Parar al pejismo
...y parar su continuación en otro u
otra
Alejandro de la Torre
¿Es realmente posible no ser señalado de
derecha, cuando uno se opone a Andrés Manuel López Obrador, con todo respeto,
“El Peje”? El Peje no es de derecha o es de izquierda? Es un pragmatismo funcional?
Servirá al pueblo lo que está haciendo el gobierno del Peje y el resto de los
gobiernos alineados? Salirse de su férula es ser desleal con la izquierda o ser
desleal con el pueblo o con el cambio cuatroteista?
Es un juego maniqueo. Que no les sorprenda la siguiente expresion, -el gobierno es un fracaso-, como cualquier gobierno de los de antes.
Aquellos que estuvieron por chiripa con la rebeldía popular y hoy alcanzaron un cargo público, son tan desleales como lo fueron los que representaron al PRI o al PAN de hace unos años atrás. Aunque sean menos simuladores, aunque no roben o roben poco, aunque no mientan o digan la verdad algunas veces.
El gobierno que surge de derrotar al régimen
prianista es muy parecido a los anteriores gobiernos, tiene cambio de formas
pero es un gobierno fallido.
Y si es fallido, o sea que aunque haya
cumplido con los puntos prometidos de campaña, uno por uno y falten dos o tres
por cumplir, no cumple con el fundamental: cambiar al régimen politico y hacer
uno completamente nuevo.
Es fallido, porque todo lo que hace no tiene
acierto, no tiene progreso, no tiene mejoramiento para la mayoría de la
sociedad.
Es fallido por que no se detiene la
violencia, es fallido por que no alcanza la prosperidad, es fallido porque no
tiene democracia, es fallido por que no logra la justicia para el pueblo, es
fallido por que no manda la gente trabajadora. Es fallido porque una nata de
cabrones se encaramó en el poder politico y ahora lo mangonea.
Parar al Peje y a su continuidad en otro u
otra, que lo secunde en 2024, se vuelve una meta para los que lucharon por
transformar, por transfondear, por revolucionar socialmente al pais. Y no
condicionarse a una moda sexenal.
Parar al pejismo no es un objetivo de
derecha, parar al pejismo es dejar de subordinarse al esquema de poder que no
es el poder del pueblo, proponer el poder del pueblo sigue siendo la base de
transformar al pais, de transfondear al pais.
Parar al pejismo no es asemejarse a la
derecha, a un X, a un frena, a una mafia que estaba en el poder, a una derecha
prianista, a los conservadores “que están muy enojados porque perdieron sus
privilegios”, dixit peje.
Parar al pejismo, o avanzar a otra etapa, es
sencillamente un paso que se tiene que dar. No es combatir al Peje, no es
oponerse a sus perfiles sociales, no es detenerlo; es pararlo y que surja algo superior.
Es la negación de la negación diría el dialéctico.
La estructura de mando y obediencia del
pejismo, es la parte conservadora, y no estarán de acuerdo, porque se piensa como
un sabotaje, incluso similar a los que se dicen “frena”.
Parar al peje, puede concebirse como
sabotearlo, pero no es más que evolucionarlo, tomar lo viable y asertivo y
construir sobre la base o lo sólido, un edificio más alto y abarcador, y que no
se detenga el desarrollo de una transformación, de una transfondación.
Construir un gobierno que responda a un nuevo Estado que requiere una nueva
Constitución Politica legitimizada por la participación del pueblo y de la
clase explotada.
Parar al pejismo es que se acaben los cochupos,
los arreglos con el prianismo o los prianistas, la obediencia ciega al mando
del peje, al culto a su personalidad, la alineación acrítica y defensiva, la
falta de debate, de organización popular y ciudadana, que surja una etapa de
amplia participación y de gobierno del pueblo y que lo defienda el mismo pueblo
con férrea convicción.
Conformarnos con un monito o una monita que
sustituirá al Peje, es lo peor que puede pasarle a este pais. Parar al pejismo,
es lograr una nueva etapa de gobierno donde mande la gente, donde el pueblo
trabajador tome las decisiones de forma directa y fáctica.
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