar la ganancia de las empresas para que se incremente el pago
de impuestos, para que se incremente el gasto público federal. Son los primeros
que deben obtener un mayor ingreso para que la economía florezca, crezca,
aumente el dinero para hacer obras y servicios.
Esta
pequeñez de la lógica del poder, tiene a México hundido.
Esta
lógica de no incluir a la gente para participar en la elaboración del
presupuesto público para el gasto público del gobierno, que debe hacer calles
transitables para que mejore la actividad productiva, comercial y laboral, es
lo que hace que entendamos que en México, es pura mentira la cuarta
transformación, porque se sienta en el mismo esquema del pasado, viejo y
corrupto régimen, y nos dicen que todo va bien. No es cierto.
Nuestra
economía no crece, las calles están destruidas, no se logra la seguridad
pública, no hay mejora salarial y los precios de los productos básicos se
disparan y unos cuantos toman las decisiones. Antes vestidos de tricolor, luego
azulados y ahora vestidos de morado. Las cosas siguen igual o peor.
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