domingo, 8 de enero de 2017

Reacción arisca de empresas por gasolinazo

Las consecuencias del gasolinazo.
El arisco reaccionar de las megaempresas
Por CRóNICA10
A causa y a consecuencia del detestable gasolinazo, la burguesía mexicana reacciona de la forma más absurda y temerosa. 
Acostumbrada a ultrajar a la gente sin poder adquisitivo bajo este esquema tradicional, sus clientes siempre han sido potenciales ladrones de sus mercancías, en vez de ser los generadores del mercado.

Los negocios ante el incremento de la gasolina de una quinta parte hasta la mitad de su precio en el caso de las ciudades fronterizas, afinan sus medidas de control y vigilancia al saber que la pobreza y la incapacidad de compra se agravará en la población.
Al fin y al cabo estas empresas viven de un sector económico con nivel de ingreso fijo y sostenible, pero que apenas rebasa la tercera parte de la población.
La mayoría de la población solo acude a los grandes comercios a comprar huevos, tortillas y otros alimentos básicos, por lo que estos, al tener en sus aparadores artículos inalcanzables creen que la gente puede romper cristales, extraerlos o esconderlos en sus ropas por lo que prenden focos rojos ante las posibles mermas.
Así en los últimos días ante las protestas de ciudadanos que no se han desbordado, si no que sufren una afrenta deleznable de parte de fuerzas oscuras gubernamentales para desprestigiar o intentar desapartar a mucha población inconforme a estas protestas, generan una campaña de propaganda difundiendo entre el comercio que saquearán y despojarán de sus mercancías a todos los comercios. Coppels, Elektras, Telceles, Aurreras, Sorianas, etc.
Este fenómeno es inédito en todo el país y solo refleja no solo la pobreza generalizada si no la insatisfacción de gran parte de la población, porque las promesas han sido bastas y demagógicas aguantando las medidas económicas de los últimos 25 años, siempre prometedoras de que llegaría el mejoramiento económico para todos, desde los gobiernos corruptos de Salinas, pasando por Zedillo, Fox y Calderón, decepcionándose ante la destrucción todavía más cruel con el aumento del precio de todos los productos, de una día para otro, mayor al 20 por ciento que tiene como consecuencia el aumento de la gasolina, aunado al bajo crecimiento y a la devaluación terrible de la moneda mexicana.
Así las empresas de celulares quitan los aparatos en exhibición de sus cristales, las grandes tiendas comerciales cierran anticipadamente, alertan y gastan más en medidas de seguridad, prenden más cámaras de video, hacen mas inventarios, y buscan repeler el acercamiento del derecho a la manifestación, entre otras muchas reacciones psicóticas injustificadas.
Sin embargo, esto solo refleja la reacción egoísta y fascista de las grandes cadenas comerciales ante el hambre y la insatisfacción de gran parte de la población, que no tiene ningún antecedente de violación de las reglas de respeto, y que se impulsa de forma oscura azuzando a cholos, porros, para usarlos como probables saqueadores de comercios desprestigiando la limpia protesta ciudadana ante el abuso gubernamental de destruir la economía popular.
A pesar de todo, estos saqueos no pueden ser aterradores, ya que acreditando un robo masivo por una revuelta o motín, estas empresas pueden hacer valer las pólizas de seguros de sus mercancías e instalaciones, yéndoles mejor que si no les robaran.
Las empresas monopólicas, duopólicas o triopólicas no corren riesgo en sus ganancias, por si fuera poco. 
Estas empresas tienen grandes masas de inventarios que son Activos Fijos apreciados por su valor financiero bancario y no por la capacidad de comercialización. Los grandes capitales están resguardados y blindados, no están en valores de Activos Circulantes, si no en valores accionarios y papel moneda electrónico en miles de millones de dólares guardados en las grandes corporaciones financieras, o sea no robables, no extraíbles, no saqueables, no enajenables, ni expropiables.
Son prácticamente imposibles de extraer, por eso son los dueños del capital financiero los que controlan el poder económico y político, que inicia al comprar una pantaleta, unas donas bimbo o un chip de celular, con el dinero en efectivo de un asalariado, hasta llegar a las grandes transacciones comerciales de una sofisticada maquinaria de las grandes fábricas de insumos o con gigantescas compras de cemento para hacer las grandes obras públicas del gobierno.
El capital financiero es intocable porque está basado en papel invisible, en papel electrónico, en números de computadoras y no en valores en oro o por lo menos en dólares. Y gran parte de estos fondos son generados por el Narcotráfico. Es dinero de fantasía pero que controla la economía, le ordena y mueve a los sectores económicos y sobre todo explota la fuerza de trabajo de millones de trabajadores integrantes de la clase obrera industrial y de servicios.
Millones de saqueadores podrán llevarse televisiones, celulares, paquetes, latas, pantalones y zapatos, que no son nada con respecto a los miles de millones con que tienen invertidos sus capitales los oligarcas, intocables por cholos o provocadores.
Los bienes y capitales de la oligarquía financiera controladora de los medios de producción solo pueden ser arrebatados por el paro general de la producción que interrumpiría la reproducción del capital financiero y quebraría al sistema.
También acciones revolucionarias harían temblar al sistema, aquí podemos catalogar el bloqueo del tren en Nogales, Sonora, como una acción de este tipo, pero el boicot, el no pago de impuestos y otras protestas aunque puedan tener efectos para detener gasolinazos o cobros de tributos abusivos gubernamentales, no representan una real amenaza.

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