jueves, 20 de marzo de 2014

Oomapasc en la trasnochada operación

Oscura transparencia en Oomapasc
Por Alejandro de la Torre

Es tan oscura el agua del Oomapasc…. (Error de redacción). Volvamos a empezar.
Es tan oscura la administración del agua del Oomapasc que el quejoso Patiño (nota Diario del Yaqui 11 marzo 2014) solo descubre la primera enhebra de la complejidad turbia en el manejo del organismo, y eso que se ha evaluado por los procesos de calidad ISO9001, presumidos desde el trienio de Ricardo Bours Castelo.
Solo un simple prorrateo nos dice que casi todo el dinero en pesos que ingresan por consumo de agua y que pagan los usuarios ($115 millones al año) se destinan a pagar sueldos y prestaciones de su personal ($107.8 millones), dato que muestra la inviabilidad técnica y financiera de su conducción.
Otra comparación que muestra tal desequilibrio, es el saldo total que queda del resto de los ingresos de la empresa municipal: el cobro por alcantarillado y saneamiento que se hace a los usuarios, es equivalente al gasto total que se hace en instalaciones y mantenimiento ($85 millones anuales).
Y hasta aquí la administración de los recursos queda hecha añicos.
Por ello el organismo le cobra a los usuarios dos veces en su recibo de agua: una por el consumo de agua y otra por el saneamiento y alcantarillado, y aquí se encuentra el negocio de su operación desequilibrada y del saqueo interno en vez de ser una entidad al servicio comunitario.
El Oomapasc debe aplicar altos cobros ilegales y turbios para poder seguir manteniendo los gastos de su planta de personal.
Y no quiere de la misma forma eliminar estos cobros –abultadamente ilegales– por concepto de saneamiento y alcantarillado, porque alega que estos recursos son para pagarle a las empresas Solaqua y Domos para seguir operando las plantas tratadoras de aguas residuales. (80 millones de pesos al año) gastándose además recursos federales que también le llegan para sanear estas aguas de deshecho que desembocan en el mar.
No puede eliminar estos cobros que laceran la economía de las familias casa por casa porque tiene que mantener una enorme fuga de recursos  en otros 4 rubros principales:
1.- En la compra de materias primas y material para producir el agua potable. Aquí se encuentra el favoritismo hacia determinados proveedores del que Patiño se queja, en la compra de Carbón activado, Hipoclorito de Sodio e Hipoclorito de Calcio, -entre ellos Hiram II Arvizu Torres-. Se gastan 14 millones de pesos anuales.
2.- En la toma de lectura del consumo de agua de los medidores y le entrega de los recibos, así como los contratistas que cortan y reconectan el agua (21.3 millones de pesos al año).
3.- En el gasto que se realiza para contratar ampliaciones de las instalaciones, plantas e infraestructura y en el mantenimiento de las mismas, cantidad que se expresa atrás y que rebasa los 85 millones de pesos al año.
4.- En la estructura de control administrativo y operativo no solo en cuanto a los altos sueldos de 20 a 55 mil pesos mensuales que cobran una treintena de gerentes y jefes, si no la facultad discrecional para ejecutar funciones en el otorgamiento de licitaciones, contratos, compras y manejo de personal cuyas percepciones ilegales no son conocidas desde luego.
En estos cinco rubros está el negocio y la mafia que controla el organismo y favorece a seleccionados contratistas, proveedores y funcionarios.
Para poner un ejemplo, se presume que el servicio 073 de línea telefónica está concesionado a una empresa ligada con el que fuera secretario particular en la alcaldía de Ricardo Bours Castelo y ex dirigente del PRI municipal, Alberto Flores Chong. Esta empresa cobra centenas de miles de pesos por operar el servicio a usuarios por vía telefónica.
La clave histórica para entender el negocio en Oomapasc que ha favorecido al partido en el gobierno y a sus allegados, desde el año 2000 es el fraude en los aparatos de medición instalados en las tomas domiciliarias que están fabricados para generar un consumo ilógico pero que permite tener cobros que llegan hasta los 400 pesos mensuales, un cobro superior incluso al consumo de electricidad en las casas habitación de otoño a primavera.
La toma de lectura y el funcionamiento de los aparatos fabricados por una empresa de Monterrey especialmente para Oomapasc están diseñados para un gran fraude.
Los registros de consumo mensual en casi todos los 100 mil usuarios domésticos rebasa los 26 mil litros mensuales llegando hasta los 48 mil litros en familias de 4 o 5 integrantes.
Es evidente que el giro interno del reloj de cada aparato plástico, cuenta aire. Y esto se ha hecho premeditadamente con las administraciones municipales priístas y panistas desde el año 2000, en que fue alcalde Ricardo Bours.
En una conversación con Armando Alcalá en noviembre de 2013 todavía director general de Oomapasc, manifestó su grave ignorancia al preguntarle el grupo de ciudadanos que lo abordamos en su despacho y comentarle que era casi imposible que una familia de 4 personas consumiera 26 metros cúbicos al mes. “¿Cuántos litros diarios son?”, le preguntamos. Y Alcalá contestó con otra pregunta: “A ver espérame, ¿cuánto es un metro cubico?”.
Anonadados por la sapiencia del ingeniero eléctrico, tuvimos que contestarle: “Esta familia vive en una de las miles y miles de casas de cuatro habitaciones, gasta según el recibo de Oomapasc –por lo menos–, 866 litros diarios. O sea que cada miembro de la familia consume –por lo menos– 215 litros diarios. O en otras palabras simples, usa más de 100 litros para lavar ropa y platos y más de 100 litros para bañarse y jalarle al escusado, y todavía bebe 16 litros de agua diarios, y es que hace mucho calor en Obregón.

Las cuentas de Oomapasc y su conducción, gozan de plenas y oscuras eficiencia y transparencia, tantas que da escozor.

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