viernes, 25 de julio de 2025

Un monumento real a El Ché en México

 Los manumentos o estautuas

Por Alejandro De la Torre

Tienen un significado fundamentalmente histórico, esto es que se dedican a quienes o a hechos que han marcado hitos, relevancias o hechos que causaron influencia y formas de vida, presentes.

Los héroes de la segunda mitad del siglo 20 en México no se les da reconocimiento en obra plástica o escultórica. Se tienen obras del siglo 19 como Carlos IV (1803), Cristóbal Colón (1871), Cuauhtémoc (1877) y centenas más principalmente ubicadas en la Ciudad de México. Todo el paseo de la Reforma tiene estatuas de los personajes precisamente del movimiento de Reforma, elaborados por artistas mexicanos de principios del siglo veinte. De las del siglo XX son muy relevantes las de José Martí, la de Francisco Zarco, las de Zapata, Madero, las de Lázaro Cárdenas.

Los monumentos a personajes de otros países pero que significan luchas patrióticas, sociales o justas, Simón Bolívar (1962), Martin Luther King (1993), o el espacio cultural dedicado a Nelson Mandela en la Cd Mx. Está el monumento a Juan Pablo II inaugurado en 2007, promovido por Salinas Pliego.

Pero los héroes de las luchas de la segunda mitad del siglo no se tienen memorias escultóricas, ni de los grandes movimientos sociales, como el de 1968, el Ferrocarrilero 1958-59, el movimiento rescatista del terremoto de 1985, del pintor Diego Rivera, de las fechas luctuosas por el asesinato de Arturo Gámez, Genaro Vázquez, Lucio Cabañas, Rubén Jaramillo, o del revolucionario José Revueltas que le hicieron un busto junto a otros escritores.

Evidentemente existen auditorios que le pusieron en homenaje a Ho Chi Min o al Ché Guevara en la UNAM. Pero no existen esculturas mexicanas dedicadas a Sandino, El Ché, César Chávez, Mandela, mucho menos a Marx y Lenin que han o literatos como García Márquez, Paz, o grandes artistas como Orozco, Siqueiros, y no hay para Flores Magón ni para heroínas como el movimiento de Costureras de 1985, a Rosario Castellanos, a Rosario Ibarra.

Fidel Castro aunque es un héroe mas que americano, cubano, significa también un líder indiscutible de las causas de los pueblos por su libertad anti imperialista y de solidaridad latinoamericana., no se merece una banca, se merece como los personajes relevantes de la historia memoria y causa reconocible para los vivos.

En el caso de los monumentos son para recordar, aceptar sus consecuencias actuales, entender mediante una figura metálica o pétrea su aportación al progreso de las sociedades,

Son consecuencia de la inteligencia, no propiamente de una tendencia política, Pero sería irónico reconocer a dictadores o genocidas del mundo como Hitler, Pinochet o los presidentes estadounidenses que hicieron guerras e invasiones. O a personajes como Antonio López de Santa Anna, Victoriano Huerta o Carlos Salinas de Gortari, sería absurdo.

O como los dictadores en las republicas ex soviéticas, que tienen estatuas como los grandes conductores de sus países cuando están en la opresión total.

Las estatuas no significan la verdad en figuras frías e inmóviles, solo son figuras, que dependen de lo que aportaron a los pueblos, a la ciencia o a la justicia. Y punto.



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