CRóNICA10
No es fácil hacer periodismo.
Los gobiernos en los tres niveles en este sistema político de bajo perfil democrático, los empresarios lucradores y dueños de medios de comunicación, y los grandes negocios comerciales que pueden pagar publicidad, desprecian, concibiendo casi como una actividad extraña, la labor de generar inteligencia en el pueblo.
El régimen de gobierno en Sonora fue encabezado en 2003-2009 y 2009-2015, por uno de los más ricos patrones del país, afiliado al PRI, le dio otro empellón hacia atrás al periodismo después del despotismo de Beltrones y López Nogales, y por un sátrapa y traficante de influencias afiliado al PAN, que hizo lo propio en la desfachatez y manipulación del periodismo en su sexenio.
No es fácil dedicarse a esto por que no pretendemos hacer un foro para adular al candidato o a la autoridad que mal gobierna. No es nuestro objetivo olvidarnos del abuso de los monopolios, de las trasnacionales que explotan oprobiosamente a los trabajadores, de la destrucción ambiental que genera la depredación capitalista o de cualquier injusticia, cometida en cualquier lugar, contra el desprotegido.
También requiere sensibilidad para percibir los hechos cotidianos, la vida de la gente y lo estupendo de los que la disfrutan y conservan.
Cerramos el año tratando de reflejar con no muchos recursos económicos y falta de tiempo para interpretar la concepción de la realidad, con razón y razones.
El abuso y explotación oligárquica en el país viene cabalgando como el jinete de la penumbra para 2016, todo a cargarse a las espaldas de los trabajadores y tratando de consumir la subsistencia dramática de la gente al buscar la satisfacción de sus necesidades básicas y utilizando la represión mas cruda en su contra.
La destrucción de las bases sociales es lacerante con la inestabilidad que genera el negocio del narcotrafico y la violencia que trae acompañada como el efecto de conservar a un Estado mexicano manoseado por ese poder factico. Este Estado como organización imperante de la sociedad y su régimen político, requiere una Revolución que restablezca la ley, el buen gobierno y las garantías de libertad, justicia, igualdad, democracia y paz.
En Sonora predomina el acaparamiento de unos cuantos burgueses y privilegios para la clase política mientras que la amplia mayoría de la gente se debate en los bajos salarios, las dadivas y la pobreza.
En Cajeme los ediles y los funcionarios se subordinan al esquema autoritario que impone la obediencia al gobernador y la estructura priísta.
No hay proyecto en Sonora que le sirva a los intereses de la gente, ni azules, rojos o anaranjados.
Este pequeño gran medio impreso CRóNICA10 con modestia contribuye con un mínimo grano de arena.
A sortear el 2016. Suerte, estimado lector, y feliz navidad.
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