martes, 26 de febrero de 2019

Representante de los riquitos en Cajeme


No hay proyecto:
Mariscal, sirviente de los ricos.
Por Alejandro de la Torre D.
Únicamente quien está seguro de no doblegarse cuando, desde su punto de vista, el mundo se muestra demasiado necio o demasiado abyecto para aquello que él está ofreciéndole; únicamente quien, ante todas estas adversidades, es capaz de oponer un "sin embargo"; únicamente un hombre constituido de esta manera podrá demostrar su "vocación para la política".“ Max Weber. Op. Cit. El Político y el Científico.

El actual alcalde Sergio Mariscal negoció en noviembre de 2017, con Javier Lamarque actual diputado federal, la candidatura a la alcaldía de Cajeme y se la concedieron, con la venia del representante de AMLO en Sonora, Alfonso Durazo.
Pero él estaba consciente, demostraba, que no sabía lo que iba a hacer con el gobierno, su actitud fue oportunista.
Todos sus antecedentes desde 1991, cuando fue expulsado del PRD y se convirtió en un regidor más de Faustino Félix Escalante, fueron ir a la cola de la ideología priísta.
Recuerdo que en todo el periodo de 1994 a 2000, se mantuvo al margen del proceso de ascenso y caída del PRD. Incluso se identificó con la ideología neoliberal de Carlos Salinas de Gortari, que defendía.
Hasta el año 2001 abordó el barco de adulación al esquema priísta y fue designado subdirector del ITESCA y a la postre en el sexenio de E. Bours, el director.
Su concepción "marxista" juvenil en los ochentas la desechó y asumió una ideología adventista y neoliberal priísta.
Esta carencia de proyecto en el gobierno municipal que encabeza, la sustituyó con la aceptación resignada de que no tiene otra opción por tomar que seguir los hábitos y ritos que le heredaron los últimos ayuntamientos desde el año 2000, priístas y panistas.
Tuvo la enorme oportunidad de impulsar un proyecto popular y democrático pero la rechazó y optó, después de casi medio año de gestión, por defender y representar a la clase "empresarial" cajemense o sea a los intereses de los ricos, unos ricos cuyas características son la depredación, el acaparamiento, el egoísmo con la gente pobre y asalariada, formada por más de 300 mil habitantes de Cajeme y que votaron por AMLO.
Su plan municipal fue aceptado en la sesión de cabildo del mes de enero, solo por 11 de 23 miembros del Ayuntamiento, y su presupuesto de gasto igualmente quedó laxo sin definición en los recursos por aplicar, repitiendo el esquema de gasto corriente y superfluo que se chupa el 80 por ciento de los recursos.
En medio año, los sueldos de sus 60 funcionarios de confianza que como presidente contrató, se han llevado 10 millones de pesos funcionarios que solo han demostrado incompetencia.
Estos funcionarios era lo que buscaban, los altos sueldos y el beneficio que dá ejercer un cargo público de poder, con dinero e influencias, todo lo demás es dorar la píldora.
En tres años, el gobierno de Mariscal no podrá resanar la destrucción ni del 10 por ciento de las calles de Cajeme ni con el presupuesto que aplica el gobierno del Estado, por que no hay recursos, y esquiva mentirosamente la realidad.
No podrá contener la delincuencia ni al tráfico de crystal (que genera los homicidios), por que no entiende el fenómeno social y la lastimosa realidad humana del tráficante, y la policía es corrupta.
No se ayudará a la gente que sufre la pobreza y la falta de empleo, -solo le darán las dósis lopezobradoristas-, por que Mariscal comparte la percepción de los capitalistas locales, de bajos sueldos y de crecimiento para unos cuantos.
Un fiasco.

Fiasco: Desengaño o resultado adverso en una cosa que se esperaba sucediese bien.

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