Hace casi un año, recorrí por primera vez el Río Sonora y llegué a Cananea el 10 de agosto para constatar el camino de la contaminación desde El Ojo de Arvayo, hasta Ures; a los días llegué hasta la presa El Molinito, y hace dos meses informé como llegaron a los metales venenosos a la presa Abelardo L. Rodríguez.
En tanto, en Hermosillo, ese mismo día, el 10 de agosto del 2014, citaron a conferencia de prensa para anunciar que en coordinación con el Gobierno de la República y por acuerdo del Comité de Operación de Emergencias, la Unidad Estatal de Protección Civil (UEPC) emitió una alerta a la población ante la contaminación en el Río Sonora, causada por un derrame del represo de contención de solución cargada de cobre y otros metales procesados con ácido sulfúrico de la empresa Buena Vista del Cobre S.A de C.V.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ordenó a la empresa Buenavista del Cobre aplicar un Plan de Remediación Total, tras el derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico a los ríos Bacanuchi y Sonora, proveniente de la mina de Cananea.
Además de ordenar la puesta en marcha de un Plan de Remediación Total, la Profepa inició un procedimiento contra Buenavista del Cobre para determinar posibles sanciones.
Debido a las lluvias, el pasado jueves 7 de agosto ocurrió un derrame de uno de los llamados represos de jales que contenían esta sustancia y escurrió hasta llegar a los afluentes del río Bacanuchi y posteriormente al río Sonora, afectando con ello además de Cananea, los municipios de Arizpe, Banámichi, Baviácora, Aconchi y Ures, según informaron.
En mi último recorrido, este fin de semana -los días 1 y 2 de agosto-, puedo comentar que la situación de los pobladores víctimas del peor desastre ecológico en la historia de la minería en México, es caótica. Miedo, tristeza, desolación, enfermedades y desempleo, son la constante.
En tanto, en Hermosillo, ese mismo día, el 10 de agosto del 2014, citaron a conferencia de prensa para anunciar que en coordinación con el Gobierno de la República y por acuerdo del Comité de Operación de Emergencias, la Unidad Estatal de Protección Civil (UEPC) emitió una alerta a la población ante la contaminación en el Río Sonora, causada por un derrame del represo de contención de solución cargada de cobre y otros metales procesados con ácido sulfúrico de la empresa Buena Vista del Cobre S.A de C.V.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ordenó a la empresa Buenavista del Cobre aplicar un Plan de Remediación Total, tras el derrame de 40 mil metros cúbicos de ácido sulfúrico a los ríos Bacanuchi y Sonora, proveniente de la mina de Cananea.
Además de ordenar la puesta en marcha de un Plan de Remediación Total, la Profepa inició un procedimiento contra Buenavista del Cobre para determinar posibles sanciones.
Debido a las lluvias, el pasado jueves 7 de agosto ocurrió un derrame de uno de los llamados represos de jales que contenían esta sustancia y escurrió hasta llegar a los afluentes del río Bacanuchi y posteriormente al río Sonora, afectando con ello además de Cananea, los municipios de Arizpe, Banámichi, Baviácora, Aconchi y Ures, según informaron.
En mi último recorrido, este fin de semana -los días 1 y 2 de agosto-, puedo comentar que la situación de los pobladores víctimas del peor desastre ecológico en la historia de la minería en México, es caótica. Miedo, tristeza, desolación, enfermedades y desempleo, son la constante.
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