Quince en el saqueo de Sonora. Critica a Moncada.

 La recopilación meliflua de Moncada

Faustino Félix, Ocaña, Félix Valdés, Beltrones pura bola de léperos y baquetones.

Por Alejandro de la Torre D.

El documento recopilatorio de Carlos Moncada Ochoa hecho libro de Edamex (1997) no se torna en un estudio histórico si no complaciente con los ex gobernadores del ex partido de Estado en Sonora, importante traerlo a la inspección del actual gobernador Durazo que hace las cosas peor que aquéllos.

El ensayista se llena de mermelada en sus comentarios para estos virreysuelos, solo escapándose el mandatario de dos años Carlos Biebrich (1973-75) que fue una decepción para Moncada, tal vez por que fue expulsado sin gloria y con mucha pena.

Pero el resto desde Encinas hasta Manlio fueron miel sobre hojuelas, grandes lideres, honrados, respetados, cumplidores. Nada de que fueron corruptos, fraudulentos de elecciones, ladrones, cínicos, represores, narco-dictadores, no, nada, fueron buenos gobernantes.

Como Alfonso Durazo un buen gobernador para el relator, desde luego, originario de las filas del PRI y continuador de las costumbres del PRI, todo un estuche de monerías, como Faustino, Rodolfo Félix, Obregón Tapia, Encinas Jonhson, Carrillo Marcor.

Aquí radica le envoltura de Durazo, para descubrir su careta embustera, ya que criticaba antes de tomar el cargo que eran tiempos para quienes no les habia tocado nada, que ya Sonora no sería “para unos cuantos”, desde luego faltó a su palabra, hizo todo lo contrario lo mismo que los ejecutores del pasado, representantes de la oligarquía sonorense y del poder fáctico que es el que manda, los grupos capitalistas regionales en su alianza con el poder del narco, el alto clero católico, la dirigencia charra cetemista y los dueños de grandes extensiones de propiedades y que se venden a la inversión trasnacional.

Ocaña (1979-85) para “el decano de los escritores en Sonora”, Moncada, fue un “creador de instituciones”. También alagado por el designio inescrutable de López Obrador que lo catalogó “honesto que no robó” y Durazo aborregado sin chistar hizo alta funcionaria a su sobrina Paulina que ahora es jefa de su despacho.

Moncada en su relato se desvive de elogios por Samuel Ocaña, describiéndolo como un creador, un apoyador, que lograba, que era sencillo, era un campeón, que nunca tuvo miedo, trabajaba mucho, médico excelente. Sin embargo, en una taquería del mercadito Madero en Hermosillo me encuentro y platico con una maestra jubilada de Navojoa, y me dice de él: “yo lo conocí, pinche viejo rata”. Con su frase no necesito conocer más de la maña de Ocaña.

Moncada que siempre estuvo en los corrillos de la información oficial, testigo del periodismo mancillado y chayotero, no dice nada malo en su libro de Faustino Félix Serna (1967-73), lo elogia, menos dice algo contrario al gobernador Rodolfo Félix Valdés (1985-91) traído de chilangolandia que le ofrecieron llevarlo cuando fue candidato a papuchi, contestando “otro pueblito ya no!”.

De Beltrones dice que fue un “transformador” con “estabilidad y consistencia”, un “sembrador de cultura”, un “ingeniero financiero”, un “demócrata”. Nada de que a chuchita la bolsearon.

No recomiendo leer ese libro, da retortijones estomacales, solo es una referencia para entender al gobierno actual corrupto de Durazo. Mejor buscar trabajos de académicos de otras latitudes que hablen de Sonora, no que adulen el despotismo y el saqueo del estado, aunado a los privilegios y de ser unos corruptos de los de etiqueta, de la impunidad, los contubernios con los ratas y del enriquecimiento inexplicable.

Se requiere de un trabajo histórico más objetivo y sin tantas adulaciones para revisar las atrocidades de los gobernadores de Sonora. Tal vez exactamente Biebrich o Ignacio Soto (1949-55) quedarían sin remilgos graves, incluso Carrillo Marcor. Pero los gobernantes de Sonora siguen siendo nefastos y de lo peor, incluyendo los de 1997 a 2024, López Nogales, Bours, el panista Padrés, la “boquitas” Pavlovich. Serviles al poder de la oligarquía sonorense, robaron mucho, contrarios al pueblo, manipuladores, beneficiarios del enriquecimiento para unos cuantos, explotadores capitalistas y acaparadores de todo.