jueves, 14 de mayo de 2020

Los Baches de mi vida. Gato por liebre de Galindo

Gato por liebre al tapar hoyancos
Bacheo y vialidad, agravados por negocios chuecos de Galindo y Mariscal
Por Alejandro de la Torre D./CRóNICA10

Los 9 millones de metros cuadrados de vialidades con carpeta asfáltica y de concreto en Cajeme, han sufrido durante trienios la insuficiencia, pero también la deficiencia de sus funcionarios y las trácalas de las administraciones que van y vienen, pero siguen las tres cuartas partes destrozadas o con un mantenimiento de burla.
Un metro cuadrado de bacheo ha salido carísimo para los contribuyentes cajemenses, porque los mismos hoyancos se tapan y se vuelven a destapar cada año por los materiales mediocres que se utilizan.
No solo se sufren los desvíos de recursos y los autonegocios de sus funcionarios si no la aplicación de mezclas fraudulentas que se sobrefacturan como sucede con el actual secretario de desarrollo urbano José Carlos Galindo Gutiérrez que compra cada metro cúbico de asfalto a un sobreprecio de hasta tres veces del precio que se compraba incluso hasta antes de marzo de 2019.
El material debe tener control de calidad y “desde hace tres administraciones municipales no existe la valuación de laboratorio de los rellenos que se utilizan por lo que el material que se echa, son mezclas que nos venden gato por liebre”, comenta un especialista en bacheo, Martín Vásquez Fierro.
Toda la actual mezcla utilizada por Mariscal y su jefe Galindo, (digo, al revés) es elaborada de forma rudimentaria por una empresa Contratista de Obra de Oomapasc, llamada Kfelbel Construcciones S.A. de C.V. manejada por el señor Carlos Félix y su hijo, Jesús Francisco Félix Anaya, sobrino de la ex titular de Desarrollo Urbano en el trienio 2003-2006, Margarita Anaya, también contratista de Galindo y de Sergio Anaya Mexía de Infocajeme, publicista del gobierno municipal.
La mezcla se hace con un líquido espeso de color negro, polimérico, vaciado por pipas de 12 mil litros que, al calentarse al fuego, se diluye y lo revuelven usando trascabo, con arena y grava cuyo costo no rebasa los 300 pesos el metro cúbico. Ya tienen desde diciembre revolviéndola en terrenos de Dabdoub por la calle Rodolfo Elías Calles y Tlaxcala que le venden también al ayuntamiento de Hermosillo.
Este material ya mezclado y seco, es el que facturan en más de 6 mil pesos el metro cúbico y alcanza a tapar una superficie no superior a los 5 metros cuadrados, un precio de compra más alto que al facturado por la empresa Edelco que lo ofreció a 2 mil pesos el metro cúbico hasta marzo del año pasado.
Y en realidad el contenido de este relleno debiera cumplir con las normas de calidad, algo que no se hace, ya que no cumple con los requisitos de lo que se conoce como “Ez Street” cuyo contenido es pétreo, emulsivo y polimérico, pero no piedras y tierra bañadas con chapopote negro.
Esto generará en el corto plazo y como ha sucedido en los trienios prianistas y el actual, que los baches que se han tapado en los últimos meses aproximadamente 30 mil metros cuadrados, bajo el mando de Galindo, que contrató estos servicios de bacheo, -ya que en octubre del 2019 renuncia al puesto Ovidio Villaseñor-, se vuelvan a abrir sin la menor existencia de la garantía de la obra, con la primera lluvia.
Por lo visto no solo tenemos esta conducta obsesiva y absurda de Galindo, Cano Castro y Mariscal, de querer hacer vialidades rápidas y franjas rojas en la calle Quintana Roo y otras calles, si no que descubrimos que ni siquiera el material usado para el servicio de bacheo cumple con un mínimo de compromiso y honestidad con los cajemenses.










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