jueves, 19 de enero de 2023

No hay mujeres.

    ENCONTRAR MUJERES.

El dilema de incapacidad o embone.
Por Alejandro de la Torre

Es un verdadero embrollo hacer un gobierno eficaz, eficiente y popular cuando se tienen que cumplir los parangones que establece el litigio por el poder público, que establece reglas tan obstructoras para la calidad del servicio, como entregarle una mitad de los puestos altos de gobierno a cada uno de los dos géneros, pero con el objetivo de romper el hegemonismo tradicional.

No solo este requisito obligatorio para los gobernantes genera el síndrome del "echando a perder se aprende", si no el neoliberal requisito de que los puestos deben ser cubiertos por personal con título profesional.


Este último requisito echa a perder la igualdad ante la ley, todo mexicano tiene el derecho de desempeñarse en los puestos publicos, que se recalca en el Artículo 17 de la Constitución del Estado: Los Sonorenses, en igualdad de circunstancias, serán preferidos a los demás mexicanos para el desempeño de los cargos públicos o empleos del Estado, siempre que llenen los requisitos que las leyes exijan.
Por eso establecer el requisito de una licenciatura en Derecho, o en Contaduría da al traste con la prerrogativa del numeral 17, un sonorense sin estudios será menospreciado ante un licenciado aunque sea de Yucatán para ocupar un cargo público.

}Este argumento es suficiente para abrogar el requisito en comento.
La deducción la traemos a cuenta por que puede argüirse que una mujer sonorense sin licenciatura puede ser desplazada por un maestro en finanzas aunque sea el menos hombre de los yucatecos. La condición de poseer un título para los integrantes del gabinete debe revocarse para ser seleccionados.}

Entonces, el requisito de tener la mitad de mujeres en el gabinete, debe cumplir primero con encontrar a mujeres con título, y encontrarlas no es cosa fácil, por que deben buscarse de entre pocas. Y estas pocas todavía estan recomendadas por las facciones de interés partidario o los grupos de poder que han hecho sus cotos en el gobierno.
Este es el caso de Margarita Vélez de Mariscal, esposa del ex alcalde más desprestigiado de Cajeme, asi como hermana del subsecretario de gobierno el Ingeniero Martín Vélez de la Rocha.

Margarita brinca de diputada a ser seleccionada por el gobernador Alfonso Durazo Montaño para sustituir a Armando Villa Orduño que no cumplió la expectativa, aunque sea un área que presume el mandatario de records de generación de empleo y en crecimiento del Estado.
Asi me refirieron el Pony Ortiz y el Chapo Soto, "pero si la Magui era tu guía ideológica búho", no, les digo, no tuvo rumbo ni ideológico ni psicológico, al contrario, perdió la brújula en la década de los 80s con el derrumbe de Socialismo Obrero, -una organización de corte marxista- a la que remilgaba su propio marido Sergio Mariscal, que no ha podido obtener un cargo por mas lamedor que se haya convertido de Durazo y compañía.
Margarita Vélez de la Rocha de Mariscal contaba con 40 años de edad cuando terminó la carrera de licenciada en administración en el ITESCA del que su marido era Director, designado por Eduardo Bours en 2003.

En toda su vida anterior Margarita formó dos empresas, una distribuidora de productos químicos de limpieza y otra la más "exitosa", una distribuidora de material para clínicas dentales.

Pero Margarita no ha tenido un desempeño profesional en el área económica de la que ahora se hará cargo en todo el estado y no cuenta en su currículo de tal antecedente.

Esto se trae a colación porque dentro del ramo empresarial pues puede haber mujeres empresarias y profesionistas de la economía que podrían darle clases y mostrar un curriculum impresionante y superior al que ella muestra para dejar la diputación local, que dicho sea de paso se la otorgaron por negociaciones internas de los grupos políticos trasnochados de la cúpula duracista en detrimento de mujeres de Morena, porque Margarita nunca perteneció a Morena pero tampoco movió un dedo por Morena, perteneció al PRI, y en algún momento tuvo el error de apoyar al Partido del Trabajo, de forma sesgada.
Al contrario, Margarita si perteneció al ministerio de la Iglesia Bautista en Ciudad Obregon, de la que era respetada como una de las mejores en los sermones y la oratoria religiosa adventista del séptimo día. Sus participaciones han sido veneradas por los profesantes de dicha Fe, influida por su marido el Mariscal, que ya la profesaba desde su infancia a pesar de su ambivalencia de corte marxista socialista en su adultez.
Esta tendencia política la hundieron estos trúhanes, en la década de los 80 y a la cual perteneció el famoso Cervando Flores, el mismo Martin Vélez de la Rocha, Sergio Mariscal, Reynaldo Millán y otros que ya no se acuerdan del “Un paso adelante dos pasos atrás" de Lenin, que hoy sería -Muchos pasos atrás y ninguno para adelante-.

La patética historia de Margarita es esa, negociar debajo de la mesa, moverse en la penumbra, generar el nepotismo, buscar el beneficio personal, trampear y acuchillar el buen sentido de los morenistas. Igual que su marido.

¿Cuantas maniobras nos esperan en su desempeño en una Secretaria de Economía que no tiene ninguna justificación la existencia dentro del organigrama, y que se lleva varias decenas de millones de pesos del presupuesto estatal?

Podría ser un puesto para una mujer, pero ¿por qué el perfil de estas mujeres?, como la esposa de Lamarque el actual alcalde de Cajeme, que obtuvo del dedo de Durazo, la dirección general del ITESCA, cuando no tenía ningún antecedente académico la señora Patiño, que si es Licenciada en Economía por la Universidad de Michoacán.

Para seleccionar mujeres políticas o recomendadas políticas y llenar el requisito de proporcionalidad de género, será suficiente que sean esposas, hermanas o cuñadas de algún funcionario machuchón del gabinete de la Cuata Tanfomachón, y el resto de las mujeres, profesionistas, empresariales, con méritos, perfil curricular con experiencia en el área, no contarán ni siquiera con la esperanza de meterlas a la terna, ya que lo que basta es la palanca.
Las inversiones en la Ford, en las empresas manufactureras que se anuncian, van viento en popa, y la secretaria de economía como la carabina de Ambrosio.

}A ver si algun valiente enfrenta como cobarde a las mujeres. Deberíamos preguntarle a la morenista Socorro Osuna Romo, que confunde el significado insolente o atacante con valiente. Este parámetro utópico de otorgarle eso sí, puestos públicos bien pagados de primer escalón a mujeres políticas y con palancas de grupos, no podrá cumplirse nunca para ocupar los trabajos en las retroexcavadoras de las minas, en los barcos pesqueros de altamar donde se levantan pesadísimas redes, en el campo quemante del surco, en los talleres grasientos y en los astilleros descomunales donde se usan montacargas y se levantan masas de metales, o en las siderurgias con el metal fundido, con los trascabos, las grandes palancas y el dolor en las espaldas, algunas de nuestras heroínas llegarán pero serán excepcionales, nunca serán la tercera parte, mucho menos la mitad, y mucho menos serán ocupados por mayoría.

La utopía de la igualdad debemos dejarla sin aspavientos, con el razonamiento lógico y emocional de lo femenino, y dejarnos llevar por lo relajado de la justicia de género, en el mejor de los ánimos.

Pero no ajustemos forzadamente el molde a una figura que no encaja para todos los cargos de riesgo y pesadez.

Tener un gabinete que no funciona, con dependencias que no funcionan con mujeres, sean lo más preparadas que sean, sería más oportuno llenarlo con el equilibrio del desempeño con la demanda de resultados y áreas delicadas ante los gravísimos problemas de funcionamiento del gobierno que exige urgencia, por ejemplo la seguridad, la creación de empleo, la justicia, la obra pública, el transporte, y otros.

Pero hay dependencias que no demuestran que sea productivo mantenerlas, como Turismo, Economía, del Trabajo, de la Juventud, y esta nueva Secretaria de la Consejería Jurídica además de Fideicomisos chupadores del dinero público, y otros tantos. No forcemos el puesto hacia un tipo de mujer, si no la capacidad al puesto.

Felicítenme desplazado lector, desplazada lectora, por esta joya de escrito. Es cuánto.


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